Un Contrato En Pañales

9.

Draco.

— ¡¿Hermione, engañaste a Draco?!

— ¡¿Qué?! — respondió la chica contrariada— ¿Cómo que engañe a tu hermano, de donde sacaste semejante disparate? — frunce el ceño y se cruza de brazos bufando.

Tan solo si Pansy supiera que fui yo quien la lastimo a ella y antes de que ella les pido, casi ordeno que se callen y que nos sentemos a hablar de ello en la sala. Lejos de donde estaba Bella, no quería que se despertara, cuando sabía que la niña había llegado bastante cansada.

— ¡Dios mío, Herms! Cómo pudiste engañarlo, ¡él te ama! — podrán decirme exagerado, pero juro que vi como los ojos de mi hermana se tornaban brillosos por las lágrimas.

La castaña paso sus manos por su cabello como si tratara de acomodar las ideas en su cabeza antes de decir cualquier cosa, me miro un segundo y luego se giró a mi hermana, la tomo de las manos y hablo — Pansy, querida Pansy, no estoy embarazada de Draco— afirmo y mi hermana apretó su mano angustiada — Ni de nadie, no sé cómo demonios saltaste a esa conclusión, ¿acaso tengo pinta de una mujer regordeta con un vientre pronunciado? — La chica negó — Entonces dime, ¿qué te hizo pensar eso?

— Tú dijiste que éramos cuatro en esta habitación cuando claramente somos tres, ¿dime que pensarías si te dijeran eso? — la mira acusatoriamente — Yo no vi a nadie más y asumí que el cuarto miembro estaba ahí dentro— señalo el abdomen de su amiga— A demás, Draco dijo que no era su hijo biológico— hizo una pequeña pausa para luego gritar — ¡Mujer, si te tiran todo esa información junta lo más lógico es que creas que viene un bebé en camino!

— Esto no puede ser— bufé fastidiado— ¿En serio no notaste a la pequeña que traía en brazos?, ¡por favor Pansy!, ¡Es imposible que no la vieras, no estas ciega!

— Evidentemente no la vi Draco, ¡disculpa! — respondió entre ofendida y apenada.

— Al parecer el ver a Hermione, obnubilo tus demás sentidos porque solo tenías ojos para ella. —digo burlón, aunque viéndole serio. No puedo creer en serio que no hubiera visto a la niña.

— Si no vieras a Theo durante dos años, solo tendrías ojos para él, perdona por centrar mi atención en mi mejor amiga, idiota.

— Si no viera Theo por dos años no me cegaría como tú, querida hermana.

— Cállate, y explícame ¿qué demonios paso para que ahora sean padres?

— Es una larga historia— la castaña se levantó del sillón — que podría resumir en pocas palabras: nos tendieron una trampa y ahora somos una terrible pareja de padres— caminó hacia la cocina y se sirvió un vaso con agua.

Entendí a la perfección la indirecta de su respuesta.

— ¿Una trampa?, ¿quién tendría motivos para hacer eso? — mi hermana estaba mucho más que confundida.

— Sí, una trampa— afirme— Los motivos los tiene el rector de la universidad, ¿Por qué? no lo sé, pero lo que sí sé es que por su culpa Hermione y yo somos esposos y padres de una niña de dos años que necesita cuidados, tiempo y dinero que ninguno de los dos tiene.

— Hablen con el orfanato, explíquenles que es todo un malentendido, que no están casados y que no quieren ser padres.

— No podemos— Hermione regreso a la sala — Dumbledore y el resto de profesores nos amenazaron, tenemos que tener a los pequeños con nosotros seis meses, de no ser así, nos quitaran las becas y ninguno está en condiciones de dejar que eso pase.