Un Contrato En Pañales

11.

Hermione.

¡Maldición!

— ¡Muévete! — grito alguien asustado.

El suelo repentinamente estaba más cerca de lo que imaginaba y un dolor agudo y un entumecimiento se instalaron en mi cuerpo acompañados de pequeños y lejanos ecos de un grito alarmado. Las dos bolsas que llevaba en mis manos desaparecieron de repente y el shock ocasionado por ver a Ron se transformó en un angustiante calor emanado de mi cuerpo.

— ¡Hermione, Hermione! — los ojos me pesaban y me era difícil ver quien era la persona que me veía tan angustiado — Hey, linda dime algo... ¡lo que sea! — grito desesperado o eso me pareció.

— Tengo mucho sueño...— apenas moví los labios y sentí como mis palabras retumbaban en mi cabeza al tiempo que un gran dolor se instalaba desde mi cintura hasta mis piernas.

— ¡Llamen a una ambulancia!...por favor— sollozó la persona que me tenía en sus brazos.

El sonido de un motor de auto y el derrapar de unos neumáticos sonó a lo lejos, mientras que murmullos se agolpaban en mis oídos y mis ojos se cerraban incrementando el dolor en mi cuerpo. La oscuridad me estaba consumiendo.

» Cuando logré abrir mis ojos la voz de Pansy comenzaba a hacerse cada vez más clara.

— ¡Vamos Herms, admítelo! — rio.

— No hay nada que admitir— me cruce de brazos.

— ¡Claro que sí, te gusta mi hermano!

— ¿Por qué tengo que admitir algo que ya sabes?

— Por qué sería mucho más emocionante escucharlo de tu boca, tonta.

— Bien... me gusta tu hermano— susurre.

— ¿Qué?, no escuche nada más que un susurro.

— ¡Me gusta tu hermano! — grite algo exasperada y con las mejillas totalmente sonrojadas.

— ¡Dios!, esperaba este día con ansias... ¿Cuándo le vas a decir?

¿Decirle? Jamás había pensado en confesarme al rubio, eso sería un paso demasiado grande que podría arruinar años de amistad... o arruinar mi corazón.

— No le voy a decir. — negué, apretando algo los dientes. No me gustaba hablar de Draco en cuanto a mis sentimientos por él.

— ¿Por qué no?, estoy segura que él te dirá que siente lo mismo... es imposible que no se sienta atraído de forma romántica hacia ti después de... — se hizo un silencio al otro lado de la línea — Seis años— respondí — ¡Sí!, seis años de amistad, ¡tienes que decirle!, ¡tienes que ser oficialmente mi cuñada!

— No voy a ser tu cuñada y no le voy a decir, y más importante tú no abrirás esa pequeña boca con Draco o tus padres, esto es un secreto de chicas Pansy, nadie más lo puede saber, o al menos no hasta que yo esté lista para hablar.

— Eres una cobarde ¿lo sabías?, algo me dice que te vas a arrepentir de no decirle nada, Herms.

— Si tan segura estas de mi arrepentimiento futuro dile a Draco que me gusta.

— No lo voy a hacer, soy tu amiga y si me dices que no lo diga, no lo hare.

— Gracias... eres la mejor.