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XVI

A Mikey le divirtió mucho saber que Frank me había mandado a la friendzone, pero en vez de sentirme mal, lo tomé como el mejor resultado que pude obtener después de mi numerito; además, Frank era igual de buena persona como amigo que como pareja, aunque eso incluyera la dolora actividad de escuchar sus ligues o citas de repente.

Normalmente él evitaba contarme ese tipo de cosas, pero Andy siempre se encargaba de burlarse de mí y contármelo, y es que había que ser honestos, yo estaba perdidamente enamorado de Frank todavía. Fue hasta una tocada de la banda de Andy que mis celos pudieron más conmigo que mi razón. Para esta altura ya habían pasado meses desde lo de las amapolas, y mi amistad con Frank era casi de la magnitud que mi relación con Mikey.

― ¿Quieres que traiga agua para apagarte?― me dijo mi hermano, viéndome con sorna.

―Cállate.― gruñí, sin desviar mi mirada de aquella zorra. La reconocí como esa chica que estaba hablando con Frank la primera vez que me presenté como Gerard. Esta vez, ya sin una Claudia de por medio, Frank se dejaba invadir por la mujer, y aunque no lucía precisamente contento, tampoco hacía nada por quitarla de encima.

―Voy a ir.

―Gerard, no cometas una..., oh, allá vas. Una lástima― Mikey no hizo nada por detenerme, caminé decidido a mandar a la chica a volar, hasta que llegué a donde estaban y mi característico temor de la vida se me trepó a los hombros.

―Hola, Gee― Frank sonrió al verme, la muchacha me barrió con la mirada, sin alejarse de Frank. ―Ella es...

― ¡Gata! ―las palabras salieron de mi boca como si tuviera el síndrome de Tourette. Frank abrió los ojos con sorpresa, la chica, en cambio, me vio con más asco.

― ¿Qué dijiste? ― toda la vergüenza se me subió a la cara, empecé a sudar. Frank me veía ansioso, esperando mi respuesta.

― Te dije... Gata ―de repente, sentí que no podía controlar más mi boca― Mira, ¿por qué no te vas, pinche vieja?, pues mejor me voy yo ―hice el ademán de dar la vuelta pero me detuve― ¿sabes qué? Espérate, antes de irme te quiero decir que eres una pinche zorra, ¿eh?, y pues ni eres zorra, eres mh... no sé, perra, y perra es peor que zorra y que hipopótamo y... pues la neta eres una pinche vieja gallina y la neta y ni pone huevos, ¿verdad?, y pues ya mejor me voy, la neta me das nauseas ― me di la vuelta y caminé más rojo que un jitomate, pero sin voltear atrás. Entonces sentí un agarre en mi muñeca, primero creí que era la chica y que me iba a agarrar a arañazos o algo así, pero cuando me hizo darle la cara vi a Frank, ahí pensé que iba a reclamarme por hablarle así a su ligue, pero quedé aun más perplejo cuando me acercó y me besó en la boca.

FIN

Editada. 5 de Mayo de 2020

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Me mamé con la edición, recorté 50 hojas de la versión original alv.