Summer Love [ 𝗝𝗝𝗞¹⁸ ]

𝟏𝟎

-- Deja de actuar y descansa de verdad, lo vas a necesitar. -- Susurró depositándome un beso en la mejilla.

Rayos. Me había descubierto, y dejado como estúpida, otra vez.

Pero lo que más me aterraba, es que Kook tenía planes para mañana.

9:26

Un olor de pan tostando me despertó. Así es, mi estómago estaba pidiendo ser alimentado. Abrí mis ojos percibiendo al segundo el motivo de mi primera sonrisa. Una pierna musculosa estaba encima de mi torso: Jungkook seguía durmiendo.

Este hombre había desordenado toda la cama y estaba recostado al revés. Al ver aquella imagen, sonreí instantáneamente antes de sacar mi teléfono para inmortalizar el momento.

Luego, quité suavemente su pierna de mí y me levanté.

-- ¿Acaso vas a desayunar sin mí? -- Preguntó con la voz un poco ronca por la mañana.

-- Agh, claro que no... Pero apúrate conejón flojo. -- Solté tirando de su pie.

Jungkook se levantó, recordándome que estaba completamente desnudo, callándome de una. Su cuerpo me quitaba las palabras.

-- No me hables así pulguita, que te puedes arrepentir. -- Advirtió tomándome de la barbilla.

-- Vístete mejor que tengo hambre. -- Sostuve evitando contacto visual y quitando su mano riendo. No debía parecer asustada.

-- Hoy es domingo. Recuerdas que en ese día nadie hace nada en esta casa y podemos hacer lo que queremos. -- Informó tomándome de la cintura y dejándome encima del mesón de cocina.

Sonaba bastante bien... No sabía qué era lo que Kook tenía planeado, pero parecía genial.

Estábamos solos en la cocina, pues como Jungkook lo había dicho, era domingo y cada uno hacía su día por su lado.

-- El gato probablemente dormirá todo el día y los demás se quedarán en casa. Y mi beba, aprovechará el tiempo con su papi. -- Explicó la frente contra la mía.

Ignoré su comentario, no quería entusiasmarlo tanto.

-- Kook, aliméntame Dios. -- Me quejé cansada de estar a unos metros de la comida y no poder comer.

Jungkook suspiró y se alejó a buscar unas tostadas. Ni siquiera me preguntó con qué las tomaba dado que sabía con qué me gustaba comerlas. Empapó entonces el pan con Nutella. Todos lo sabemos, mientras más chocolate, mejor.

Volvió hacia mí y mordió una vez en una de las tostadas, antes de dármelos. Lo empecé a comer feliz, bajo la mirada del hombre.

-- Es... Tan hermosa. -- Susurró casi incomprensiblemente, como si se hablara a sí mismo.

Negó con la cabeza y se alejó a preparar lo suyo, probablemente prensado de jamón y queso.

Sentía los pasos de Kook bajo mío y escuchaba el pasto hundirse bajo sus suelas. Su olor me invadía, me gustaba estar bajo su calor. Pero claro, no me podía quedar callada.

-- Kook... Sé caminar. -- Recordé acariciando su cabello.

-- Si te tengo entre mis brazos no te puedes escapar. -- Explicó sacando las llaves de su cabaña y cerrándola una vez nosotros dentro.

Este lugar seguía siendo super caliente. No se podía esperar otra cosa cuando se ponía la calefacción en verano.

-- Ahora que no tienes salida, dejaré de ser tan simpático pulga. -- Advirtió dejándome en el suelo.