Summer Love [ 𝗝𝗝𝗞¹⁸ ]

14

-- Beba, levántate o te castigo. -- Amenazó en mi oreja.

-- Me vengaré. -- Suspiré obedeciendo.

-- Sí, sí, hazlo y verás. -- Continuó, pasándome ropa para taparme.

-- Hoy, me toca a mí ir a la ciudad a comprar. ¿Me acompañas? -- Propuso cambiando el tema.

-- Ah, y hoy llenaremos la piscina. -- Anunció mirándome ponerme la ropa.

-- ¿En serio? -- Pregunté ilusionada.

-- Sí. Ya estoy ansioso por verte. -- Respondió, tomándome de la mano una vez vestida.

-- Tendrás que sacarme tú las fotos, que Lisa tiene un pulso horrible. -- Afirmé caminando hacia las escaleras.

Jungkook bufó, yo era la única de los primos que se preocupaba por las redes sociales.

-- Está bien, mi City girl. -- Se burló, acariciando mi cabello.

Cuando llegamos al comedor, estaban únicamente mis dos primos, mi abuela y mi tía seguramente estaban en la cocina. Me dio un ataque de vergüenza al ver YoonGi y me tapé los ojos intentando no mirarlo. Casi se me había olvidado que había tenido relaciones con él. Este me miraba una leve sonrisa en la cara, comiendo su desayuno tranquilamente.

JungKook se sentó al lado mío, con una actitud imponente e intentando llamar la atención. Estaba poniéndose como para que el gato no me vea, podía sentir sus celos de muy lejos.

Sonreí entretenida y decidí que me iba a vengar de JungKook por levantarme tan temprano. Sabía que me iba a costar, que Kook me lo haría pagar caro después, pero mis ganas eran mayores.

Me levanté y me senté en frente de YoonGi para dedicarle toda la atención. JungKook miró mis movimientos sin poder creerlo. Lo ignoré y sonreí al gato quien me miraba confuso.

Sentía que Kook estaba enojándose poco a poco, pero seguí con mi jueguito.

-- ¡Dios, que tenso estás Kook! -- Exclamó Lisa. -- ¿Ocurre algo? -- Siguió preguntando, burlona.

Esta había entendido que algo estaba pasando, y le estaba echando más leña al fuego.

--  No. -- Respondió antes de desviar la mirada molesto.

Me dolía verlo así, porque yo solo lo quería a él. Pero quería vengarme absolutamente.

El problema, es que JungKook reaccionó mal y se levantó cabreado para irse a su habitación.

Me levanté igualmente preocupada, no era la actitud habitual de Kook.

Una vez en nuestra habitación, lo vi sentarse en la cama y tomarse la cabeza entre las manos.

-- Kookie... -- Empecé, sin saber realmente qué decir.

-- ¿Te molestaste? -- Pregunté sentándome al lado de él y finalmente dándole la atención.

-- No. -- Respondió serio.

-- ¿Qué pasa entonces? -- Seguí acariciándole la espalda.

Este suspiró y  pareció estar buscando sus palabras para una respuesta.

-- No quiero... -- Empezó mostrándome su rostro entristecido. -- Ji, no quiero enamorarme de ti. -- Explicó quieto, con un hilo de voz.

-- Pero... Conejo, esto es un juego, solo somos primos, no pasará... -- Contesté buscando su mirada escondida por su pelo.

-- No Pulga. Sentir rabia cada vez que miras a alguien más y estar mejor cuando te dan la atención no es un juego. -- Declaró, dejándome perpleja.

-- Lo he pensado, negado y todo lo que puedas imaginar. ¿Pero sabes qué? Me gustas y no le puedo nada. -- Suspiró, tapándose los ojos.

Por no saber qué decir, solo atiné en posar mi mano en su espalda. Parecía que JungKook sabía de lo que hablaba, estaba seguro de él.

-- Yo... No te veo como mi prima, ¿entiendes? Te veo como una mujer... Como mí mujer. -- Siguió la voz temblorosa.

-- Perdón, no debería hacerte sentir incomoda. -- Se disculpó, casi sollozando.

Sentí una punzada en mi pecho, no quería tenerlo sufriendo de esa manera. Le tenía mucho cariño, me dolía un montón verlo mal.

-- Kook, tú no me haces sentir incomoda, solo estoy sorprendida porque me lo he renegado una y otra vez. -- Respondí.

Ahora que lo pensaba... Cuando veía al hombre enfrente mío, era como estar con quien amaba. Era de una imperfección perfecta. Era una hermosura y un encanto. Cuando no estaba con él, lo extrañaba.

Quizás estaba confundiendo cariño con amor, por miedo a que me guste mi primo... Lo habíamos hablado con Lisa, habíamos establecido que no me podía gustar JungKook. Tal vez era por eso que había negado mi amor por él.

El tiempo nos había hecho adultos, con todo lo que tiene aquello. No sabíamos lo que era el amor, antes. Tal vez era por eso... Me estaba confundiendo todo, no podía dejar de poner en relación las cosas.

Todas esas dudas me vinieron al espíritu cuando JungKook se me confesó y me habían dejado sin habla.

Decidí dejarme un tiempo para calmarme y pensar tranquilamente en lo que pasaba. La mejor manera de hacerlo, era seguir el día y relajarme.

-- Kookie, necesitamos tiempo, relajémonos. -- Aconsejé abrazándolo, intentando reconfortarlo.

Este bufó sonriendo y secando sus lágrimas, para después corresponder a mi abrazo.

-- Viste... Eres lo mejor que hay en el mundo beba. -- Susurró, un poco más calmado.

Todo este trágico episodio había partido de una simple venganza por una levantada temprana estúpida.

-- Sabes, sólo quería vengarme de haberme despertado temprano, pero al único que quería mirar, eras tú, Conejo. -- Agregué, separándome de él y arreglando su cabello.

-- Está bien Pulga, soy yo el celoso de mierda. -- Respondió, pareciendo no atreverse a mirarme o tocarme.

No quería dejar de tener contacto con él, aunque no estuviera segura que era la correcto.

Lo besé rápidamente para volver a abrazarlo. Me había vuelto dependiente de su tacto, pero todavía no sabía si de sus palabras también. En otras palabras, me gustaba todo lo físico, pero no sabía si su interior también.

Deseaba con todo mi corazón que no, era lo peor que nos podía ocurrir. No debía corresponder al amor de mi primo ya que luego nos dolería no poder estar juntos.

-- ¡Jungkook! Ya estamos llenando la piscina! -- Voceó mi tío desde abajo de las escaleras.

-- Ya Beba, vamos. -- Mandó dándome unas palmaditas en los muslos, fingiendo una sonrisita.

Gracias por leer ❤