𝟏𝟑

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En esa oscuridad de la habitación, todo se volvía más misterioso. Los dos enormes hombres tenían el control sobre mí.

Sabía que los próximos momentos serían dificiles para mí. Íbamos a experimentar nuestro primer trío en casa ocupada por lo que me tendría que aguantar de cualquier ruido indecente.








Los dos calientes y gigantes hombres se encontraban rodeándome. Me habían agarrado uno por las caderas, otro por la cintura y habían empezado a friccionar su pelvis en mí. Me privaron de oxigeno cuando empezaron a usar sus bocas cada uno de un lado de mi cuello.

No sabía dónde ponerme de lo mucho que me estaban poniendo.

-- Dios, no sé si esto sea una buena idea. -- Susurré agitada.

-- No la es, pero ya no tienes salida. -- Contestó Jungkook.

Yoongi soltó una risa en mi cuello, dándome escalofríos por el aire que corría por ahí. Las manos que estaban en mi cadera bajaron a mi trasero, eran las de Kook. Las que estaban en mi cintura subieron, buscando llegar a mi busto.

Antes de empezar, Kook había establecido que no quería que Yoongi toque mis labios. Este odiaba la idea de compartirme, pero era el trato.

Entonces, el conejo aprovechaba de su prioridad y besaba mis labios.

-- Está teniendo mucho calor. -- Comentó Yoongi riendo.

Cómo respuesta, su hermano me sacó su polerón y se alejó de nosotros.

-- Excítala. -- Mandó Jungkook, haciendo ver una sonrisa en el rostro de Yoongi, iluminado por luz de luna.

Bajo las caricias de mi otro primo, escuchaba como Jungkook se quejaba y suspiraba. Me calentaban los movimientos del gato, pero no me volvían loca como los del conejo.

A pesar de no tocar a Kook, sentí conexión con él, a través de sus suspiros cuando se brindaba placer mirándonos.

Entre Yoongi y yo, fuimos desvistiéndonos en medio de toqueteos y gemidos. Una vez en ropa interior, JungKook volvió al ring, deseoso y desesperado. Rozó su paquete ya prendido por mi trasero, este apenas cubierto por las bragas que él mismo había elegido.

Cabe mencionar que mi trasero seguía cubierto por marcas de golpes que no pasaron desapercibidos para el gato.

-- Dios, qué le hiciste... -- Reprochó el chico a su hermano, la voz agitada.

-- Se ve bonita y buena, pero esta Pulga es una chica muy mala. -- Justificó con una media sonrisa y un agarrón de culo.

-- ¿Y si mejor se callan y me follan? -- Propuse, dando la evidencia de lo anteriormente dicho por Jungkook.

Escuché un bufido y unos susurros incomprehensibles antes de ser empujada bruscamente por los brazos de Kook hacia la cama.

Luego, unas manos me quitaron lo que seguía trayendo encima del cuerpo, escuchando al mismo tiempo un ruido de plástico.

-- Te dejo empezar. -- Anunció el conejo colocándose detrás mío y tomándome en sus brazos.

Al segundo, Yoongi había doblado mis piernas hacia los lados, teniendo mi entrada despejada y abierta. Sentí un beso en la cabeza y unas manos entrelazarse con las mías, era Jungkook. Tras sentirme protegida, el gato entró en mí, a una velocidad suave. Cuando chocó con mi cuerpo, apreté la mano de Kook y posé mi cabeza en su hombro aguantándome de gritar.

Siendo penetrada por Yoongi, JungKook me estaba enfermando con sus quejidos ahogados al mismo tiempo. Le dolía el roce que tenía con mi espalda y le gustaba tenerme gimiéndole prácticamente en la oreja.

Media decena de minutos más tarde, el gato estaba por terminar su turno, Kook sufriendo de su doloroso problema en el cual me estaba respaldando.

-- Listo. -- Suspiró Yoongi satisfecho saliendo de mí.

Jungkook se inmutó al segundo y me tomó de las caderas. Adentró de una su masculinidad con fuerza, haciéndome caer del otro lado con las manos sobre la cama, quedando en cuatro con las piernas bien separadas. Solté un gritillo leve por la sorpresa, pero me acallé al segundo.

-- Guarda tu hermosa voz para cuando te autorice usarla, beba. -- Susurró, el hombre con un aire de regaño.

Escuché una carcajada de Yoongi, parecía saber lo duro que era su hermano.

-- Y tú, mejor ayúdame a hacerla llegar, que está difícil. -- Pronunció en voz baja con dificultad.

Sentí caricias en uno de mis pezones y en la zona del clitoris al instante, además de roce de labios en mi cuello. Lo último me hizo instantáneamente sentir temblores de pies a cabeza y morderme los labios para no hacer ruido.

Jungkook brutalizó y profundizó sus movimientos soltando pequeños suspiros ahogados, imitándome de alguna manera. Gracias a los dos hombres, sentía mi estasis llegar. Dejé de oxigenarme, no podía respirar, por todo lo que sentía en el momento.

Un par de minutos después, me habían acabado y Jungkook salió lentamente de mí.

-- Están locos. -- Comentó Yoongi riendo mientras se vestía.

Suspiré y me dejé caer en la cama sin siquiera cubrirme con algo. Jungkook fue a cerrar la puerta detrás de Yoongi, estos aprovecharon para aclarar unos asuntos.

-- Quién hubiera imaginado que la Pulga iba a salir tan buena... -- Susurró el gato.

-- He cumplido mi parte del trato, ahora te toca a ti. -- Cortó su hermano serio.

-- Solo fue por hoy, ahora no la toques. -- Agregó cerrando la puerta.

Jungkook volvió hacia mí y se acostó conmigo apretándome contra él.

-- Estuvo increíble... Pero no lo soporté, no me gusta compartir. -- Afirmó haciéndome sonreír, ya media dormida.

-- Te quiero Jungkook. -- Respondí, haciéndolo suspirar de satisfacción.











8:43

-- ¡Pulga, despierta! -- Exclamó destapándome.

-- Dios, Kook déjame dormir. -- Me quejé revolviéndome en la cama.

-- Tengo... ¡Hambre ! -- Siguió.

No le contesté e intenté volver entrar al sueño. Al ver que no reaccionaba, el hombre suspiro hondo y se acercó.

-- Beba, levántate o te castigo. -- Amenazó en mi oreja.

-- Me vengaré. -- Suspiré obedeciendo.

-- Sí, sí, hazlo y verás. -- Continuó, pasándome ropa para taparme.

-- Hoy, me toca a mí ir a la ciudad a comprar. ¿Me acompañas? -- Propuso cambiando el tema.









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Summer Love [ 𝗝𝗝𝗞¹⁸ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora