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-- ¿Acaso nuestra relación es muy creíble? Jungkook... Yo te gusto y tú me gustas. -- Corté.

-- El juego ha terminado, ahora bésame. -- Finalicé.

El hombre analizó mi mirada y sin encontrar rastros de mentira o broma, se acercó a mí rostro agachándose. Unos segundos después, dio inicio a nuestro beso.






Aquella era la parte bonita de la historia. ¿Pero que se supone que venía ahora? ¿Qué haríamos con nuestro amor? ¿Nos esconderíamos? ¿Lo admitiríamos? Nadie sabía, pero ambos queríamos.

-- Qué... ¿Haremos ahora? -- Pregunté, una vez calmados.

El conejo suspiró y me tomó en sus brazos, contra su cuerpo calentito.

-- Amarnos Pulga, por fin amarnos. -- Empezó. -- He esperado este momento y espero aprovecharlo, dure lo que dure. -- Siguió suspirando.

-- Kook, yo... Tengo graves síntomas de enamoramiento. Pensaba que era cariño lo que te tenía, pero no. -- Suspiré, haciéndolo reír.

-- Beba, estamos en la misma mierda y perdón, pero no haré ningún esfuerzo para salir de ella. -- Replicó besando mi cabeza.

-- Estoy hablando en serio. -- Regañé mirándolo a los ojos. -- Pero somos primos. No creo... Que lo acepten. -- Finalicé, la vista baja.

-- Cosita... Tomemos el tiempo necesario. -- Aconsejó. -- Y disculpa... Pero estoy demasiado feliz y no lo podrás opacar con nada. -- Afirmó tocándome la nariz.

-- Además, son las dos de la madrugada, estoy muriendo. Creo que tengo que amarte demasiado como para soportar una levantada en plena noche. -- Agregó mirándome de arriba.

-- Está bien... Hablémoslo mañana. Pero, vayamos a dormir en el lugar de las fogatas mejor... Como antes. -- Propuse.

-- De acuerdo. ¿No tienes frío? -- Preguntó tomando mi mano.

-- No, estoy bien. -- Respondí entrelazando mis dedos con los suyos.

Nos dirigimos caminando hacia el lugar, los dos bien pegaditos. Ya habíamos podido soltar muchas preocupaciones, pero seguía teniendo una duda.

-- ¿Kook? -- Llamé.

-- Dime Beba. -- Contestó.

-- Entonces... Esto... Significa que el juego ha acabado, que no hemos ganado ni uno de los dos. -- Expliqué.

-- Creo que sé a lo que quieres venir. Pero no va a ser tan fácil, nuestros roles seguirán estando ahí, si es lo que te atormenta. -- Replicó haciéndome reír.

-- Gracias. -- Agregué simplemente, había entendido perfectamente.

-- En realidad, este juego... No creo que haya ocurrido realmente. Nunca hemos actuado, nunca fuimos un personaje. -- Empezó. -- Lo que hemos hecho solo fue descubrirnos a nosotros mismos... -- Suspiró.

Una vez llegados al lugar, nos acomodamos acurrucados, JungKook apretándome contra él. 

-- Aunque esto parezca una locura, un amor de verano, créeme que ahora que te tengo, no te dejaré nunca Pulga. -- Susurró cerca de mi rostro.

-- He esperado seis años para volver, de lo único que no tengo ganas es de irme. -- Respondí antes de cerrar los ojos.

Ambos nos dormimos a los minutos, bajo la respiración del otro. Sin duda, nos liberábamos de un peso gigante, aunque sabíamos que lo peor estaba por venir.





9:36

-- Dios... Aquí están. ¡Par de tarados! -- Exclamó la voz de Lisa despertándonos.

-- Los estamos buscando de hace media hora. -- Regañó destapándonos.

Nos quejamos por el frío y por el repentino despertón.

-- Aggh... Vete, estúpida. -- Insultó su hermano sobándose los ojos.

-- ¿Qué hacen aquí? -- Preguntó esta, sin entender.

-- La Pulga se despertó en la madrugada con ganas de caminar y pues terminamos aquí. --Explicó la voz rugosa.

-- Ustedes están locos. Los esperan para el desayuno, vayan rápido. -- Mandó.

-- Está bien, ya vamos. -- Avisé arreglándome el cabello.

Lisa nos dejó por lo que quedamos en total intimidad para levantarnos tranquilos.

-- Buenos días. -- Susurró con una sonrisa una vez parado, agarrándome la cintura y robándome un pico.

-- Buenos días Kookie. -- Respondí.

Ya podíamos comportarnos como debía. Ya podíamos amarnos, entre nosotros por lo menos.

Ahora, habría que ver lo que haríamos una vez en el contexto de la familia.





15:23

Estaba en el techo con Lisa, pues necesitábamos conversar entre primas. Por mi parte, necesitaba desahogarme.

-- Te ves... ¿Triste? ¿Qué ocurre pitufa? -- Preguntó la chica preocupada.

-- Es que... Estamos en problemas, en grandes problemas. -- Afirmé.

-- Qué cagada te mandaste ahora... -- Preguntó riendo.

-- Lisa... Es enserio. -- Empecé. -- Pasó... Lo único que no podía pasar. -- Seguí cabizbaja.

-- Dios, no digas eso que me asusto. -- Respondió, dejando de reír. -- Te... ¿Llegó la bendición? --Preguntó con miedo.

-- ¡No! ¡Cómo dices eso! -- Exclamé con una pequeña sonrisa. -- Me refiero a que... Me gusta Jungkook, y de verdad. -- Solté tapándome el rostro.

-- ¡¿QUÉ?! Estás... -- Exclamó tapándose la boca.

-- Si lo sé... Lo arruiné todo. -- Respondí la mirada en el piso.

-- ¿P-pero y él? -- Tartamudeó.

-- Dios... Él también. -- Respondí, sin yo misma poder creerlo.

-- Pero... Jiwoo. ¿Qué mierda van a hacer? -- Preguntó paralizada.

-- Lisa, yo... Lo amo de verdad y desde hace mucho tiempo... Solo que confundí el cariño con el amor. -- Admití.

Lisa se quedó sin palabras por unos minutos, pues no sabía que hacer. Después de un rato suspiró, pareciendo saber que decirme.

-- Está bien. Pitufa... No podemos hacer nada, ya está hecho. Aunque no entiendo cómo te puede gustar un tal imbécil. -- Afirmó abrazándome para luego levantarme.

-- Fue complicado... Te juro que no quería hacerlo, pero me fue inevitable. -- Expliqué en voz baja.

-- Lo único que debes hacer ahora es asumir... Deben decirle a la familia, que no van a ser felices escondiéndose. -- Agregó.

Ella tenía razón, pero no era fácil. Estaba completamente decidida en decirle a la familia, pero no sabía cuál era el momento adecuado.

-- Mientras más pronto, mejor. Imagínate, si lo toman bien... -- Aconsejó levantándome.

-- La verdad es que se ven muy bien juntos, se ve que están hechos el uno para el otro. Pero no sé cómo lo tomarán los abuelos, mis padres... -- Finalizó tomándome del hombro y yéndose dentro de la casa conmigo.





Gracias por leer❤

Summer Love [ 𝗝𝗝𝗞¹⁸ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora