Yo Sanaré tus heridas [NaruSaku] +18✔

Esto no acaba aun...

Sasuke

No siempre fui así.

No siempre fui un maldito que goza del maltrato.

Desde niño mi querida madre me trató como un ángel, mi padre a diferencia de ella no fue dulce conmigo, me trató como a un hombre adulto. Sin amor y sin sentimientos, pensé mucho tiempo que no me quería hasta que me dejó toda la empresa a cargo diciendo que para eso me había criado como un adulto. Se lo agradecí pero mi frialdad ya estaba saliendo a flote.

Mis primeros días de trabajo fueron pesados, mi madre llegaba todos los días para llevarme comida hasta que yo le dije que parara de hacerlo, me obedeció y jamás volvió a poner un pie en ese lugar. Me sentí triste ya que para ella yo era su única muestra de cariño, mi padre no fue dulce con ella, fue como un dictador. Sin amor y sin piedad, nunca supe si le pegaba o algo por el estilo pero me imagino que no.

Un mes y mi vida ya era más pesada, con 20 años de edad, yo era el empresario más joven con una gran compañía de hoteles.

Entonces pasó, la vi entrar al edificio con una gran sonrisa y muy nerviosa, yo me encontraba en el lobby con algunos clientes, su cotoneo me provocó, supe que recursos humanos estaba contratando por qué habían más personas ahí con ella, igual de nerviosos.

Me despedí de los clientes con un apretón de manos y caminé hacia el ascensor no sin antes mirarla. Su cabello era totalmente diferente ¿se lo teñira? Normalmente me voy a la oficina pero esta vez fui a ver al jefe de recursos humanos, le dije que contratara a la chica pelirosa y sin preguntar el porqué de mi decisión asintió. No tenían por que preguntar de todas maneras.

Pasaron los dias y su primer día de trabajo llegó, me pasaron su currículum pero no tenía experiencia de trabajo, se graduó muy joven con excelentes notas. Miré su foto, era muy hermosa.

La hice mi gerente en menos de un mes, tenía curiosidad de ella y la llamé para aclarar unas dudas de trabajo, aunque no era esa la intención.

Tocaron la puerta y ella entró, llevaba puesto un vestido pegado a su cuerpo, tenía bien formadas sus curvas.

No la había visto tan de cerca hasta ese día, tenía unos preciosos ojos verde jade, su cabello de un rosa natural y pálido, piel blanca con algunas pecas claras en sus pómulos, nariz pequeña y labios carnosos. Muy apetecibles.

—Buenas tardes señor Uchiha.—dijo. Tenía una melodiosa voz.

—Siéntate por favor.

Me levanté y le indiqué con mi mano la silla en frente de mi escritorio.

La noté un tanto nerviosa y eso me gustaba de alguna manera, me senté y la miré.

—Tranquila, te mandé a llamar para que me expliques todo lo del hotel del centro de la ciudad, ya que eres como mi mano derecha necesito llevar todo ese papeleo yo también. —digo.

—Si, claro, verá...

Así es como la conocí ese día, me dijo todo lo que necesitaba saber de ella, es inteligente no lo niego. Sabe desenvolverse muy bien.

Desvie un poco las cosas y le pregunté como fue que se graduó, me contó una triste historia de su vida y de como salió adelante.

Después de ese día cambió todo, la invitaba a salir, tal vez al cine y a comer a algún restaurante caro. Los días fueron pasando y me fui enamorando de ella.

La llevé a casa por suerte ese día no estaba mi padre, mi mamá la adoró. Sakura era la mujer perfecta en todos los sentidos.

Hermosa, joven, inteligente y con un futuro por delante y con mucho éxito y lo mejor, lo haría junto a mí.