Yo Sanaré tus heridas [NaruSaku] +18✔

Ni se te ocurra.

Sakura

Llegó como un caballero como dicen, y así fue verlo en frente de mi con su mirada afligida por mi, es tan dulce yo no valgo la pena para él. Seré quizá solo un mal para su vida.

Me llevó a su casa y me trató como yo esperaba que me trataran toda mi maldita vida, con amor.

Me miró desnuda, su rostro de dolor me dolía, no quería que él se viera obligado a cuidar de mi. De esta alma en desgracia. No quería su lástima.

Le conté todo, cada detalle porque la verdad ya no importaba, ya no. Sus puños estaban blancos de tanto apretarlos. Yo sólo lloraba.

Me abrazó con tanta delicadeza y me besó. Un beso en mi cabeza el cual jamás me habían dado sólo mis padres cuando lloraba en mi habitación por algún error mio.

Se fue a trabajar quizá, sólo lo vi ponerse su traje y se despidio de mi, salí a la terraza un momento parece que estábamos en el último piso, me incline y estaba muy alto miré las plantas algo secas, miré la pequeña regadera y fui adentro por agua, salí de nuevo y dejé la regadera en el suelo, caminé y un impulso me hizo pararme en un banquillo que estaba en la orilla miré abajo y aprete mi camisa y lloré.

—Si me quito la vida ahora ya nadie sentirá culpa por mi. Quiza les haga un bien después de todo.

Mis ojos se nublaron por el llanto. Miré abajo y di un paso.

<<la puerta se abrió>>

Bajé de ahí me senté cerca de las flores y las comencé a regar, me moje la cara con el agua y me limpié con la camisa.

—Sakura. —su voz angustiada me comprimio el pecho.

Me giré y lo vi preocupado, que tonta hubiera sido si hubiera cometido un suicidio. No sería capaz de dañarlo. No a él.

—Oh hola Naruto sólo estaba regando tus flores, parece que no las riegas por mucho tiempo. —se acercó, tocó mi cabello y me acarició mi mejilla.

—Ah eso si... yo no las riego desde hace mucho ¿te gustan?. —me gustaba sentir sus caricias, tanta delicadeza en sus manos.

—Si, mi madre tenía un jardin y yo le ayudaba a mantenerlo alegre. —cierro los ojos disfrutando estar con él.

—Pues, ahora tienes muchas que cuidar si quieres. —dice con una voz tan dulce.

—Pero esta no es mi...—niega dando a entender lo obvio.

—Lo es, ahora es tu casa también. Y... quiero Sakura que pienses las cosas bien con tu... con él. ¿que quieres hacer?. —mire la ciudad y suspire.

Sabía a que se refería y tenía sólo una opción después de todo esto, era dejar todo atrás y comenzar de nuevo aunque hace unos minutos hubiera querido acabar con esto de la manera más cobarde.

—Quiero... quiero divorciarme.

Él me levanta la mirada con su dedo en mi mentón y me sonríe.

—De acuerdo. Te ayudaré a salir de ahí.

Le sonreí y lo primero que hice fue buscar a un buen abogado. Naruto me recomendó a uno muy bueno. Neji Hyuga.

Después de varios días ya me había acostumbrado a estar con Naruto, trabajada desde casa para que mis heridas sanaran más rápido y regresar muy pronto.

Pero había otra cosa más y era que también no quería que él me buscara no quería verlo para nada, tenía un miedo que él me llevará a la fuerza a la casa.