Pobre asesina...

1.2K 69 15
                                    

Narra Jeff

Jane-Espero acostumbrarme, sino moriré, ¿oíste? ¡moriré!-rió descontroladamente.  

Sin nada más qué decirle, me retiré encantado. Era un misterio, un enigma que no podía resolver y mi egoísmo suplicaba tener todo resuelto. Metí mis manos a mi bolsillo donde se encontraba mi cuchillo. Lo acariciaba lentamente y me hice pequeños cortes. Llegué a una tienda donde entré con la capucha puesta. Tomé un vino al azar para empezar a beberlo enfrente de la mujer en la caja registradora, con cinismo.

Policía-Señor, primero tiene que pagar. Por favor vaya al cajero y...-no pudo terminar, ya que yo lo apuñalé en su estómago.

Estoy harto de las reglas

Ya podrán imaginar qué sucedió después. Tener la sangre de esas dos personas en mi rostro me hizo sentir bien, era fría y con un olor agradable. Al decir mi frase "Go to sleep" me retiré como si nada hubiera pasado. Lo primero que me esperó cuando llegué a mi "hogar" fueron gritos pero esta vez de Nina.

Narra Nina

No podía dormir aunque quisiera ya que mis ojos ardían. Era desesperante pero por una parte sentía que el pasar de los segundos se volvían una marca mientras mis ojos se secaban.

¿Perderé la vista?

Grité, observando el cadáver de mi hermano y lo abracé. Todavía podía escuchar los lentos y suaves latidos de mi príncipe que "dormía" placidamente.

¿O mi cordura?

Jeff-¡¿Qué te pasa?!-azotó la puerta.

Nina-¡MIS OJOS!-rió, su risa era tan contagiosa.

Jeff-Saca tu cuchillo-hice lo que me ordenó-Ya no arderá si haces esto como debes, sino morirás-escuché atentamente. Él se hacía cortes en los brazos hasta sacar pequeñas lágrimas, así sus ojos se humedecerían. Hice lo que entendí y me sirvió demasiado.

De nuevo me salvas

Nina-¿Cuándo podré mandar a dormir?

Jeff-¿Por qué me lo preguntas? Ahora eres libre, ¡haz lo que quieras!-me sentí emocionada por la nueva vida que me entregó, una sin reglas ni dolor.

Nina-Entonces iré. Te lo debo todo Jeff, me has sacado de mis problemas

Narra Jane

Observar la luna en la ventana era realmente cómodo. La luz brillaba en mi máscara, haciendo que mis ojos se reflejaran. El viento era frío como siempre y mis rasguños ardían por ello pero cierta costumbre me obligaba a que no me importara. Los gritos de Nina interrumpieron mi tranquilidad.

Un rostro deformado no alivia el dolor

Minutos pasaron y todo seguía igual hasta que me di cuenta que no eran gritos de dolor, sino de emoción. 

Tampoco el trato con un demonio

Bajé las escaleras, tratando de que no rechinaran demasiado y los vi completamente ebrios, con sus prendas manchadas de sangre; en el suelo habían botellas rotas de bebidas alcohólicas.

Jeff-¡Vamos, pruébalo! ¿Matas a tu familia pero no fumas?-era deprimente ver una vida arruinándose. 

Nina-Está bien. Ya cállate-agarró un cigarrillo y lo prendió.

Jane-¿Contagiándola de tus sustancias asesinas?

Jeff-¿No te das cuenta de que ella está feliz? Estaba triste en su anterior vida y mírala ahora, es el paraíso-el olor no era normal, así que me di cuenta de que era marihuana.

No me quiero enamorar de ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora