Por años ha habido dos clanes de Exorcistas que han tenido el deber de erradicar y proteger a las personas de los espectros que acechan la costa cercana.
Pero una disputa hizo que ambos clanes se separaran, el clan Minamoto pensaba que lo mejor era...
En un cuarto oscuro se encontraba una chica de cabellos crema con las puntas de color verde y de ojos rubí, o bueno tenía que ser de color rubí.
La adolescente de ojos opacos solo llevaba puesto un vestido blanco de tirantes bastante sucio con varios vendajes en su cuerpo, estaba recostaba en un colchón viejo.
Había olvidado como era el exterior.
Todo estaba bien en su vida hasta que un chico de su colegio empezó a cortejarla para que sea su novia, al principio pensó que se trataba de una broma de sus compañeros, pero él demostró que no era así.
Con el paso de los días él se mostraba atento hacia ella y nunca la molestaba por sus tobillos.
Había pensado que al fin un chico estaba realmente interesado en ella.
A veces la realidad es muy cruel.
Su relación duro un año de noviazgo ya con ambos terminando la secundaria. Fue cuando le pidió una prueba de su amor.
Ella se había puesto roja ante eso, después de todo había escuchado de las supuestas "pruebas de amor" de sus compañeros.
Pero solo se mostró equivocada cuando el otro saco una pequeña bolsita la cual contenía un tipo de monedas plateadas.
El las llamo emparejamientos, solo necesitaba que comiera una para probar su amor.
Ese fue su error.
Le había hecho caso a su pareja y termino comiendo una. Después de ahí se volvió borroso, cuando despertó se encontró en una habitación oscura.
Fue ahí en donde conoció la verdad, él la había utilizado con otra chica para maldecirlas en sirenas.
Todos los días venía con alguien a tirarle un cubo de agua para luego arrancarle las escamas que brotaban de ella de ahí las vendas que la cubrían.
Aparentemente las escamas que brotaban de ella eran vendidas por un precio alto.
El tiempo paso y nadie venía a buscarla. Pero había calculado al menos dos meses desde que le fue privada su libertad.
La otra chica que fue una víctima igual que ella se había suicidado no hace poco para frustración de sus secuestradores.
Tal vez solo faltaba poco para que ella pereciera.
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- El clan Yugi siempre está abierto para los desafortunados –
- Si necesitas ayuda, busca al clan Yugi –
- Solo los Yugi ayudan a los espectros necesitados –
Es lo que susurraban algunos yokai a la chica dormida.
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El ruido de pasos se escuchaba en un bosque de la ciudad de tokio.
La chica aprovecho la oportunidad de escapar cuando sus secuestradores se habían distraído a la hora de llevarla a una camioneta.
No sabía que había causado tanto miedo a ellos, pero fue lo que necesito para escapar de ellos.
Al fin podía obtener su libertad.
- oh! Mira lo que tenemos – Dijo alguien desconocido.
En enfrente suyo se encontraba un alfa con vestimentas de la era Shosei con dos orbes de color negro a su alrededor.
Estaba segura que no había nadie ahí hasta que escucho su voz.
Una parte de ella quería contarle sobre su secuestro, pero no podía. Pero cada centímetro de su cuerpo no quería responderle. El alfa tenía algo que gritaba peligro.
