6 parte I

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Mi nombre es shinso hitoshi

Y acabo de hacer enojar a mi superior

Ni siquiera sentí el momento en el que entro pero cuando me grito tuve que reprimir un gruñido, la primera acción que toma un alfa al darse cuenta que quieren algo que le pertenece, lo único diferente en esta situación era que el muchacho que estaba encima de mí no me pertenecía y por la fuerza del grito de mi superior sería difícil que lo hiciera.

Dirigí mi mirada molesta hacia la puerta y recibí una aún más fuerte, creo que era la primera vez aizawa se molestaba conmigo.

En cuanto entro a la habitación las feromonas de ambos se dispararon, fue inconsciente, fuimos inconscientes y el muchacho rubio que no hace mucho estaba débil y se apoyaba en mí sin ninguna queja, se levantó silencioso dejando caer el pañuelo, olvidamos la pequeña batalla al ver su condición, lo ayude a caminar agarrándolo del brazo izquierdo y aizawa del lado derecho, salimos de la habitación al pasillo, al final de este había una puerta de metal, seguramente su habitación, cuando llegamos allí tuve que voltear hacia un lado debido a la pequeña mirada de advertencia  del azabache, un detector de huellas y teclado de números, me preguntaba que clave pondría una persona como el rubio.

Una vez abierta la habitación solo aizawa entro con el chico, ni siquiera me atreví a mirar dentro del cuarto y me puse a un lado de la pared, fue entonces cuando fui consciente de que no se oían reclamos de afuera de la casa, sin darme más tiempo de pensar mi coronel salió de la habitación cerrando la puerta detrás de él, no hablamos.
Nos quedamos callados en un ambiente incomodo, sabía que sería severamente castigado lo que no pude prever fue que no sería exactamente por él.
Podía sentir la mirada acusatoria sin embargo no voltee a verlo.
El tiempo que paso tal vez no fueron más que dos minutos, pero fueron minutos en los que me sentí completamente un imbécil.
Después de todo,  mis acciones no fueron las correctas en toda esta situación.

No pude formular ni una palabra y cuando quise hacerlo fui detenido por un ruido de adentro de la puerta de metal.
Fue un objeto golpeado en la pared y luego de ese siguieron un par más, hasta que distinguí el ruido de un foco rompiéndose en la puerta lo que causo que me sobresaltara pero a aizawa no, como si estuviera acostumbrado suspiro, me agarro del hombro y dimos unos cuantos pasos hacia atrás, quedando a dos metros de la puerta y viendo hacia esta, yo no entendía nada.

Hasta que él salió de la habitación.

Las botas hacían que sus pasos resonaran aún más fuertes.

La ropa que llevaba era completamente de negro e incluso tenia puesto guantes del mismo color, no dejaba a la vista ni un rastro de su perlada piel.

La máscara de gas que tenía puesta era plateada.

Y lo único que se podía apreciar eran esos ojos tan rojos con rubí emanar ira pura hacia… mí.

Tal vez era masoquista, pero era hermoso.

Se acercó rápido y me agarro violentamente de la muñeca, me llevaba hacia afuera y oh mierda, iba a doler.

Casi caigo por las escaleras y tropezaba cada rato por la rápido que me jalaba, escuche que aizawa había dicho algo pero no lo comprendí y al parecer al rubio no le importo.

Abrió la puerta y me tiro hacia afuera.

Mi equipo lo vio algo cómico, para ellos la puerta se abrió y yo salí volando por lo menos tres metros y rodé un metro más hasta quedar de frente al cielo ja,ja,ja.

Yo… grite, me queje del dolor, las heridas aun dolían, las costillas rotas no se sanan en dos días.

- ¡TÚ! ¡MALDITO PEDAZO DE MIERDA! – me grito desde la puerta, vi como mi equipo era detenido por aizawa con un simple ademan mientras el rubio se acercaba a mí, me sujeto del cuello para seguir ¿hablando? – ¡me vas a decir como carajo entraste! ¡O será lo último que habrás hecho en toda tu patética vida!!

ultimo OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora