NO TE RINDAS #3

CAPITULO 22

LÍA

Veo a la chica durmiendo en cama de mi hermano, esta hecha un ovillo bajo las cobijas, a veces susurra cosas sin sentido, pero siempre finaliza con el nombre de ese hombre, en realidad el amor es el único sentimiento por el cual se vive, por el cual se lucha y se encuentra paz, pero también es el único capaz de calarte tan hondo que puede destrozarte en el proceso

- ¿quieres una copa nena? – pregunta Ian

Sus brazos rodean mi cuerpo desde atrás y su pecho se une a mi espalda, ambos miramos a su hermana, yo con demasiados sentimientos encontrados y él con curiosidad

-no sé qué pensar ahora – susurra este en mi oído

Asiento de acuerdo con él

-debemos darle tiempo, por lo menos quiero saber que paso para que Aliana odie tanto a Iris, ella no tuvo la culpa de enamorarse del mismo hombre, ¿o sí? – pregunto girándome en sus brazos

-nadie tiene la culpa de enamorarse – susurra acercándose a mis labios – fue culpa tuya el que deseara postrarme cada mañana a tus pies y decirte lo hermosa que eres – da un casto beso en mis labios

Sonrío con los ojos brillantes, lo miró fijamente, mi corazón se acelera al entender en sus ojos todo lo que no dice su boca

-yo ... - mi respiración se corta junto con la de él – también te amo nena – mis piernas parecen gelatina

¿lo dijo?, mierda si lo dijo, en serio, es en serio, ¿esta es nuestra oportunidad?, porque si no es así entonces por favor que caiga un rayo sobre mí, bueno, mejor el techo

-somos muy hipócritas por hacer esto justo frente a una ebria despechada - afirmo risueña

-entonces seamos los más hipócritas sobre la faz de la tierra mientras me dejas hacerte mía hasta que el sol salga, solo que en otro cuarto – ambos reímos cuando finaliza su caliente petición

Y el sol salió horas después e ilumino mi espalda y mi trasero mientras Ian me penetraba en el mejor veinticuatro de la historia, hecho por nuestros cuerpos.

***

Dormí lo que parece diez minutos cuando escucho como algo es tirado al suelo así que salgo esperando ver a Iris, ella no está por ningún lado, pero si hay un jarrón volcado en el pasillo, intento abrir la puerta de su cuarto y descubro que tiene seguro

- ¿Iris? – llamo dando unos suaves golpecitos

-ummmm - ¿eso fue un grito?

-Iris, abre la puerta – pido

Algo anda mal

-no – grita – estoy ... estoy bien, solo rodé por el suelo cuando baje por un vaso de agua, dormiré nuevamente – habla apresurada

- ¿estás bien? – pregunto

-si querida, ve y duerme un poco más - dice más calmada

-okey – digo

Levando el jarrón y lo ubico en su lugar, paso nuevamente por su puerta y escucho susurros, vale, dejare mi paranoia y la ignorare, el reloj muestra que es medio día y el sueño me abandono así que después de cepillar mis dientes me doy una ducha rápida bajo a la cocina a preparar el desayuno ya que muero de hambre y el personal vuelve hasta mañana, preparo rápidamente una deliciosa avena con fruta picada, unto mantequilla en un par de tostadas y hago un poco de café, porque se me antoja una buena taza y se que a Iris le vendrá bien

- ¿hay una para mí? – su ronca voz causa escalofríos en todo mi cuerpo

-por supuesto que si – digo deleitándome con su maravilloso cuerpo