CAPITULO 24

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IAN

Hemos estado encerrados durante quince días en esta oscura y abandonada bodega, simplemente esperando al primer movimiento de Aliana y claro, el de Antonie, el que no la haya matado aquel día en que entro a su cuarto, no quiere decir que no lo intente una próxima vez, Iris no quiso hablar al respecto y lo entiendo, pero las dudas en mi interior no me dejan comprender de que va este juego de tira y afloja que tienen ese par, es por eso que entro a su cuarto buscando respuestas

- ¿Qué quieres? – pregunta gruñona

Como cada mañana 

-necesito respuestas – pido

Bufa y se sienta a la orilla de la cama

-pregunta – dice cansada

- ¿Por qué él no te lastimo cuando pudo? – pregunto nuevamente

Si, ya he formulado esta pregunta otras veces

-porque le carece de testículos – responde amargamente

- ¿estas segura de eso? – digo sarcástico

Se da cuenta y me lanza un zapato a la cabeza

-vale, no, si tiene, solo que cuando necesite que los usara inteligentemente no lo hizo, en cambio los escondió y se marchó – susurra

Mi prima era una pequeña extrovertida, competitiva y preciosa chica, inocente y curiosa, alegre y divertida, mi hermana vive una tormenta en su interior, carece de felicidad y su rostro se ve aflige al recordar a ese hombre, logro calarle hondo y provoco un daño irreparable

-si lo tienes frente a tu pistola, ¿jalarías el gatillo? – pregunto

Su cuerpo se tensa y sus manos tiemblan

-no – dice sincera – jamás podría matar al hombre que amo – susurra

Jodida mierda

-pero él si lo haría – respondo lo obvio

Me mira con lagrimas en sus ojos y se encoge de hombros

-me temo que si – responde

- no me dirás nada, ¿verdad? – pregunto

Me rindo

-no, la fuerza de voluntad que poseo me abandona cuando hablo, pienso y sueño con él, es una parte de mi pasado que quiero dejar allí, enterrado en el ayer – habla

Asiento de acuerdo

- ¿él te ama? – mi curiosidad gana

Sonríe de lado, recordando algo, luego la primer lagrima recorre su mejilla

-su amor es inefable, pero si lo hace, eso ya no importa – dice

Limpia sus lágrimas con brusquedad y se levanta

- ¿mi cuñada esta lista? – pregunta camuflando su dolor

-como cada mañana – respondo

Sonríe y sale sin decir más, una mujer herida es mas peligrosa que alguien tras una pistola y eso me lo han dejado claro dos mujeres en mi vida, mi mujer y ahora mi hermana.
En estos quince días mi chica ha entrenado cada mañana con las chicas, y vaya que ha aprendido, la curiosidad y su motivo por el cual aprender le han favorecido a la hora de defenderse y ya posee de mas habilidad, algunas noches he tenido que aplicar pomadas intentando aliviar su dolor pero a la mañana siguiente deja de quejarse y se levanta con la luz del sol a que le pateen el trasero nuevamente, pero vale, ya ah logrado golpearlas y esquivar unos cuantos así que le doy merito a su compromiso y la dejo seguir.

NO TE RINDAS #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora