CAPITULO 18

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IAN



Santa mierda, esta es la sensación mas magnifica que se pueda experimentar en la puta vida, por fin se me dio el milagro y tengo a la antigua Lía en mis brazos, si, digo antigua porque entre mis brazos se siente frágil, no protesto al acercarme a su cuerpo, ese que reacciona a mis palabras y caricias, por fin me muestra la Lía de la que me enamore perdidamente y no es que no ame su nueva versión, solo que esa versión es capaz de lastimarme sin meditar sus actos, mi antigua Lía pensaría antes de actuar y no diría las palabras con tanta firmeza que me destrozaron esa noche en punta cana 

-ummm – gime a gusto mientras profundizo el beso

Mi brazo la aprieta a mí intentando quitar todo espacio entre ambos, su lengua inicia una danza con la mía, probamos quien tiene el mando en la situación, muerdo su labio inferior permitiéndole tomar algo de aire y vuelvo al ataque, pego su hermoso trasero contra el mueble del lavamanos, sus manos toman vida propia y recorre mi torso, mi espalda y por ultimo le da un apretón a mi trasero

-traviesa – susurro y ríe sin interrumpir el beso

La temperatura empieza a subir luego de que la diosa de ojos verdes meta sus delicadas manos entre mi bóxer y siga manoseando a su antojo mi duro trasero, el beso empieza a ser más desesperado, más hambriento y mas excitante, Lía claramente sabe cómo generar una erección dolorosa

-Ian … no … no podemos seguir – habla entre besos

Jodida vida, lo sé, no estamos en condiciones, soy consciente, pero mi pene no piensa eso

-seré cuidadoso, no te frenes – digo sin pensar

Pero maldita sea mi vida, si frena, me aleja e inhala, expulsa todo el aire y me mira fijamente

-no estamos pensando con la cabeza fría – habla agitada – no quiero que ninguno salga lastimado – susurra

-me necesitas tanto como yo a ti nena, solo quiero sentirte una vez más – digo sincero – solo déjate llevar, olvidémonos de los sentimientos por un momento, necesito quitarme las ganas que tengo de hacerte mía nuevamente, ignoremos todo lo que hemos vivido, aquí y ahora solo estamos tu y yo, siendo unos simples conocidos tremendamente excitados y con ansias de más – me mira sin estar convencida – solo sexo nena, solo eso – miento descaradamente

- ¿quiere follarme señor Becker? – pregunta entrando en su papel

Sonrío de lado, como en los tiempos pasados, cuando solo quería llevármela a la cama

-seria un placer señorita Morel – respondo como todo un galán

Se acerca y abre su bata, dejándome ver un pijama diminuto que si acaso cubre sus curvas, sus enormes senos me hacen babear en un segundo, esa puta pijama parece una segunda piel envolviendo su bello cuerpo

-solo sexo – dice intentando ser convincente

Somos los únicos imbéciles al creer que esto será solo sexo, yo la amo y eso no lo cambiara nada, ni siquiera las putas palabras que me atormentan día y noche 

-solo sexo – susurro persuadiéndola

Asiente y la bata cae a sus pies

-quítate las bragas – ordeno

Ella obedece, sus mejillas se sonrojan al sentirse tan expuesta, muerdo mi labio al notar sus bragas húmedas, mi pene aprieta contra mi jean así que desapunto los botones y bajo la cremallera dejándolo respirar

- ¿serás una buena chica verdad? – pregunto dando un casto beso en sus labios

Me mira traviesa y me da una sonrisa ladina

-hare todo lo que me diga – responde sumisa

Mis testículos amenazan con sacar todo su contenido en cuanto habla así

-sube al mueble y abre tus piernas para mí – pido 

En cuanto hace lo que pedí me ubico entre sus piernas

-intenta no gritar – digo y estampo mis labios en los suyos

Mi mano libre viaja a su cuello y hago un recorrido con mis dedos desde su cuello, bajando por la unión de sus senos, llegando a su monte venus, abro sus labios vaginales y toco su manojo de nervios, gime ante el contacto

- ¿Qué quieres que te haga primero? – pregunto y la miro

-besa mis labios hasta llegar a mi boca – pide sonriendo

Mi chica traviesa, esta vez quien obedece soy yo, me arrodillo lentamente, y la hago subir las piernas hasta que las apoye en el mueble, beso en interior de sus muslos y viajo hacia su centro, mi mano imita el viaje en la otra pierna y la beso, en su pubis y luego lamo de abajo hacia arriba, gime dándome vía libre, con mi brazo la acerco más a mí y mirándola fijamente a los ojos entierro mi rostro en su intimidad, lamo, chupo, muerto y succiono

-carajo, aahhh – grita retorciéndose

Incremento la velocidad de mis lamidas, soy como un puto niño disfrutando de su dulce favorito, Lía gime e introduzco un dedo en su vagina, localizo su punto G y lo estimulo a la par que su clítoris, aumentando y disminuyendo las veces que se me da la gana

-no pares por favor – suplica entre jadeos

La complazco, sintiendo mi miembro palpitar y deseoso de atención, aumento las embestidas de mi dedo y lamo mas de prisa, sus paredes se contraen contra mi dedo y aumento la presión, Lía grita como una loca desquiciada, de sus ojos salen lagrimas y muerde su brazo cuando un fuerte orgasmo arrasa con su cuerpo, chupo su clítoris y por último lo muerdo alargando sus espasmos

-joder, Ian – música para mis oídos

Me levanto y la acerco a mí, sin darle tiempo a recuperarse, la beso haciendo que sienta su propio sabor, gimo gustoso al ser bien recibido
-vamos a la cama – pide saltando al suelo

Me toma de la mano y me lleva con ella

TOC.TOC

-esto es una broma – digo al escuchar el llamado en la puerta

Lía ríe y responde al llamado

-es el antibiótico que el señor Ian debe tomar – habla Sophie al otro lado

-oh, claro, Ian tu medicina – me llama haciendo que me acerque

Niego al caer en su broma, esta chica quiere hacerle notar a la pequeña enfermera que es a ella a quien le estoy bajando las bragas, me igualo a su intención y me acomodo mi enorme erección frente a la mirada de ambas, Lía me fulmina y Sophie quisiera salir corriendo, recibo las píldoras y las bebo con un vaso de agua que traía en la otra mano

-gracias Sophie – agradezco haciendo mi voz mas ronca

Sus mejillas y frente se tiñen de rojo y le guiño un ojo, cierro la puerta y Lía me fulmina

-eres un imbécil – me reprocha y camina hacia la cama

-solo quise seguir tu juego nena – la pincho, pero me esquiva – las pastillas me provocan sueño y aun necesito estar dentro tuyo – digo restregándole mi erección en su lindo trasero aprovechando que me da la espalda

La luz que entra por la ventana me permite admirar toda su silueta, tomo el dobladillo de su pijama y lo voy subiendo por su cuerpo, la tiro a una esquina y la giro, su brasier abandona rápidamente su cuerpo y se muestra a mi tal cual vino al mundo, desnuda en todo su esplendor, ella se hace de mi jean y lo baja junto al bóxer sin perder tiempo, ambos estamos como Adán y Eva a punto de probar del fruto prohibido

-ahora yo guiare – ordena

Me lleva a la cama y me hace acostar, no protesto por nada del mundo, la complazco en todo lo que me pide y gruño y jadeo como loco al sentir mi pene en su boca, chupa y se lo mete hasta su garganta, lo saca y vuelve a hacer el mismo procedimiento, sus dientes rozan mi glande provocándome espasmos

-joder nena, me voy a venir – comento a punto de hacerlo

Parece una profesional en felaciones

-no sin estar dentro mío antes – habla deteniéndose

Sube por mi cuerpo dejando un recorrido de besos hasta llegar a mi boca, se estira hacia la mesita y abre el primer cajón, saca un sobre plateado y lo rasga con sus dientes

-por si acaso – informa y me lo pone

Me rodea con sus piernas y ubica mi pene en su entrada, lentamente se penetra hasta la empuñadura y jade al sentirme completo, no paso desapercibido su gesto de dolor

-tómalo con calma linda – asiente

La acerco a mi y la beso como un poseso, consiento sus preciosos senos con mi mano y pellizco sus pezones sacándole un gemido, inicia sus movimientos de arriba hacia abajo tomándose su tiempo, permitiendo acoplarse, mueve sus caderas en círculos haciéndome gemir con fuerza, una sonrisa socarrona asoma en sus labios y niego feliz, sus movimientos se van intensificando, la profundidad empieza a parecer perfecta, sus senos chocando contra mi pecho y deslizándose por el sudor de nuestros cuerpos, mis caderas empiezan a moverse, recibiendo sus empujes, con mi mano presiono su lindo trasero contra mí, profundizando mis embestidas, me cede el control y me besa callando sus gritos, el sonido sordo de nuestros cuerpos al chocar y nuestras respiraciones agitadas se escuchan por todo el cuarto, sus paredes vaginales presionan mi pene

-vamos nena, muévete a mi ritmo – le hablo al oído

Sus caderas y las mías moviéndose al unísono, rápido, duro, hasta el fondo

-Iannnnn – grita jalando salvajemente mi cabello

Sigo penetrándola sin descanso

-mierda, aahhh – gimo al obtener mi liberación

Presiono nuestras caderas mientras me descargo en el puto condón, mi semen caliente sale haciéndome retorcer bajo el cuerpo de mi diosa

-joder – susurra  exhausta

Lía me saca de su interior y quita el preservativo, lo anuda y lo sostiene

-iré al baño, duerme – dice besando la comisura de mis labios

Cierra la puerta tras de sí, mis ojos pesan, el maldito efecto del medicamento reacciona y sin poder hacer más, caigo en un sueño profundo.

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