CAPITULO 10

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LÍA

UN MES DESPUES

IAN, IAN, IAN

¿podrás perdonarme?

Son las doce de la noche en Punta Cana, me encuentro sentada en la arena, frente al mar, justo en el sitio donde dije la mentira más grande de mi vida, recordando el instante exacto en el que destroce al hombre que amo con unas simples palabras

¿Por qué lo hice?, por una simple razón; proteger a nuestros hijos y a él por encima de todo, ¿lo puse en riesgo a él?, tal vez, pero sé que él habría hecho exactamente lo mismo, tal vez no de la forma en la que yo lo hice, tal vez, él hubiera optado por otra mentira, una con la que no me dañaría como yo lo hice con él

FLAHS BACK

- ¿estas consiente de que lo puedes perder por completo si llegas a decirle eso? – me pregunto Neil incrédulo

-claro que lo sé, pero, si no le digo eso ... si le miento de otra forma, él no se ira, no por un tiempo, y por lo que me acabas de contar, ahora es cuando mas lejos debemos estar – respondí mirándolo fijamente

Él solo asintió

- ¿Qué otra cosa se te ocurre? – le pregunto al borde del colapso

-aunque es el peor dolor que podría experimentar … es la única forma señorita – dice no muy convencido

-¿podrá perdonarme? – pregunto a la nada, mirando por la cortina

Ian juega con Ethan a la pelota mientras mis dos glotones descansan sobre una manta, Ethan logra esquivar un ataque de su padre y este feliz lo carga en sus brazos alagando su movida

-es un riesgo que se debe correr – responde a mi espalda Neil, tapo mi boca reprimiendo un gemido de dolor y mis mejillas se surcan de lágrimas – pero si todo sale como lo planeamos, seguro él entenderá – finaliza intentando animarme

FIN FLAHS BACK

Bebo otro trago de mi deliciosa crema de wiskhy, Baileys, mi favorita. Me permití tomarme unas copas ya que mis hijos han empezado a dejar mi leche en segundo plano, por un día que no les dé, no pasara nada
Ian se fue dos días después de aquella noche, lo hizo en la madrugada mientras sus hijos dormían, mientras creía que yo dormía, justo antes de subir al carro, subió su mirada a la terraza y me vio allí, de pie en una fría noche, me ignoro y se marchó sin despedirse.
Mi botella ya va por la mitad, ¿he tomado media botella yo sola?, no lo se y no me importa, ha pasado un mes desde la última vez que lo vi, el puto mes mas largo y doloroso de mi jodida existencia

- ¿vale la pena sufrir tanto por amar a alguien? – le pregunto a la luna, redonda y llena que me mira fijamente, ¿o yo la miro a ella?, que mas da

Tal vez, solo tal vez he bebido de más, camino lentamente hacia el mar, brinco hacia atrás cuando el agua helada moja mis pies

-joder – me quejo, pero me rio sin sentido

Entro nuevamente, esta vez acepto el frio, pateo un poco de arena y se pierde rápidamente en el agua, tan rápido como perdí yo a mi hombre de ojos grises

Mi celular vibra, pero lo ignoro, debe ser nana reocupada al no encontrarme en casa, si, debe ser ella, mi mano pica así que lo tomo finalmente, es un numero desconocido, lo ignoro y busco entre mis contactos, su nombre es el primero en la lista, sin pensarlo dos veces le doy en llamar

Suenas una, dos, tres y cuatros veces, luego se va a buzón, miro la pantalla ofuscada y gruño, respóndeme imbécil, necesito escuchar tu voz, marco una segunda vez, pero inmediatamente me manda a buzón, en un ataque de rabia lanzo el celular lo mas lejos que puedo hasta verlo hundirse en el mar

NO TE RINDAS #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora