CAPITULO 3

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IAN


-¿Qué dices campeón?, ¿ponemos juegos en el jardín? – intento convencer a Ethan de hacer una mini fiesta privada para su cumpleaños

-¿pero quienes jugaran conmigo? – refunfuña desanimado

-nosotros nene, todos nosotros jugaremos contigo – responde Lía a mi lado

-¿y no vendrían mas niños? – le pregunta directamente a ella

-no nene, recuerda que los niños ya entraron a clases, ellos no pueden venir pero cuando estén de vacaciones saldrás a jugar con ellos – miente de maravilla

-esta bien, pero quiero muchos juegos y pastel y helado – dice este animado, expulso el aire contenido agradeciendo porque mi hijo sea tan comprensivo

-lo que quieras nene – responde Lía despeinándole su melena rubia

-también quiero una bici – grita ahora mirándome a mi

-ya veremos – respondo guiñándole un ojo

-iré a jugar con mis perros – dice antes de salir corriendo al jardín 

Lía mira tras el cristal con nostalgia la escena de Ethan corriendo de lado a lado divirtiéndose

-¿Qué sucede realmente Ian? – me pregunta nostálgicamente

-no lo se – respondo sin mirarla a los ojos

Deseo alejarla de todo esto

-tuve que salir corriendo de una puta playa con toda mi familia, y ¿me dices que no sabes lo que sucede?  - grita aprovechando la privacidad momentánea que tenemos – debes decirme la verdad, son mis hijos Ian, mis hijos y por ellos hago hasta lo imposible -gruñe cada palabra

-lamento que haya pasado eso, fuimos sorprendidos dos veces en un mismo día – respondo sin opciones

Se de primera mano que a ella no le puedo mentir, tarde o temprano lo descubriría y seria mi fin

-¿Cómo que dos veces? -pregunta confundida

Resoplo de pronto mal humorado, me apoyo contra la pared y me fijo en un punto imaginario a lo lejos

-no quiero que lo sepas – respondo y me fulmina, siento su fría mirada sobre mi

-debes decirme, debo saber que es lo que sucede en realidad porque no entiendo un carajo – vuelve a gritar acercándose un paso

Le doy una mirada seria que la hace retroceder

-no te quiero exponer mas, necesito que tu y nuestros hijos estén lejos de toda esta mierda – pido rogando que no proteste mas

Boquea como pez fuera del agua pero al final calla

-¿quieres decir que debo encerrarme en estas cuatro paredes quien sabe cuanto tiempo? – pregunta bajo

-no aquí – respondo

Inhalo deduciendo su reacción

-¿en donde? – cuestiona interpretando mi mensaje

-los llevare fuera del país – doy un paso atrás temiendo por mi vida al ver su rostro contorsionado

-que carajos te pasa, no saldré del país, no  dejare a mi familia aquí – escupe irguiéndose

Sus senos se aprietan a la blusa ceñida que usa brindándome una vista magnifica

-ellos estarán protegidos, mis hombres los cuidaran – hablo retomando mi compostura

-¿Por qué sucede esto?, ¿Qué hiciste? – pregunta exaltándose

Te entiendo nena, pero tu protección y la de mis hijos es mas importante que nada en estos momentos

-créeme, yo también quisiera saberlo – respondo sintiéndome  mas impotente que ella

La campana nos salva cuando Anya llega con mi hija llorando en sus brazos reclamando a su mamá

-esta conversación queda pendiente – exige dándome la espalda

Sale al patio arrullando a mi hija en sus brazos

-señor – Liam carraspea a mis espaldas

-dime Liam -  hablo sin girarme

-tiene una llamada – me giro, Liam me extiende su celular con el ceño severamente fruncido

Lo tomo desconfiado y salgo rápidamente de la casa alejándome de cualquier oído indiscreto

-¿si? – hablo llenando de aire mis pulmones

-hermanito, ¿querido como estas? – responde Iris

Mi cuerpo entra en tensión inmediatamente

-Iris – saludo secamente

-agg, eres imposible Ian, mira que siempre trato de hablarte bien ignorando el ogro que eres – susurra pareciendo indignada

-¿Qué quieres? – pregunto sin rodeos

-solo quería saludar a mi hermanito – responde

-claro y yo nací ayer – hablo mirando a Liam, quien me indica que tengo poco tiempo antes de que puedan localizar la señal y con eso nuestra ubicación

-se bien que no señor Becker – habla Anthony rapándole el celular a Iris

-deja a mi familia en paz desgraciado – gruño furioso

-lo lamento querido Ian, todo esto lo inicio tu querida hermanita y es mi deber finalizarlo – habla sarcásticamente

-¿Qué es lo que quieres? – exijo saber

-veras, primeramente solo queríamos tus negocios, ya sabes, expandirnos a costa de otros y tu eres el afortunado esta vez  – ríe burlonamente – pero Iris, agg, esa mujer es muy persuasiva ¿sabes? – susurra

-¿de que hablas? – pregunto realmente confundido

-me refiero a que ella quiere algo mas que tu tienes y que ella no puede tener – dice 

-¿de que carajos estas hablando? – gruño exasperado

-pronto lo sabrás querido Ian, cuídate – corta la llamada antes que pueda decir algo mas

Aprieto el celular en mi mano y Liam me lo quita antes de que lo lance al aire

-señor – Liam me mira esperando ordenes

-tráeme la lista de las casas de seguridad, Lía y mis hijos deben irse lo mas pronto posible – ordeno malhumorado

-si señor, inmediatamente – responde retirándose

Camino de un lado a otro jodidamente malhumorado, la puesta de sol empieza a notarse a lo lejos pintando el cielo de varios colores

-no dirás nada ¿verdad? – pregunta Lía llegando a mi lado

-no te voy a exponer más – respondo consternado

-Okey – dice sin mas y sigue caminando hasta llegar a donde Neil

Entablan una conversación alejándose un poco de los chicos del grupo, no les quito la mirada en ningún momento hasta que finalizan estrechándose la mano como cerrando un trato

-¿de que hablaban? – pregunto cuando pasa por mi lado

-no te lo diré, no te quiero exponer – dice haciéndome ojitos

-Lía – hablo cansado del tema

-nada que te interese – susurra y sigue su camino

Admiro el movimiento de sus caderas al caminar y su tonificado trasero antojándome de cosas indiscretas

-¿Cuándo te darás cuenta muchacho? – dice el señor Morel asomándose por donde Lía acaba de perderse

-¿de que habla? – pregunto confundido por la manera en que se dirige a mi y por lo dicho

-ella te ama – afirma y lo miro asombrado

-señor Morel, con todo respeto – me interrumpe

-lo se, se lo que crees saber pero estas equivocado – dice

Zoé se asoma tras de él dándome una mirada de “te lo dije”

-habla con ella – se encoge de hombros y se va

-¿Zoé? – interrogo

-oh, lo siento, mi marido me llama – sale corriendo escaleras arriba

El rugir de un motor llama mi atención, el carro de James se estaciona frente a mi

-¿Qué tal compañero? – saluda alegremente

Maldita Zoé, me la pagaras

NO TE RINDAS #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora