Guardaespaldas: Programa De Protección A Testigos

Mi Rosa

-Señor la encontré -el hombre rebuscó nerviosamente en sus bolsillos y sacó una hoja de papel que había impreso hace solo unos minutos atrás, con manos temblorosas miró a los otros dos hombres que lo flaqueaban y a las armas que casualmente descansaban en sus manos, desdobló la hoja y se la tendió pero fue interceptada por uno de los hombres a su lado, él la miró y luego le dio una mirada extraña antes de pasarle la hoja de papel al hombre detrás del escritorio.

-Explícate -fue lo único que él dijo tomando la hoja y mirando con avidez la foto de la joven rubia plasmada en ella. Grigori dio un pequeño suspiro y se acercó un poco, después de todo estaba ante Vladimir "el destripador" Chenkov y no se había ganado el apodo solo porque si.

-Fue la mujer que metió a Iosef en prisión, me lo dijo y la encontré, también dijo que ella tenia algún conocimiento de la Mafyia, reconoció los tatuajes de Iosef.

-Basta -Vladimir levantó una mano que lo hizo callar inmediatamente -Tu lealtad es apreciada, no lo olvidaré.

-Gracias mi brigadier -Grigori tomó el movimiento de la mano de Vladimir como una despedida y se fue tan rápido como sus pies lo permitieron.

Por otro lado Vladimir se quedó mirando la foto casi con obsesión. Finalmente después de tantos años se volvían a encontrar, definitivamente era ella solo que ahora era toda una mujer como la foto lo sugería.

Así que el desfile de Victoria's Secret en una semana.

Vladimir sonrió con malicia trazando un plan en su cabeza ¿De verdad tenia tanta suerte como para que el único cabo suelto en su operación fuera la mujer que estuvo buscando tanto tiempo?

-Voy por ti, mi rosa -murmuró para si mismo mientras guardaba la foto en su bolsillo y sacaba un arma de un cajón en su escritorio, su plan a penas estaba empezando.