Antes de comenzar sólo quiero dar una ADVERTENCIA ⚠️ pues este capítulo contiene escenas fuertes de violencia y abuso, si no les gusta leer sobre eso simplemente no lo lean, les prometo que para el próximo capítulo no se perderán nada.
Por favor leer con responsabilidad y si eres menor de edad NO leas, más bien no deberías estar aquí. Sin más que decir, disfruten...
Ava contempló la mesa con un montón de emociones revueltas; asco, sorpresa, tristeza y rabia. Nik la miraba muy atentamente con una sonrisa maliciosa en sus labios, él tranquilamente se movió a través de la mesa y se sentó en el asiento principal dándole una mirada expectante.
—¿Entonces, mi rosa? —preguntó él haciendo girar el vaso en su mano, Ava estaba medió paralizada mirando el traje que había modelado en la pasarela de Victoria's Secret hace una eternidad.
—¿Por qué haces esto? —fue todo lo que salió de su boca pero incluso para sus oídos sonó tembloroso y asustado, casi un suspiro. Nik soltó una risa que le erizó los vellos de los brazos, sonaba como un villano malvado.
—¿Tengo que tener una razón aparte de solo porque puedo? —Ava lo miró, sus ojos verdes brillaban con diversión —Te he observado un tiempo, vi que te gusta que todos te miren mientras no tienes casi nada de ropa, como una puta, así que te daré lo que te gusta empezando por ese traje. Póntelo.
—Nik...
—No me hagas repetirme, Ava —él se movió y sacó un arma de la cinturilla de sus pantalones para ponerla en la mesa, luego tomó uno de los cuchillos de carne para la cena y lo clavó en la madera de la mesa junto a la pistola haciendo que brillara con la luz de la chimenea —a menos que quieras que nos empecemos a divertir de verdad, tú eliges.
Ava quería arrancarle los ojos de ser posible pero sabía que eso no era inteligente, de hecho lo único inteligente en ese momento era seguirle la corriente y no apretar mucho sus botones, porque la verdad tenía miedo a averiguar lo que Nikolay era capaz de hacer con ese cuchillo.
Ava empezó a quitarse las prendas bajo la atenta mirada de Nik, cuando quedó en ropa interior él hizo una seña para que siguiera mientras brindaba con su vaso de vodka, tragándose la vergüenza y las ganas de llorar Ava se quitó las prendas y rápidamente se puso el traje bajo la atenta mirada de Nik quién sonrió como el gato que se comió al ratón.
—Bien, estas perfecta —él se acercó al bar y tomó otro vaso llenándolo de un líquido transparente para luego dárselo, Ava tembló cuando lo tomó en sus manos —por ti, mi rosa.
Ava lo miró un segundo cuando chocó ambos vasos y luego se bebió todo el contenido, solo entonces ella se permitió hacer lo mismo al ver su expresión insistente.
—Oh Dios —ella tosió cuando el líquido puro picó todo el camino desde su garganta hasta su estómago haciendo que el calor se expandiera rápidamente como una bomba.
—Ahora quiero que bailes para mi —Ava lo vio mover un sillón para luego sentarse en medio de la sala como un rey en su trono, ella no quería hacerlo así que se quedó quieta en su lugar pero Nik la miraba como esperando algo.
Hasta que el primer mareo llegó y lo siguiente que Ava recordaba no eran más que fragmentos de una larga noche de baile, bebidas y los ojos del diablo sobre ella.
Al menos así fue hasta que despertó por una fuerte arcada y luego empezó el vomito y las lágrimas. Sintió manos en su cabello y alguien sosteniendo un cubo de basura para que vomitara, no tenía idea de quién era pero lo agradecía enormemente. Poco después de vaciar su estómago notó que eran las dos mujeres a quiénes había pedido ayuda cuando llegó, ellas la ayudaron a levantarse, la llevaron al baño y la ayudaron a bañarse, la vistieron con una bata de seda muy pequeña y la dejaron dormir.
Al día siguiente Ava se sentía mejor, al menos hasta que las dos mujeres volvieron con su comida y cuando se negó a pasar un bocado llamaron al hombre enorme de la puerta para que la sostuviera mientras la alimentaban a la fuerza, poco después empezó a sentirse mareada y se dio cuenta que la habían drogado otra vez para meterla de nuevo en ese horrible y brillante traje.
Recordaba más personas, bebidas y armas sobre una mesa llena de cartas pero nada más.
Fueron ¿días? ¿Semanas? Ava no lo sabía y para este punto no le importaba, solo sabía que en algún momento en esa horrible rutina ella había empezado a anhelar la droga que le suministraban todos los días, sobre todo cuando había empezado a despertar en una cama que no era la suya, una cama que con él pasar de los días descubrió que era la cama de Nikolay. Ava se sentía enferma y asqueada cada vez que despertaba solo para verse a sí misma rodeada por sus sábanas llenas de su olor.
No se permitía llorar o sentir, sabía que si lo hacía terminaría de quebrarse, así que empujó todo lo bueno, toda su esencia y su corazón en lo más hondo de su ser, para protegerse.
—¡Alerta! —Ava se levantó algo confusa, estaba desnuda y le parecía extraño que nadie había venido a darle su comida, también escuchó personas fuera de la puerta, hablaban en ruso y no entendía nada pero no le gustaba el ajetreo. En silencio se movió hacia el armario y tomó una de las camisas oscuras de Nik, era lo único que tenía para cubrirse y tal vez no se molestaría si la tomaba.
Tal vez.
—¡Ven! —ella se sobresaltó cuando un guardia entró de golpe y tomó su brazo arrastrándola al pasillo, Nik se acercaba y parecía molesto y desaliñado.
Él nunca estaba desaliñado.
—Escóndela —gruñó Nik señalando a Ava quién sintió como su corazón empezaba a latir más fuerte con miedo —Si esos malditos la encuentran yo mismo te mataré.
Ava quiso abrir la boca y preguntar qué diablos estaba pasando pero Nik sacó su arma y ella retrocedió recordando rápidamente lo que pasaba cuando tenía esa arma en la mano, como la amenazaba con matarla si no hacía lo que decía.
"¡Nunca me dices no a menos que estés lista para las malditas consecuencias! ¿lo estás? —gritó sobre ella mientras el arma cargada era puesta dentro de su boca y Ava gritaba y negaba una y otra vez —¡¿lo estás?!
—N-no —dijo ella cómo pudo mientras las lágrimas se derramaban por sus mejillas, él se apartó y Ava pudo ver como el resto de sus hombres la miraban con sonrisas de burla y satisfacción por su dolor. Nik empezó a desatar su pantalón y ella sabía lo que venía a continuación"
Pérdida en sus pensamientos ni siquiera notó el sonido de disparos ni tampoco protestó cuando el guardia la alzó en su hombro y la llevó por la salida de emergencia, de hecho ella no se movió hasta que estuvieron en el garaje y una enorme explosión sacudió los cimientos del edificio.
—Nos va a caer encima —murmuró ella para si misma y el guardia la bajó junto a un auto negro.
—Silencio, zorra —él la tomó del brazo y la empujó en el maletero, Ava se inquietó hasta que lo vio acercarse con una jeringa, entonces se quedó quieta y él sonrió sádicamente.
—El jefe te volvió toda una adicta ¿no? —ella lo ignoró mientras él le daba el dulce néctar del olvido y cuando sus ojos empezaron a cerrarse sin su consentimiento ella le sonrió con suficiencia porque al menos ya no lo vería a él ni a Nik, ni a ningún otro horror que la rodeara.
Ella flotaba a la deriva en un dulce sueño del que jamás querría salir, un lugar donde era seguro y nadie la lastimaba más.
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Guardaespaldas: Programa De Protección A Testigos
ActionAva Blake es una famosa modelo de Victoria's Secret. Tras una noche de compras Ava regresa a casa agotada pensando nada más que en un baño de burbujas y una copa de vino, pero sus pensamientos se ven interrumpidos cuándo se encuentra en medio de un...