Otra Oportunidad Para Verte

Capítulo 4 - Agrios recuerdos.

"Gin..." pensó Matsumoto en medio de sus sueños.

Cuando finalmente despertó lo hizo de golpe, muy asustada por verse en la tienda de Urahara y no ver a Gin por ningún lado. Sin dudarlo ni un segundo se puso en pie para ir en busca de Ichimaru, entrando en ese preciso momento su Capitán.

─Matsumoto... ─dijo algo sorprendido por verla en pie, siendo que aún no estaba bien─ Vuelve a la cama ─terminó ordenando seriamente sin quitarse de la puerta.

─ ¡No puedo! ¡Debo buscar a Gin! ─forcejeaba con su Capitán para que le dejara salir.

─ ¡Idiota! ¡Aún no te encuentras totalmente bien, si vas puedes caer en medio de la calle y serás presa fácil del resto de shinigamis! ¡Además Ichimaru está bien, fue él quien te trajo aquí! ─le sacudió una sola vez, pero de manera fuerte.

Matsumoto dejó de forcejear con el bajito porque estaba muy sorprendida por lo que escuchó "¿Ha dicho que... Gin me trajo hasta aquí?" preguntó incrédula, recordando en ese instante, el momento en que se encontró con él.

─Sí... Él te trajo en sus brazos... ─se cruzó de brazos.

─ Pero, ¿cómo supo que estamos aquí?... ─miró a su capitán aún sin poder asimilar la situación.

─Es que nos encontramos en el camino, por casualidad ─intervino Urahara, dejándole el paso libre, Toushirou.



***

Gin miró a la Teniente por un breve tiempo mientras la mantenía abrazada, él recordó la breve charla que sostuvieron un tiempo atrás, se sonrió y la cargó.

─Qué mal que se desmayó, así le hubiera preguntado dónde vive para llevarla a casa... pensándolo bien, quizá lo mejor sea llevarla a un hospital porque está sangrando ─se decía dentro de su mente mientras corría con ella por aquellos solitarios y tétricos callejones.

Tan pronto salió de aquel sitio fue sorprendido por Urahara, quien parecía haberle estado esperando. En efecto así era. El hombre del sombrero sabía que Gin saldría por ahí, nadie sabe cómo lo supo, lo importante es que le dio una mano al ojiazul.

─Ichimaru-san, ¿cierto? ─interrogó.

─ ¿Quién es usted? ─respondió astutamente el joven.

Ante dicha respuesta, Kisuke se sonrió pues de haber sido él, un enemigo del ojiazul se la habría puesto fácil al responder con un "sí", en cambio respondiendo con otra pregunta, ganaba tiempo para salvarse.

─Soy un pequeño comerciante, Urahara Kisuke, mucho gusto ─se sostuvo el sombrero mientras le hacía una pequeña reverencia, la cual fue correspondida por Gin.

─Me gustaría quedarme a hablar, pero ella está herida ─intentó seguir su camino, sin embargo, Kisuke se lo impidió alzando su bastón colocándolo frente al joven.

─Si la lleva al hospital lo más probable es que sus compañeros la atrapen, se la lleven y le quiten la vida ─decía sin ningún escrúpulo para expresar lo que le decía a Gin, quien se notó claramente impactado por aquellas palabras ─Imagino debe saber que no es una humana como usted.

─Si... ─afirmó con seriedad─ Lo sé muy bien...

─Acompáñeme ─le condujo hasta su "guarida", ahí les esperaba Toushirou y la gata Yoruichi en su forma de felino.

El albino se sorprendió de ver a Matsumoto inconsciente, además de ver a Ichimaru.

Suspiró de alivio al verlos juntos "Qué bueno..." pensó con claro sosiego, pues sin poder sentir sus energías espirituales, sólo pudo pensar en lo peor.

Recostaron a la Teniente en un futón para que Urahara le tratara las heridas, delante de Gin, para que no pensara que no la iban a curar, aparte que Matsumoto mencionaba el nombre del ojiazul cada vez que este intentaba apartarse.

─Gracias por traer a Matsumoto, Ichimaru... ─dijo en voz baja cuando la curación llegó a su fin.

─No tienes nada que agradecer, no podía dejarla ahí... ella... ¿estará bien? ─terminó preguntando pues no olvidaba lo que Urahara le dijo.

─De sus heridas sí, aunque no puedo asegurarle su vida, así como la suya ─sentenció Urahara, sorprendiendo a Gin, una vez más.

─ ¿Yo? ¿Por qué yo?

─A ti también te buscan para eliminarte ─agregó Hitsugaya─. Pero algunos estamos también para protegerte, es por eso que Matsumoto te ha estado buscando con desesperación. Ella desea protegerte...

─ ¿Pero por qué...? Apenas nos vimos...

─ ¿Eso crees? ─interrogó Toushiro, confundiendo un poco a Ichimaru─ De la primera vez y esta vez, ¿no has sentido algún tipo de conexión?