Capítulo 6 - Planes.

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Finalmente, mascota y dueño llegaron a casa de Urahara, ahí fueron recibidos por el mismo, sonriente y despreocupado como era habitual en él. Miró a la gata y se sonrió más, él ya lo sabía... sin embargo a quien se dirigió fue a Gin:

─Ichimaru-san, ¿qué le trae aquí? ─le invitó a pasar con una señal de su mano.

─Veníamos a ver Rangiku, ¿se puede? ─preguntó intrigado y sin sonreírse.

─Claro~ sólo denos unos momentos. Aquí puede dejar andar a su mascota libremente, nada malo le pasará ─sugirió Urahara.

─Eh, muy bien ─la soltó, saliendo ésta en carrera hacia dentro, donde encontró a Toushirou. Pero como él no sabía nada sólo le vio con indiferencia, eso hizo que la gata lo atacara sin razón aparente.

─ ¡Ah! ¡Estúpido gato! ─se alarmó Toushiro intentando detener el ataque, golpeando al gato con un cojín hasta que entró Urahara, diciéndole en voz baja al albino.

─Su Teniente ya llegó ─señaló al gato.

─ ¡¿Qué?! ... ─murmuró en voz baja, muy incrédulo ante lo que escuchaba y veía.

─Ichimaru-san está afuera, vino a ver a Matsumoto-san~ ─se sonrió.

─Bien, iré a distraerlo mientras te ocupas de mi despistada Teniente, estoy seguro que ya sabrás ayudarla sino no me estarías sonriendo de esa manera...─se levantó con cierto fastidio, fastidio porque su Teniente siempre le daba qué hacer encima la acaba de apalear con el cojín.

Toushirou salió del fondo de la tienda para saludar a Gin.

─Ya saldrá Matsumoto... de hecho ella se está bañando y le gusta eternizar en la ducha asi que pueda que tarde un poco ─se contradijo alzando una ceja al ver al alto un poco inquieto.

─Ya veo ─dijo Gin, pues como no tenía prisa no le importaba aguardar.

Hitsugaya miró al otro en cierto lapso de silencio, recordando lo que Matsumoto le había comentado sobre lo que él había hecho por ella.

─Puedo preguntarte, ¿qué te trajo aquí? Aparte de mi Teniente... ─no era que le interesara realmente, pero por sacar plática y evitar que Gin se aburriera esperando, valía la pena. Además, quería asegurarse si realmente existía una conexión entre él y su Teniente.

─Quería ver a Rangiku, me preocupa un poco su estado físico, aunque sé que con ustedes debe estar mejor ─se sonrió─, pero por alguna razón no he dejado de soñar con ella... ─Toushirou se mostró un tanto sorprendido, pero no quería verse muy molesto preguntándole sobre sus sueños, se limitó a decir:

─Sí... Ella se encuentra bastante mejor, te ha echado mucho de menos, Ichimaru. Quizá por eso has soñado con ella... deben estar conectadas sus almas... ─sentenció sorprendiendo al ojiazul.

En ese momento salió Matsumoto, como humana y obviamente vestida. Con un mini short y una camiseta, fue lo único que pudo tomar en su precisión por salir.

─Gin... ─le miró ella con cierto gesto de tragedia, recordando su confesión secreta y como si esperara a que él se la repitiera.

─Rangiku ─dijo en voz baja sin sonreírse.

Toushirou no dijo nada, sabía que debía serles muy difícil el tener que confesar lo que sentían el uno por el otro.

─Vine a verte porque estaba muy preocupado ─decía Ichimaru con una sonrisa serena─. Pero ahora que te veo en pie, ya no me siento preocupado ─miró su reloj─. Creo que es hora de regresar a casa...

Matsumoto no pudo evitar correr hacia él para abrazarlo con todas sus fuerzas, antes que él decidiera marcharse, no obstante, un fuerte estruendo en el cielo llamó la atención de todos, haciendo que Matsumoto se detuviera por dicho ruido.

─ ¿Qué demonios se supone que fue eso?... ─preguntó Toushiro molesto e intrigado.

─...Eso sonó muy extraño ─dijo la gata Yoruichi, quien se asomó a la puerta para echar un vistazo al cielo parcialmente nublado.

─Fue como un estallido... ─dijo Gin.

─ ¿Puedes quedarte un poco más? Gin... ─ pidió Matsumoto ignorando aquel reciente suceso.

─...Claro ─respondió él con relativa calma, pues por alguna razón aquel repentino estruendo lo tenía mucho más inquieto.

Matsumoto le miró con una leve sonrisa, aunque denotaba tristeza en su mirar a pesar que se encontraba feliz de conseguir que él se quedara con ella.

─ ¿No sería mejor si fueran a caminar por la playa? ─sugirió Urahara─ A Ambos les caerá bien~

─Yo también pienso es mejor que salgan en lugar de quedarse aquí, vayan a divertirse ─concordó Hitsugaya─. Sólo tengan cuidado.

Otra Oportunidad Para VerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora