ValeriaLloré toda la noche, sin descanso alguno, me dolió que James se fuera, lo extraño. No he comido desde ayer en la tarde, tampoco me he bañado. No afecta en nada la escuela ya que hoy es sábado, por ende, no hay escuela. Todo mi fin de semana seré un puto asco, ya en la escuela sólo haré como que nada, todo sea para no preocupar a Sabrina.
Sabrina
Hoy amanecí de lo mejor, estoy super relax, quiero salir. El día de ayer me invitaron a una fiesta, a la que seguro Vale no iría, pero me voy a llevar a rastras.
Salgo de un salto de la cama, me pongo mis pantuflas de unicornio, son tan lindas.
Yo se que pensarán... ¿No que muy ruda? ¿No que muy divertina?
Pero... ¿Qué creen?
¡Me valeee!
Soy una perra, pero tengo mi corazoncito, también mis fantasías de niña. No me juzguen, si no los agarró a putazos.
Camino hacia el baño, me baño. Después de unos 20 minutos ya estoy lista. Me puse unos jeans rasgados, una camiseta blanca con un dibujo de piña, unos tenis blancos y me hice una coleta alta. Salí de mi cuarto bajé las escaleras, comencé a escuchar gritos, con cautela bajé y me acerqué al despacho de mi papá; observe la puerta y está estaba entre abierta, allí estaba mi papá y mi mamá, aquí viene otra de sus estúpidas peleas...
Me di la vuelta, para irme, pero entonces mi mamá gritó.
- ERES UN MALDITO PERRO, ME ENGAÑASTE, AÚN CUANDO HE CRIADO A TU HIJA COMO MÍA.
Me acerqué más, aunque las lágrimas amenazaban con nublar mi campo de visión.
- ¡Callate! Te va a escuchar... - susurró mi papá nervioso.
- ¡ME VALE! QUE SE ENTERÉ QUE SU PAPITO ES UN PERRO INFIEL Y NO SÓLO ESO... - contesto la que creí que era mi mamá negando con la cabeza - ¡¡¡ES UN MALDITO NARCOTRAFICANTE!!! - concluyó con respiración agitada.
- NO... - dije sin poder evitarlo, ellos se dieron la vuelta, recordando que yo existía.
- Hija yo... - me llamó mi padre con dolor en su mirada.
- ¡Hija cuál! ¡Te mintió Sabrina! - dijo mi mamá con voz chillona.
- ¡LOS DOS! - dije señalando a ambos con el dedo - Son una farza - hipe.
- Mi amor yo no - contestó mi mamá.
- ¡Claro que si maldita sea, clarito escuche cuando dijiste que no te importaba!
- Pero hija...
- HIJA LAS PELOTAS, TU NO ERES MI MADRE - conteste exasperada.
Me di la vuelta y salí con rapidez de ahí
- Sabrina...
Escuche a lo lejos, más no puse atención y seguí como si mi vida dependiera de ello.
Llegué a la cochera, tome una llave y escogí un auto alazar. Me subí y me fui. Acelere, de tal manera que los demás autos parecían un rayo, no los podía diferenciar. No sabía de autos, tan sólo como conducir, sólo se que iba a una gran velocidad a todo lo que daba el auto.
Pensé en Valeria, mi Vale...
<<era una gran amiga o algo más>> sacudo mi cabeza al sólo recordar el pensamiento.
Pero ella era mi luz, mi amiga; siempre me escuchaba, me regañaba, me pegaba si era necesario, me recordaba lo mucho que me quería, también me hacía pasar mínimo con siete como nota. Siempre estuvo ahí, de alguna u otra manera, la quiero mucho. No se que haría sin alguien así en mi vida, eso hace que toda esa mierda de hace un rato... no duela tanto.
Bajó la velocidad, se que podría provocar un accidente y no quiero que otra persona sea afectada por mis problemas. Veo un parque a a los lejos, paro, me salgo del auto azotando la puerta de este con fuerza. Estoy hecha una fiera, quiero tranquilizarme, no quiero preocupar a Vale. Ella siempre está para mi, pero está vez ya no quiero molestarla. Entró al lugar en este hay unos niños en bici, unos chicos sexis haciendo ejercicio, en otro momento les hubiera hablado; haríamos de todo menos hablar. Justo ahora no lo quiero, quiero sentirme mejor, ahogar mi dolor, sin sexo.
Veo el césped, es tan verde, me provoca caminar descalza por ahí. Comienza a quitarme los zapatos, un niño me ve, yo le sacó el dedo de enmedio. Llegó mis tenis en la manos y siento el contacto del suelo, se siente tan bien. Nunca se me había permitido andar descalza en un lugar público, ni siquiera en la playa, mis padres o lo que sea que sean ellos; me obligaban a andar siempre aseada, maquillada y bien vestida, no tuve infancia. Valeria siempre dice que quisiera tener dinero, yo quisiera ser como ella, no lo tiene todo; pero tiene una madre muy linda y comprensiva; puede andar descalza y desaliñada si así lo desea.
No cabe duda que nada es jamás lo que parece, para todo el colegio sólo soy la chica rica y fácil, con una vida perfecta. Justo ahora se siente tan bien estar aquí sola.
Corro por ahí descalza, la gente comienza a verme raro, pero no me importa. Sonrió y corro como una jodida loca. Veo una fuente, me acerco, dejó los tenís abajo. Me siento en la orilla y unas ganas de meterme llegan a mi, no se cuando pero lo hice. Se siente tan jodidamente bien, el agua está fresca, refresca cada parte de mi piel. Me hace sentir tan en paz, quisiera estar así siempre, pero mi realidad es otra.
Veo como se acercan dos policías, me ven con desconcierto.
- Señorita, usted no puede estar aquí - sentencia uno de ellos. Es moreno, panzon, se nota que se toma enserio su papel de policía come donas.
- Es que se siente tan bien... - contestó agachandome para que mi cuerpo se remoje más con el agua.
- Eso no lo sabemos, ni lo vamos a comprobar, salga señorita - dice el otro policía con amabilidad. Este es todo un polo opuesto del otro, es blanco, cuerpo bien formado. Si andaba dejando que me metiera presa.
- Es que no quiero oficial - hice un puchero.
- Señorita no le estoy preguntando - contestó el moreno perdiendo la paciencia.
- Que grosero
- No soy grosero usted si, ¡salga ahora!
- No
Acto seguido el policía moreno intento sacarme de los cabellos yo me le escape y el cayó dentro de la fueNet.
- Porque se mete si usted dice que no puede estar aquí ¿No le da pena oficial?
El hombre se puso furioso, se levantó y corrió atrás de mi.
- ¡Le están pegando a ese niño!
- Cuál - pregunto con preocupación.
En ese momento de distracción, me salí y busque mis zapatos, los tenía el rubio sexy.
- Buscas esto - dijo alzando los tenis.
- Damelos por favor - hice un puchero.
Él negó con la cabeza y yo me fui, el moreno venía tras de mi. Yo me reía, mientras que ese hombre ya iba a explotar de la cólera.
Policía Rubio
Está niña es cosa sería, pero lo que sea de cada quien corriendo así Manuel va a rebajar rápido, esa chica es veloz.
Y es muy hermosa...
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Una Herencia Nos Unió
LobisomemDos abuelos su amor no pudieron ejercer, pero con sus nietos, querían su sueño conceder...