"... We only said good-bye with words
i died a hundred times
you go back to her
and i go back to...i go back to us ..."
Back to black fragment by Amy Winehouse
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El amanecer en Quebec era todo lo hermoso que podía ser. El cielo parecía rojizo contra el empedrado de la calle y la llenaba de un cálido tono rosa.
Hacía frío y parecía estar a nada de nevar.
La Rue Saint Anne número 20, albergaba el hotel Auberge du Trésor, que fue donde decidimos quedarnos; un pequeño hotel del centro histórico, acogedor y cómodo. Llegamos a éste alrededor de las 10 de la mañana.
Me encantaba la habitación y el hecho de que, aunque no sabíamos francés, no teníamos ningún problema de comunicación con los encargados ni con nadie en la ciudad. Dejamos las maletas y aunque deseábamos descansar del viaje, Ren pareció no estar interesado en quedarse. En cuanto me senté sobre el edredón beige con hilados dorados, me levantó de ambas manos y me preguntó si tenía hambre. Le dije que sí. Decidimos desayunar en el restaurant del hotel que ofrecía tarifas aceptables y bufet, y al entrar me encontré con un agradable sitio.
Con paredes de piedra, el restaurant poseía mesas pequeñas para dos y cuatro comensales, manteles blancos impolutos, cubiertos brillantes de plata y refulgentes copas de cristal. Quebec es uno de los lugares que, inspirados por la ocupación francesa y su población con gran cantidad de franceses, ofrecen únicamente vino y agua burbujeante de Francia y productos locales de compañías también francesas, así que no hay vasos, sólo copas. Esto, a Ren le pareció sumamente interesante.
Se había afeitado, ya no llevaba el cabello largo como lo llevara hasta el último día que permanecimos en Washington y por primera vez desde entonces, su rostro parecía más animado. Se situó detrás de mí retirándome la silla, y tal gesto de caballerosidad, en realidad me sorprendió.
- ¿Crees que no conozco nada sobre modales?
- No es eso... Bueno, es que pensé que, de donde eres, todo eso no era necesario.
- Te equivocas. Soy el hijo de la que alguna vez fue una princesa, luego una senadora. Conozco cómo hay que comportarse – sonrió levemente y ocupó su sitio frente a mí. Un mesero de inmediato se acercó y después de saludar, nos ofreció sendos platos de porcelana para tomar lo del bufet. Ren se levantó y tomó el mío.
- Oye ¿No puedo elegir mi propia comida? – Reí. Ren me miró fijamente y sonrió ligeramente.
- Me alegra escucharte reír – su mirada entristeció de pronto - ¿Puedo sorprenderte? Tal vez sepa qué quieres. Me encogí de hombros.
- Me parece bien – asentí y me acomodé la servilleta sobre las piernas enfundadas en un pantalón de pana color café, ciñéndome el suéter beige. Me desanudé la bufanda y la metí en el bolso café que colgaba en la silla. Luego, lo observé.
Frente a la barra de las comidas, Ren parecía que todo era muy sencillo. En un plato sirvió un poco de algo, luego otra cosa y luego de una fuente, tomó dos panqueques a los que agregó mantequilla derretida y miel. Dejó el plato en la barra y tomó el otro, sirviendo también. Cuando regresó, dejó frente a mí un plato con algo que nunca olvidaré y que con el tiempo se convirtió en nuestro desayuno favorito de los domingos.
Eran huevos revueltos a la francesa con jamón frito y queso emmental. Al lado, los dos panqueques que le había visto colocar de la fuente, mismos que chorreaban de jarabe. Sonreí. En su plato, había jamón, panqueques y queso gouda en cubos.
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Las estrellas más brillantes en la noche mas obscura
फैनफिक्शनAU REYLO 18+ Uno de mis proyectos más ambiciosos. Viaje en el tiempo, canon y universo actual alternativo. Anteriormente en otra plataforma, continuaré en esta. Escrito con el usuario @agirlisaryastark en FF.