VUELVEME A QUERER [EDM4 ♡]

15.- Adios

Okay, este capítulo me costo demasiado el poder escribirlo, el último que publique fue en octubre, ¡OCTUBRE! O sea ¿pueden creerlo?  El tiempo se me ha ido super rápido y he tenido un bloqueo horrible que no me deja avanzar, tengo demasiadas ideas pero simplemente no logro concentrarme 😭
Espero que después de este capitulo retome este proyecto porque honestamente quiero terminarlo ❤️
Es demasiado importante para mi, así que, aquí les dejo este capitulo espero lo disfruten, sorry si es algo lento o nose pero de verdad que me llevo todos éstos meses el poder terminarlo 😅
Bueno sin más me despido, sufran conmigo ❤️

Att: Sarah ❤️

~°~

☆ SHARON

Nos había tomado un día llegar al punto en donde debía de reunirme con Amberly, sabía que probablemente sería una pérdida de tiempo pero aún así debía intentarlo, lo que necesitábamos en esos momentos era aún cómplice y aunque me dolía admitirlo, ella era la indicada.
Joe dudaba que Amberly aceptara ayudarnos sobre todo después de lo que había pasado en los últimos días, oh más bien meses. Las cosas no habían estado bien desde que desde llegó a Italia. Pero eso ni siquiera eso me impidió dar marcha atrás, yo sabía que la suerte no estaba de mi lado y de echo era muy rara la vez que esta estaba de mi lado.
Pero si podía hacer algo, aunque fuera el más mínimo esfuerzo para hacer algo bueno, algo positivo, lo haría. Era parte de mi, algo que jamás podría llegar a cambiar aunque aveces eso me metía en problemas. Joe decía que era mi maldición y ni bendición. Las dos al mismo tiempo. Que locura.

—Sharon lo digo enserió esto no me parece buena idea— Habia perdido la cuenta de cuantas veces había dicho eso, durante el vuelo no paro de hablar en voz baja, susurrando cosas que según el me harían cambiar de opinión.
Incluso estuvo apunto de bajar del avión antes de que despegará, por suerte no lo hiso y que bueno, porque no aún así me echaría para atrás. Estaba decidida a por lo menos intentar algo, poner mi pequeño granito de arena para poner las cosas a nuestro favor, y no sólo por nosotros, sino también por Edward y su familia. Incluso por Sarah.
—No insistas Joe— murmure con cansancio.
El libero un largo suspiro antes de murmurar una maldición.
Lo mire, esperando que entendiera que tenía que hacerlo.—Joe, ella es nuestra única esperanza....si pudiéramos conseguir que ella entre, ¿Entiendes lo que eso significaría?—
—Trato de entenderlo— respondió.—Pero temo que ella se ponga de su lado y termine traicionandote—
Palmee su brazo.—Estas sonando un poco paranoico—Y un poco era poco, porque el realmente estaba con los nervios a flor de piel, y eso que la chica era yo.

Me miró con ambas cejas enarcadas.—¿Enserió? —
Sonriendo un poco rodé los ojos.—Ya relájate, las cosas saldrán bien—
Me coloque el gorro de lana sobre mi cabeza y lo mire por encima de mi hombro.—Te veo en un momento—
Estaba por caminar hacia la puerta cuando el me detuvo, su mano se había cerrado alrededor de mi brazo, me detuvo y lo miré demasiado extrañada por su comportamiento.
—¿Que sucede? —
El no me soltó, y tampoco dijo nada, pero la línea en su frente me dijo que estaba preocupado, realmente lo estaba y no se porque pero eso me pareció demasiado, tierno. El era muy reservado casi nunca mostraba sus sentimientos y emociones. En eso éramos muy parecidos.
No sabía que tenía que decir, pero finalmente negó con la cabeza y me soltó.—Solo ten cuidado, ¿Quieres?—
Asentí.—Lo tendré—
Salí del pequeño motel donde nos habíamos hospedado hacia unas horas, para llegar a mi punto de reunión debían tomar un tren, si un tren. Porque Amberly era una exagerada y una completa paranoica incluso más que Joe, que vivía en el lugar más recóndito de la ciudad, pueblo o lo que sea.

Y bueno, en cierta manera la entendía. Vivir con miedo no era nada fácil, saber que en cuenomentobtu vida puede acabar, si no era precisamente divertido.  Y lo más horrible, es que era cansado, agotador...odiaba el imperio y el poder que tenían los Volturi, pero mientras no hiciéramos nada para detenerlos, las cosas seguirían así.
Y es que dudaba que alguien quisiera levantarse en contra de ellos, todos les temian y eso era  ridículo. Incluso yo les temia, pero solo un poco...y eso también era tan ridículo y estúpido. Me odiaba por eso.
Apenas fui consiente del tiempo que pasó desde que tomé el tren hasta que ya estaba en la abse y el conductor se encontraba mirándome fijamente, entonces parpadee  y me di cuenta de que me estaba hablando.