Jam: XIII

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Nota: Este capítulo tiene contenido sexual. Si este contenido no es de tu agrado, puedes saltarte la lectura hasta los asteriscos.

Capítulo extenso.

Wooseok tembló a la par que un gemido incontrolable se le escapó de los labios.

Los dedos de los pies se encogieron y la espalda se arqueó cuando fue azotado por una corriente de placer.

Pero no era suficiente.

Hizo de sí mismo un completo desastre de jadeos, pero no importa de cuanto o cómo se estimuló, simplemente no era suficiente.

Todavía se sentía caliente por todas partes, demasiado necesitado por sentirse lleno.

Bajo las sábanas, el cabello se le pegaba a la frente por el sudor.

Ya ni siquiera recordaba por qué rayos estaba haciendo eso.

—Seungyoun. —Volvió a suspirar inconscientemente —

Oh si, recordaba que su plan no era más que jugar con el menor y atacarlo con preguntas en su momento más frágil, pero no importa cómo lo intentó, Seungyoun no cayó en su trampa y Wooseok acabó metido sólo en este lío.

Todavía estaba dolorosamente duro a pesar de sus esfuerzos, al punto en que la desesperación apagó la parte racional de su cerebro.

Wooseok pateó la sábana y la pijama que se le había quedado atorada en el tobillo, caminó incomodamente al sentir cierta humedad descender entre sus piernas y se sentó a horcajadas sobre Seungyoun.

Soltó un suspiro de satisfacción al sentir la región despierta de Seungyoun bajo su trasero.

—¡Wooseok!

—Seungyoun, no puedo venirme sin ti, ayúdame. —Urgió fuera de sí— Te estaba llamando, ¿no escuchaste?

Cho percibió la temperatura alta del cuerpo de Wooseok y no pudo evitar su propia excitación. Y demonios, claro que lo estaba escuchando, de otra forma no estaría tan adolorido ahí abajo.

—Seungyoun, responde. ¿Por qué no te acercaste cuando te llamé?

Cho apretó los muslos desnudos de Kim y respondió con dificultad.

—Te escuché, pero creí que estabas jugando. No sabía que lo necesitabas de verdad.

Wooseok tiró hacia abajo de la cintura de la pijama del menor y frotó con la palma de su mano sobre la carne ardiente y palpitante del miembro de Seungyoun.

El castaño lamió y mordió suavemente el mentón del pelinegro, luego le habló con voz aterciopelada, presionando hábilmente la cosa caliente en su mano.

—¿Le prestas esto a Hyung un rato?

—Wooseok, te lo estoy advirtiendo...

Quizás fue que era la primera vez que Seungyoun quería contenerse y decir que no, o la frustración de haber fallado repetidamente en sacarle información, que Wooseok quería atormentarlo.

—Cho Seungyoun, ¿quién te crees que eres para decirme que no? ¡Esta vez si te atreves a moverte por tu cuenta, puedes olvidarte de mi para siempre!

Empujó al menor para que se recostara por completo, y antes de que éste pudiera decir nada, se adelantó y tomó por sí mismo a Seungyoun dentro suyo.

Arañó el pecho del más joven en un intentó por refrenar el deseo de montarlo frenéticamente y hacer un alboroto.

Escuchó a Seungyoun soltar un profundo jadeo y volvió a advertirle.

Jam Jam (SeungSeok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora