Jam Jam (SeungSeok)

Jam: XXVII

Seungyoun se quedó totalmente paralizado después de oír lo que Wooseok acababa de decir con una expresión tan indiferente.

No lo había entendido al principio, sino hasta que el mayor lanzó algo hacia el sofá a un lado.

—Puedes tomar esto como una compensación por el tiempo perdido, o hacer lo que quieras. —Dijo Wooseok antes de tomar la pesada maleta y salir por la puerta—

El pelinegro tragó el nudo en su garganta y se giró lentamente para ver lo que Wooseok había tirado, se trataba de las llaves del coche 

Una horrorosa sensación de hundimiento se apoderó de Seungyoun, la ansiedad por el abandono y la culpabilidad se unieron en una combinación que nubló su mente.

No pudo decir o hacer nada mientras su respiración se aceleraba y sus ojos se volvían humedos, su nariz y mejillas se volvieron rojas como una reacción a las fuertes emociones contenidas. Tomó una larga respiración y se frotó el rostro con incredulidad.

Tenía que ser un mal sueño.

Ellos estaban perfectamente bien cuando se fueron a dormir.

Wooseok lo abrazó toda la noche y le dijo palabras de amor.

Seungyoun jadeó suavemente a la vez que empezó a dar pequeños pasos temblorosos para seguir a Wooseok, no pudo encontrarlo a simple vista por el corredor de su piso, así que corrió hacia el elevador en una búsqueda torpe y desesperada.

Tampoco pudo encontrarlo en la planta baja; diez dedos temblorosos se deslizaron por su cabello mientras su mirada recorría el lugar. Sólo había una señora de edad limpiando los vidrios de la entrada, por lo que se acercó y preguntó con voz temblorosa:

—D-disculpa, ¿ha visto a un chico con una maleta?

—¡Ah! ¡Joven, se ve terrible! ¿Se encuentra bien?

—¿Lo ha visto?

—Oh, si. Él acaba de salir--- ¡joven!

Seungyoun volvió a correr, llevaba una camisa sin mangas, por lo que la nieve cayendo sobre sus brazos descubiertos le provocó un escalofrío intenso y le humedeció más los ojos.

La figura de Wooseok caminaba de forma compuesta y tranquila, como si no acabase de decir que iba a dejarlo así como así, Seungyoun dejó escapar una respiración que se condensó en una visible nube de humo, se sintió muy molesto y confundido por la actitud del mayor, ya no estaba corriendo, pero pronto volvió a hacerlo al notar la figura a la que Wooseok se estaba dirigiendo.

—¡Yah, Kim Wooseok! —Seungyoun se aferró a la maleta del mayor en un intento por arrebatarla, sin embargo, Kim no la dejó ir fácilmente y ambos tiraron de ella—¡¿Qué--- —No pudo decir más cuando un par de ojos distantes e irritados lo miraron—

Era esa mirada otra vez, Seungyoun se sintió diminuto e insignificante.

—¡¿Qué estás haciendo, Seungyoun?! ¿Tienes que hacer una maldita escena?

Wooseok dijo un par de maldiciones entre dientes, soltó la maleta y encaró al menor con una mano en la cintura y un par de cejas fruncidas en desaprobación. Los dedos de Cho se cerraron con más fuerza en el material frío.

—¿Qué quieres, Seungyoun? Ya sea con o sin la estúpida maleta, me voy a ir.

—¿Por qué... —preguntó en una murmullo—

El castaño suspiró y miró hacia el cielo nublado como pidiendo paciencia, luego volvió su mirada a Cho y se encogió de hombros.

—Ya no puedo hacer esto. Tu estabas en lo correcto, eres el único que se siente así hacia mi. Yo todo este tiempo pensé que sería un desperdicio dejar de tener sexo contigo, era realmente conveniente para mi, la verdad es que eres tan bueno en ello, que por un momento pensé que estaba sintiendo algo más, además eres bastante detallista y no me incomodaba en absoluto, pero eso es todo. ¡Ya no puedo seguir! ¡Me sentía mal por ti, así que quería tomar la responsabilidad y hacer lo que querías, pero te diré la verdad ahora! ¿Sabes por qué no quería decírselo a nuestros Padres? No era porque tenía miedo de su reacción, fue porque sabía que en el momento que lo hiciera, estaría atado a ti durante quién sabe cuantos años, porque me sentiría comprometido a estar contigo debido a nuestros padres, y esa idea... ¡la odio! No me gustas tanto como para hacer eso. ¿Contento? Ahora que lo sabes, déjame en paz. —volvió a tirar de su maleta en vano. —Aish, tu pequeño---