Eres Mía [EDITANDO]

Capítulo 30

Conozco esa sensación.

Ahora tengo que aprender a llevarte en el corazón y no de la mano.

—MARCUS VERSUS.

—Solo estando contigo me siento completo.—le digo abrazándola por atrás, su perfume inundaba mis fosas nasales, me gustaba ese olor.

—Te extrañe tanto.—dice volteándose para darme la cara, parecía como si en su mirada podría ver la de mi hermana, tenían mucho en parecido y eso hacía que la extrañara más.

Meredith ya no era la niñita de 12 años que conocía.

Ya no miraba a mamá con esos ojos de admiración.

Ahora eran de odio y decepción.

Se había hecho un cambio de look, ahora su cabello dorado era café, su mirada llena de alegría, ahora colgaban unas grandes ojeras, su contagiante y su hermosa sonrisa habían desparecido.

No era feliz.

No era feliz con él.

2 semanas después ...

—Como va todo lo del embarazo.—dice Jenna algo incomoda.

Estas dos semanas no la habíamos pasado súper bien, nos fuimos de viaje a Cancún, México, todo  hermoso por allá y ya estábamos de vuelta a casa.

Ya le había contado la situación de todo en casa y también debíamos volver porque en estas semanas va a nacer mi hijo, y estoy nervioso, a Jenna no le había dicho mucho por eso la pregunta.

—En estas semanas nacerá.—digo emocionado.

Jenna me mira con ternura.

—Serás un gran papá.—dice acariciando mi mejilla.

—Y luego siguen los nuestros.—digo y Jenna escupe el burrito que había comprado en México, me reí tanto hasta al punto que me dolió el estómago.

—Que dicES.—dice con cara de susto.

—Amor. ja-jaja. Amor. Era broma.—sigo riéndome.

—Hiciste que escupiera mi buRRITO.—dice con un puchero, mirando el burrito que ya hacía en la alfombra del avión.

—Te compro otro amor.—digo.

—Uy, si iremos ahora mismo de nuevo a México nomas a comprarme un burrito.

—Si hace falta, si y si te hace feliz.—digo pegando mi frente con la suya y al mismo tiempo rozando nuestros labios.

—Quiero más risas así, contigo.—dice sobre mis labios

—Te am...

—Iugh. Guacala .AHG.—dice Jaden haciendo expresiones como si fuera a vomitar.

Me había olvidado de este idiota.

Él también nos acompañó al viaje, pero fue un error enorme como jodia.

—Mucho amor para mí, IUGH. No coman delante de los pobres.

Rio fuerte.

—Mejor cállate, eh.—digo.

Jenna asiente.

—Ahora que hice?.—dice como si no supiera que hizo.

—Qué no hiciste.—dice Jenna.—NO NOS DEJABAS DORMIR.