Eres Mía [EDITANDO]

Capítulo 33

Todo se acabo.

Resoplo, me siento en el sofá que estaba en la sala Jenna se sienta en el que está enfrente, junto al bebé.—Estoy agobiado.—digo.

—Quieres ir a dormir, ya?

—Yo dormiré, aún es temprano para que tengas sueño.—me despido de Nil en un beso en la mejilla, de Jenna con uno en la frente y una sonrisa que más bien salió como mueca.

No me di cuenta en cómo y cuándo Aida fue tan importante para mi, de ser alguien con quien tenía mis encuentros a ser indispensable para mi y me di cuenta después de su muerte. Me hace mucha falta, extraño sus carcajadas mañaneras porque alguien del servicio la hizo reír, sus antojos que cada día eran más extraños, sus quejas, se quejaba por todo, sus bromas sin sentido, en realidad si ha ella la fuera conocido antes que Jenna me fuera enamorado de ella.

Aida me entendía a la perfección, sabía que con ella no tendría que secuestrarla para estar conmigo, podríamos tener sexo y si se diera platicar quedaría enamorado de ella, pero nunca me tome el tiempo de después de tener sexo mantener una charla con ella.

Por más que ella intentaba charlar, la ignoraba porque alguien en casa me esperaba.

Alguien que tenía bajo su propia voluntad, a la que le tenia que pegarle para que estuviera conmigo sexualmente/amorosamente.

A alguien que no me entendía y tenía que obligarla a todo.

Pero la pregunta aquí es: que realmente Jenna no entiende de mi? La misma pregunta me la hago yo cada vez cuando estaba con Aida, necesitaba a Jenna, ahora, que estoy con ella necesito a Aida.

Sin saber, en estos 9 meses que estuve con ella y lejos de Jenna, llegue a la conclusión que ya no estaba enamorado de Jenna como lo pensaba, estaba enamorado de Aida, y nunca pude decírselo porque yo pensaba que amaba a Jenna.

Ahora que falleció. No puedo decírselo.

Pero, si, aún hay peros.

Yo aún sentía que amaba a Jenna, menos, pero la amo, fue la primera chica que amé cómo loco.

«Oh, pudo ser una obsesión y nunca estuviste enamorado de ella»

¿Estaba enamorado de las dos?

Sacudo mi cabeza y traté de olvidar esos pensamientos.

—Idioteces.—digo.

(...)

Salgo de la ducha, tomo una toalla y la envuelvo en mi cintura para salir de ahí, cuando salgo me encuentro con Jenna sentada en la cama leyendo una libro.

—Hola...—dice.

—Hola.—es lo único que me limito a decir después de todo lo que pensé y analicé hace rato.

—¿Todo bien?

—Mhm hmm.

Busco una ropa de pijama para ponerme, en eso escucho que Jenna azota el libro que leí anteriormente para levantarse de la cama y acercarse a mi.