Madge. La historia que nadie conoce...

XXVIII: el secuestro

"el secuestro"

Estamos en el hospital. Alban y Kaden están en silencio, shokeados. Delly abraza a Gypsy, quien llora en silencio. Gale hace rebotar su pierna velozmente. ¿Yo? Yo estoy totalmente en blanco, mirando a la pared detrás de la cual tienen a Peeta. Atrás nuestro, en una habitación para ella sola, está Katniss en camilla con un cuello ortopédico.

Afuera, los sobrevivientes del doce y los habitantes del trece festejan el rescate de los vencedores.

‒terrible, ¿no?‒dice una voz que conozco por la tele. 

Johanna Mason.

Levanto la vista y la veo: pelada, con una bata de hospital una bolsa de suero en un caño con rueditas y una sonrisa sarcástica.

Tras ella, veo a Finnick abrazado a quien debe ser Annie, una preciosa pelirroja, que mira todo con miedo y curiosidad.

‒ ¿Qué le hicieron a mi hermano?‒pregunta Alban.

‒lo torturaron, porque la descerebrada lo ama.

‒Johanna.

Esa advertencia vino de la pelirroja.

‒ ¿tú eres Annie?‒pregunto. Finnick sonríe.

‒sí, es ella. Annie, te presento a Madge, la mami de mi bebé.

Gale se levanta y lo trompea.

‒ ¡Gale!‒decimos Delly y yo.

Finnick se ríe, mientras se tapa la nariz.

‒ ¡te dije que ya no la llamaras así! Ese bebé es MIO.

‒ ¡lo sé, hombre! Solo es broma.

‒cámbiate a quien bromear, porque mi hijo no es tema de risas.

‒ya, Gale. Sabemos que eres todo un machote, pero ya‒. Dice Johanna, con sorna.

‒tú no te metas‒. Le espeta Delly, ya harta (lo veo en su cara).

‒me meto, porque Finnick es mi amigo. Tú no te metas.

‒me meto, porque los padres del bebé son mis amigos.

Johanna va a contestar, pero en ese momento aparecen Beetee, Plutarch y Haymitch. El tercero se lo nota afectado, tanto que viene y me abraza.

‒no te lo dije, pero gracias por reaccionar antes que yo‒. Me dice al oído‒. Un segundo más y Peeta la mataba.

‒ ¿Qué le hicieron?‒le pregunto.

‒ahora, cuando entremos a la habitación de Katniss, les diremos.