Madge. La historia que nadie conoce...

IV: La amiga de los "amantes trágicos del distrito 12"

La amiga de los "amantes trágicos del distrito 12"

Los 74° juegos del hambre los destrozaron.

Ellos ya no son los mismos.

Katniss ya no es la chica que con su humor sarcástico, se quejaba de las condiciones en las que ella y su familia Vivían, y expresaba todo su odio hacia Snow, el presidente de Panem.

Ahora que Gale, quien era su compañero de caza, trabaja en las minas, ella me enseña a cazar con ella en el bosque, para darle provisiones a la gente de la veta, lugar del que ella y Gale provienen.

Entonces, todas las madrugadas (menos los domingos que es el único día que Gale tiene libre y es cuando ella lo acompaña a vendernos las fresas, ya que él no tiene idea de que yo la ayudo a cazar lo que él come con su familia de lunes a sábado), me escabullo por la ventana de mi pieza, en la parte más alta de la alcaldía, ya que mi casa está por sobre esta; y me cruzo todo el distrito 12 para llegar al lugar donde Katniss me enseñó que hay un pequeño corte en la alambrada para salir al bosque.

Me fijo, más por la costumbre que mi amiga me enseñó que por otra cosa, si la alambrada está encendida y, al notar que no lo está, cruzo y me dirijo hasta donde escondemos los arcos y flechas. Luego me dirijo al lugar de encuentro.

Las primeras veces, tardé más de la cuenta en hacer todo ese trayecto, ya que me perdía, lo que terminaba causándome gracia cuando Katniss, con la poca paciencia que le tiene a los humanos, me retaba por llegar tarde y me ponía caras ante mis explicaciones.

Ahora me la encuentro, como siempre, sentada en la gran roca y comiendo lo que parece será nuestro desayuno: queso de cabra con pan, a lo que yo le sumaré lo que traje: leche de vaca con chocolate.

- ¿No llego tarde, esta vez?-Pregunto a manera de saludo, haciendo que se sobresalte. Pero sigue seria- ¿Qué pasó?

-los del capitolio quieren hacer un especial con nosotros.

- ¿otra vez tendré que soportarlos en mi casa despiertos toda la noche?

Porque, si. Parece que a la gente del capitolio le gusta trasnochar.

Cuando Katniss y Peeta llegaron a estar entre los ocho finalistas, que fue cuando nos hicieron notas y entrevistas a sus familiares y amigos (y donde inventaron que Gale era su primo ¡solo porque se vería mal que ella tuviera un amigo varón que "es la envidia de todo el distrito, por ser un bombón" [palabras de Effie, la acompañante de mis amigos, en conversación-que más que conversación, parecía un monologo- privada], y que eso perjudicaría a Katniss, Peeta y la historia de los "amantes trágicos del distrito 12"), ellos se quedaron hasta que mis amigos ganaron, y todas las noches, sin excepción, se quedaban despiertos hasta que se hacia la hora del desayuno y mis padres y yo nos íbamos a dedicarnos a lo que sea que tuviéramos que hacer ese día.

Después de la escuela, yo me iba con Prim a su casa, hasta que se hacia la hora en la que tenía que darle la morfina a mi madre, la cual, según las mucamas, se la pasaba en el orfanato cuidando de los bebés.

Mi padre, por otro lado, se pasaba todo el día encerrado en su despacho en la alcaldía y solo subía para irse a dormir, evitando así a los molestos visitantes.