10- Tambaleo

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| AÑO 168 DG |

   Comienza ya el segundo año de mandato de la Señor del Fuego Izumi, razón por la que se haya dentro de un carruaje bordó y dorado en el centro de un gran desfile en su honor. La Plaza Mayor está colmada de ciudadanos y sobre todo de guardias imperiales, con el público apenas pudiendo saludar a la reina separados por varios metros.

   Uno pensaría que era una medida demasiado extremista, sin embargo por lo que pasó ese día, todos concordaron en que la seguridad de la Reina era la prioridad. Incluso el Primer Ministro Azfer, tras ser notificado sobre el ataque que el carruaje real sufrió, dio sus más sinceras condolencias a la familia del joven carretero que resultó herido.

   Todo iba bien. La tarde brillaba por el Sol en lo alto y la alegría de las personas. Había música, bailes e incluso el Ejército había dotado al desfile de algunos tanques para que se usaran como carrozas, ocultando al mismo tiempo que era una medida de seguridad extra de la Corona. Las cosas fueron bien hasta que en un giro de esquina un grupo saltó desde los tejados de varias casas y derribaron tantos guardias como pudieron.

   El fuego salió disparado de ambos bandos y uno de los ataques terminó en el carretero que controlaba los rinocerontes de komodo del carruaje real, hiriéndole en el centro del pecho y haciendo a su familia pasar días de angustia y triste en una sala de espera.

   La Guardia Imperial, dirigida por el príncipe Malik, logró contener la amenaza, pero de igual manera y aunque todo estaba predispuesto para que un buen día continuase, un dirigible descendió hasta mitad de la plaza y se llevó a la Señor del Fuego de vuelta a Ciudad Volcán, la cual se fortificó más de lo que ya estaba y se cerró por completo.

   Y así había pasado todo un mes.

   Un mes en el que el país demostró que, a pesar de sus diferencias políticas, la mayoría de ministros o representantes elegidos por el pueblo no querían que la Corona sufriera daños físicos. El ataque finalmente resultó ser algo aislado e independiente a cualquier fuerza mayor, cosa que alivió a muchos pero que no todos se creyeron.

   Izumi no se lo creyó.

   Sabía que esos vándalos no podrían haber organizado algo así. Eran campesinos sin más, algunos ni siquiera llevaban zapatos. ¿Cómo habrían pensado en una emboscada del calibre de una guerra? Alguien los había ayudado, y ella descubriría quién.


. . .


   "Solo subió para caer" se leía ese día en los principales periódicos del país.

   La gente, conmocionada al ver quién era el dueño de tales palabras.

   El Primer Ministro Azfer.

   —"La reacción nula de nuestra Señor del Fuego Izumi no ha hecho más que generar una inmensa confusión en la ciudadanía. Puede que la familia real esté acostumbrada a ocultarse tras las puertas de su ostentoso palacio cada que las cosas se ponen malas, pero fuera de ahí el mundo sigue girando y las vidas de millones de personas dependen de lo que sea que la Corona decida hacer. Según supe, la reina ordenó una condena de 30 años para cada uno de sus atacantes, la cual se cumplirá en Roca Hirviente y que una vez la completen serán liberados en el Reino Tierra, sin posibilidad de volver al país. Ahora bien, ¿qué hace la reina con respecto al miedo que se generó por el ataque en su contra? Yo les diré: nada. ¿Y saben por qué? Porque no le importa. A ellos lo único que les preocupa es estar bien y que el poder siga en sus manos. Con una soberana así solo puedo predecir que la Señor del Fuego Izumi solo subió para caer. Tarde o temprano, el pueblo habrá de hablar. Espero, sin dudas, que sea un buen grito."

Avatar. Corona de FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora