Ese maldito lunes aperturaba no solo una semana si no también un mes; Septiembre ya nos había llegado y los parciales se acercaban, aunque no lo suficiente para rompernos los nervios.
Azul: -¿Hoy comeremos solos?-. Me preguntó casi en tono de suplica mientras caminábamos por los pasillos hacia el baño.
- ¿No crees que hemos pasado suficiente tiempo solos?
Azul: -Solo no quiero que la señorita de los pasteles interrumpa otra vez-.
- La señorita de los pasteles nos salvó la otra noche-. Le reclamé.
De inmediato escuchamos un montón de risas y murmullos detrás; Eran un grupo de chicos hablando de lo divertido que había sido la fiesta del río, burlándose ligeramente de uno que otro recién ingresado.
Me encogí y me escabullí al salón de clases; Geraldine entró unos 10 minutos después de mi, en cuanto me vio me sonrió y por un momento pensé que vendría conmigo, pero simplemente tomó la plática de su amiga de enfrente y comenzaron a hablar de algo que no alcanzaba a entender.
Azul: -Ella es así Ela, simplemente amable, no significamos nada en especial-.
- Yo no pretendía que fuera algo especial-. Me quejé avergonzaba mirando mi libreta.
Azul: - Por favor, siempre es lo mismo, sabemos que una persona no convive contigo más de dos semanas, somos un paquete poco digerible...somos deshechables-. Se le escuchaba rendido.
De cierta manera tenía razón, siempre guardaba la pequeña esperanza de significar algo para alguien, como la primera opción que deseas ver en cuanto llegas a cualquier lugar, pero eso no solía suceder, era fácil prescindir de mi..de nosotros.
- Estaremos bien solos-.
El receso llegó pronto, éramos solo Azul y yo hasta que fue interrumpido nuestro momento.
Xx: - Ela...¿Podemos hablar?-. Ni siquiera tenía el valor de verlo a los ojos, no sé porque este tipo no me deja olvidarme de su existencia.
- Tengo...voy apurada-. Respondí levantándome y casi echándome a correr pero me agarro fuerte del brazo. - Aquí nadie te va a creer que todo es un juego-. Contesté con ojos llorosos y llenos de frustración.
Everard: -Lo siento....no quería hacerte daño, solo quiero hablar contigo en paz, por favor-. Me quedé de pie, solo esperando sus palabras, no planeaba decir nada.- Discúlpame por haberte asustado la otra noche, fue una broma que se salió de control, sabes que nunca te lastimaría enserio ¿O si?-.
- Es demasiado tarde para afirmar eso... el año pasado-. Dije con la cabeza baja y tratando de contenerme.
Everard: -Eso fue una estupidez y también lo siento por eso; No espero que me creas, solo no quiero que me veas como un monstruo porque no lo soy-. Me tendió un tubo de pintura azul, era el color equivocado, pero parecía bien intencionado.
- Ese es azul marino, el que te derrame fue añil-.
Everard: -¿Cuál es la diferencia?-. Idiota.
- Deberías conocerla, pintaste mi bici con eso-. Él solo agacho la cabeza y susurro un "lo siento". Ya fatigada decidí seguir su lío. -Supongo que este también me hace falta-. Lo tomé sin darle importancia.
Everard: -¿Ese es un "Te perdono todo está bien?-. Preguntó algo tímido.
- Es un ya veremos, igual tu y yo no hemos tenido la opción de no convivir, no podré dejar de verte-. Sonrió divertido y tomó mi mano para dejar el tubo de pintura en ella, se acercó para darme un beso en la frente y decirme que encontraría el azul añil, después se fue sin más.
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Todos Los Azules Del Mundo (TLADM).
RandomCoupvray en los 90's solía ser un pequeño y tranquilo poblado de Francia, mi familia solía tener esas características también, yo igual. Pero el amor nos pega como torbellinos de colores sobre el lienzo en blanco. Mi ansiedad me la pinte de azul y...