Capítulo 11: Índigo

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Azul: -¿Viste cómo todos salieron corriendo? !Fue lo mejor! Y la cara del director jajaja. Aaah; La mejor broma sin duda-. 

- Creí que no te agradaba Geraldine-. Mencioné a lo bajo. Estábamos en la biblioteca aprovechando que cancelaron las primeras horas en algunos salones, aún faltaba limpiarlos.Sentiría algo de culpa de no ser porque realmente necesitamos materiales nuevos.

Azul: - Esa broma fue buena, además, me gustan sus galletas-. Simplificó. 

-Pues, quizá no tendremos de eso por algún tiempo-. Recordé el día anterior, ese abrazo se sintió en mi como una despedida implícita. Decidí dejar ese pensamiento de momento y me concentré en mi libreta.

Azul: -Ela, ¿Ya no le agradamos a Geraldine?-. Puso cara triste; Él era la extensión de mis emociones y pensamientos, quisiera o no, iba a echar de menos lo que yo también la echaba de menos. 

-No estoy muy segura; Ella es algo extraña-. 

Azul: -Lo dice la que esta hablando sola en la biblioteca-. Vaciló con una mirada burlona.

- Si quiero te desaparezco-. Recriminé.

Azul: -No. no puedes, soy inevitable-. Se  reclinó relajándose en su silla.

- Odioso. Bueno, ¿Qué no eras tú el que decía que nos fuéramos con cuidado de las personas?-.

Azul: -Me gustaría que fueras con más cuidado de Everard que de Geraldine-. Se puso serio.

-Quizá no es un monstruo después de todo-. Confesé pensativa.

Azul: - Se puede decir que los monstruos suelen andar durante la noche-. El fijó su mirada hacia la puerta de la entrada y luego se escabulló entre los estantes. Yo voltee hacia dónde estaba su mirada y ahí  estaba él, entrando con libros en la mano y acercándose a mí sonriente.

Everard: -Hola, ¿Escapando de la muchedumbre? -. Lo que pasa es que afuera era un caos, todos los que no teníamos clase estábamos desbalagados por doquier, el director y el prefecto no podían con todos. 

-Quizá estoy escapando de ti-. Él puso un semblante triste y aparentó irse. - No, no. Solo estaba bromeando-. Sonreí; El relajó su expresión y se sentó junto a mí.

Everard: -¿Puedo hacer tarea a tu lado? Prometo no hacer ruido-. Usó un tono de sutil.

- Si, no veo por qué no-.

Estuvimos una hora en lo nuestro, de vez en cuando sentía su mirada penetrante sobre mí, para al voltear el esquivaba de inmediato su mirada volviendo a su libro, yo solo sonreía de su reacción. 

Cuando nuestras clases se acercaban nos pusimos de pie y caminamos a la salida de la biblioteca para seguir hasta el pasillo.

Everard: -Hay una fiesta en el otro pueblo esta noche, ¿Quieres acompañarme?-. Se detuvo frente a mí.

-No me llevo bien con tus amigos, algunos han intentado sobrepasarse-. Bajé la mirada para dejar que me diera el doloroso recuerdo.

Everard: -Adrien ya no es mi amigo, dejó de serlo en ese momento-. Se le notaba avergonzado.

- Dame tiempo, Everard, no es sencillo-. El acento con la cabeza dándome una mirada comprensiva.

Everard: -Supongo que te veré por ahí luego-. Me dio un beso en la frente para ir a su clase de música; Si, el salón de música y de arte quedaron intactos.

Todos Los Azules Del Mundo (TLADM).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora