Book letter parte 2

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- ¡Leon! ¡Chris!  ¿Están bien? 


La voz de Claire sonaba distante y lejana. Me dolía la cabeza y mis pulmones estaban llenos de tierra. Gracias al impacto, tenia las rodillas raspadas y los codos llenos de cortes de la grava del piso. Leon estaba igual, ademas, sus ojos reflejaban lo asustado y desconcertado que estaba. Pero estábamos vivos.


Estábamos frente a frente, mi cuerpo aun seguía abrazándolo y el cuaderno yacía destrozado en sus manos. Se sentía... extrañamente tranquilo. 


El tren aun no terminaba de pasar, pero el traqueteo prevalecía. Su fuerza y rapidez siempre me había asustado, era como ver algo más fuerte y gigante a toda velocidad. Algo que podría matarte con solo un golpe, no sabría describir el miedo que me producía estar frente a frente con esa cosa humeante por las vías.


- ¡Estamos bien! - grite - Solo rasguños -


Leon estaba mirando fijamente el gigante de acero y humo pasar bajo la luz de Enero. Tan rápido como un parpadeo comprendió lo que había sucedido. Estuvo a punto de morir, y yo le había salvado la vida. Balbuceo, probablemente por el miedo, y temblaba, pero eso era lo de menos. Al ver a su rostro de nuevo, pude notar sangre bajando de su frente. Y realmente me asuste.


El tren termino su largo recorrido y se alejo por el horizonte, el chico a mi lado tenia miedo y estaba sangrando. Claire corrió a nosotros y se arrodillo a mi lado.

 Como pudimos, le cubrimos la fea herida y lo llevamos a nuestra casa. Ahí fue donde pudimos curarlo del todo. Papá y mamá no hicieron preguntas, nunca las había, aun me pregunto si llegados a este punto, realmente importábamos.

- ¿En que estabas pensando? Ten mas cuidado cuando cruces las vías ¿Entiendes? - Pero el no entendía una palabra de lo que estaba diciendo. Por supuesto, era obvio que no la entendiera.

El nos agradeció, a ambos... tomo sus cosas, y camino a su casa.

Ese pequeño y torpe "Gracias" escrito en trozo de periódico de ayer, es una de las cosas que conservo en una caja de zapatos. Toda nuestra historia.


Y fue a partir de ese momento... que nos hicimos inseparables.


Cada vez que la campana sonaba en el instituto, mi intuición me hacia caminar a la cafetería, y mirar cual solo estaba en una esquina apartado de los demás. No importa, nunca me gusto estar en un lugar lleno de personas de todas formas, comer a su lado en el jardín de la escuela era una de esas cosas que no cambiaría por nada en el mundo.


Los largos atajos a casa fueron lo mejor de ese invierno. Hacia frió y la nieve caía a nuestro alrededor, pero daba igual, mientras pudiera ver su sonrisa y su cuaderno lleno de palabras... palabras que venían desde su corazón. Palabras que lamentaba no poder escuchar nunca.


Pasamos el invierno junto a libros, malvaviscos, bufandas, chocolate y una libreta llena de palabras llenas de sentimientos inocentes de dos niños que aun no ven el mundo florecer. 


Esos días eran cálidos a su lado. Lo recuerdo como una especie de manta cálida en un momento de nostalgia que te golpea con recuerdos borrosos como una pantalla plástica en tu memoria. Si aun recuerdo ese día que... Me adentre en la realidad de Leon.

Our History|Chris X Leon| | Resident evil one shots|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora