Capitulo II : La Carta

799 87 9
                                    

Dentro del imperio hyuga, un anciano del consejo por el momento asumía el papel de emperador. Hitoshi Hyuga, era el líder del consejo y gran confidente de el patriarca Hyuga. El por la guerra le había dicho que no fuera, que mandara a sus soldados....su experiencia y su instinto le decían que algo malo iba a pasar.

-¡Gran consejero Hitoshi! ¡Gran consejero Hitoshi! -Se escuchó la voz de un sirviente, venía corriendo a todo lo que sus piernas le daban, se veía abatido y nervioso. Se paró en frente del hombre, haciéndole una reverencia.

-¿Que ocurre Nao? -Preguntó el consejero.

-Le llegó esta carta -dijo pasándole el sobre de papel con la carta -me la pasó un mensajero del imperio de La nación del río. La noticia es terrible.....pero lea la carta.

En el Campo de entrenamiento. Un hombre, tez Blanca, figura atlética cabellera castaña larga y una joven de facciones delicadas, figura dulce y cabellera larga azulada. Ambos de ojos opalinos. Estaban entrenando con espadas, atacándose con movimientos gráciles, elegantes y fuertes, cortando el viento, levantando polvo con sus desplazamientos. El chico miró de reojo el pequeño reloj de arena que estaba en una mesa pequeña apartada del área. El pequeño reloj ya se había parado.

-Hina -no pudo terminar la frase, tuvo que dar un gran salto hacia atrás esquivando la hoja de metal que amenazaba a hacerle un corte en el brazo.

-Hinata-sama, el tiempo terminó -Hablo guardando la espada en su funda. La doncella lo imitó. -La felicito, ha mejorado mucho.

-Gracias Neji-Niisan -le sonrió dulcemente-¿crees que debo mejorar en algo más?

-hmmm....creo que debe trabajar un poco su Pi Jian, pero debo admitirlo, usted esta muy bien.

-Gracias, me alegra escuchar eso - Suspiró y dejó la espada en el soporte de metal que le correspondía. Luego se sentó en una banca.

-Ojalá papá se de cuenta de lo que tu dices, sabes...llego a extrañar sus "Hinata Esfuérzate más" Quiero que vuelva pronto de la guerra.

La mirada se la joven cayó un poco, delatando cierta tristeza.

-Hinata-Sama, yo al ser su mentor me doy cuenta de inmediato de su avance. En cuanto a su padre -Se sentó junto a ella-se que es muy exigente con usted, pero debe entender que...

-Que soy la h-heredera lo sé lo sé Neji-Niisan....

-Aparte, yo se que el aunque no lo dice, debe notar su avance. Solo que no quiere que usted se relaje y no se siga esforzando

-Ah...Neji...como me gustaría que me dijera o que me felicitara siquiera una vez..

Decía miró al cielo, como queriendo ver algo inalcanzable.

-Lo hará cuando regrese y la vea entrenar. Yo creo que el solo quiere que se pueda proteger por si misma, para que este preparada para el momento en que el ni yo estemos.

-¡No digas eso Neji-Niisan! No quiero que ustedes se vayan de mi lado ni siquiera quiero imaginarmelo....Llorare mucho si les llegara a pasar algo

-Hinata-sama, No tenemos la vida comprada....pero si algo se es que al menos yo ni su padre aunque estemos muertos estaremos siempre junto a usted

-Neji-Niisan.... -Lo miro a los ojos, su mirada era de alguien sumamente conmovido -Gracias por tan bellas palabras

-Sabe que yo no soy de ponerle azúcar a las palabras. Solo le dije lo que pienso.

-Para mi siguen siendo unas palabras muy bellas -le sonrió de una manera pura, casi irreal. Al chico le devolvió la sonrisa, esto le conmovió. Y pensar que en su pasado le había tenido un odio ferviente a ella, vaya que se arrepentía de ello. Le revolvió un poco el pelo delicadamente, oh cuanto adoraba hacer sentir bien a su querida prima.

-Hinata-Sama, es hora de ir a cenar. El entrenamiento de hoy terminó -Dijo levantándose para dirigirse a dentro del palacio.

-Si, vamos -Dijo siguiéndolo.

El ocaso cayó sobre el imperio. Los jóvenes se cambiaron sus ropas de entrenamiento, se dieron un baño para quitarse el sudor y relajar su cuerpo. Una vez vestidos se fueron a cenar.

La cena transcurrió en temas triviales y asuntos de como van los entrenamientos y estudios, Hanabi como siempre lanzaba una que otra broma. Alguien entro al comedor y carraspeó la garganta. Todos lo miraron.

-Buenas noches muchachos. Cuando terminen su cena, Hinata, Neji, hagan el favor de ir a verme a mi salón. Provecho

Hitoshi le alejó, con paso calmo pero con un tinte de nervio que nadie notó. Cuando sus pisadas dejaron de sonar los jóvenes hablaron.

-¿Que será lo que querrá?

-No lo sé Neji-Niisan, pero no...no me da buena espina

-Pues vaya Hombre ese consejero, ¿porque me excluye? -Reclamó Hanabi con cierto deje de ofensa fingida y broma.

-Tendrá que ser algo importante, o que nos involucre a nosotros dos -Dijo el castaño con calma.

-¿Algo que los involucre a ustedes dos? -Mostró una sonrisa pícara mirando a su hermana y a su primo.

Hinata pensando lo que podría estar pasando por la mente de su hermana se ruborizó instantáneamente. El chico solo atinó a abrir los ojos como platos y que una pequeña de punzada de vergüenza lo atacara.

-Ha..¡Hanabi! -alcanzó a balbucear la peliazul.

-Hanabi-Sama...podrían.....tener que ver con aspectos de entrenamiento. Usted ya sabe, me involucra como su tutor y....

-Ya ya déjalo, estaba bromeando no te lo tomes a pecho.

-Eh....Neji-Niisan, Ya terminé....y veo que tu también. ¿Vamos? -Preguntó levantándose de su silla.

-Sí.

-Con Permiso hermana -dijo la peli azul.

-Tuyo -Respondió levantándose también para irse a su pieza.

Salieron de la habitación del comedor, y se dirigían al salón del consejero.

-Hinata-Sama ¿se encuentra usted bien? -Preguntó, pues la chica se veia nerviosa.

-No, No me ocurre nada

-Esta bien, si se siente mal solo dígame -"Vaya Hanabi-sama, que ocurrencias las de ella...."

-Claro Neji-Niisan -Le sonrió.

Retomaron su marcha hasta llegar al salón del Consejo.

__________
Pi jian: Técnica de movimiento básico de jianshu (arte de la espada) que consiste en llevar la fuerza al filo de la espada

Hyuga's EmpireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora