Neji, al atardecer fue al Templo De La Perla. Tenía que despejarse de tan abatido día. Había llevado un ramo de diversas flores muy gordo.
Fué a unas tumbas que estaban un poco más allá de la entrada.
Observó las plantas de las tumbas.
El pequeño rosal recién estaba con pequeños brotes, y el arbusto de claveles aún no tenía botones.
Sonrió. Al parecer aún tenía que llevar flores hasta la temporada de floración.
Sacó cinco rosas rojas, para su madre; y cinco claveles blancos para su padre.
Recordaba que las rosas eran las favoritas de su madre. En cuanto a su padre, el nunca solía hablarle de plantas y flores. Pero escogió poner claveles en su tumba gracias a aquel gracioso recuerdo con su familia.
Recordaba que caminando con su padre por el mercado, compraron unos bonitos claveles blancos para darle una sorpresa a su mamá.
Pero cuando se los entregó a ella, comenzó a estornudar. Hizashi había olvidado por completo que su esposa le tenía alergia a los claveles. Esa tarde estuvo culminada de risas y bromas.Además, la rosa roja con el clavel blanco hacían una bonita y ciertamente rara combinación. Tal y como sus amorosos padres.
Se arrodilló y depósito las flores sobre la tierra sobre las tumbas. Las miró un poco, se levantó y sonrió.
Retomó el camino hacia las tumbas más próximas al centro, y depósito las flores que aún le quedaban en sus manos.
Depósito cinco lilas para su tía, y cinco lirios para su tío. Esta vez , se quedó mucho más pensativo. Pensaba en si en verdad su tío sabía o aprobaba lo que estaba pasando ahora dentro de palacio.
Se arrodilló denuevo, pensaba esa vez en su prima. Tanto que le encargó su tío que la hiciera fuerte, que la hiciera valerosa y la preparara lo mejor posible para el trono. Pero....todo se puso de cabeza.
Sentía un remolino de emociones en su pecho, entre ellos rabia, impotencia, culpa.
Se sentía en cierto modo culpable, pero ¿qué más podía hacer? El consejero parecía que el simple hecho de que Neji Hyuga existe lo prefiere. Sentía que no había cumplido del todo con su deber de protegerla, no pudo protegerla de no ser reconocida, no pudo protegerla de las miradas de decepción del consejo, no pudo protegerla de....
¿De qué le servía su título de guardián si no la pudo proteger de nada de eso?
Como sea.
De nada le servía seguir martirizandose, nada que el pudiera hacer arreglaría las cosas.
Lo que le tranquilizaba era el hecho de que su prima no estaba sufriendo un gran dolor, solo una espinita de decepción como ella le había comentado en el almuerzo.
–Ah, Tío lo que daría para que usted supiera todo lo que está pasando.
Colocó su mano en su pecho. A modo de recitar un juramento.
–Haré que Hinata-sama asuma el trono el año que viene y me encargaré de que así sea......–inclinó un poco su cabeza –Se lo prometo, Tío Hiashi
Se levantó, ahora con un peso menos en el pecho, sabía que el iba a cumplir su promesa, iba a ocupar su terquedad para ello.
Además, se trataba de su protegida, jamás se atrevería a dejarla y no ayudarla.
Una persona, que había estado observando al Hyuga desde que llegó, se estaba acercando a él.
Hacía mucho tiempo que no sabía nada de él, desde que se había enterado de la muerte del emperador no se atrevía a ir al palacio para no importunar.
Ciertamente le tenía mucho cariño a la familia real, especialmente a Neji Hyuga por lo que hizo por el pueblo de su hermana. Siempre le guardaría una eterna gratitud por su acción.
Pero hoy, en varios meses lo volvía a ver.
—Tiempo de no verte Neji —Dijo la voz femenina
El nombrado miró a la persona que lo saludaba.
—Lo mismo digo, Kohana.
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Hyuga's Empire
Fanfiction" Lo asumiré" "Sabes que no" " Se lo prometo, Tío Hiashi" " La conozco, confie en mi" " Es realmente apuesto" " es muy fragil la heredera, en ese estado no lo soportara" " te conqui...