Si bien, el imperio Uzumaki no era tan renombrado como el Hyuga o el Uchiha. Tenía sus particularidades también.
Tras la última guerra, se empezó a hablar más de él por la gran contribución en batalla por parte del príncipe Naruto.
Este imperio, se ubicaba a un kilómetro de la zona de Volcanes Frios del este.
La vestimenta consistían en túnicas taotistas naranjas con bordes negros, y su emblema era una espiral circular de color rojo. Su ejército, se especializan Qiangshu, lo que les daban posibilidades de ataques de corto, mediano y largo rango.
Pero por lejos, lo que más impresionaba y el motivo por el cual eran ciertamente temidos. Era su cultivo.
La realeza Uzumaki desde hace ya muchos siglos, cultivaban bestias espirituales en su interior. Es decir, desde el nacimiento del príncipe o princesa, se sella a un Kyubi en el interior del bebé. Se entrena de manera extrema la mente y cuerpo del heredero. Y cuando el heredero está listo, es llevado a los volcanes Frios del este (si su chakra es tipo viento, agua o rayo) o a los Volcanes del oeste (si su tipo de chakra es fuego, tierra o rayo), para iniciar el periodo de conocimiento y control con la bestia.
Una vez que la bestia y su portador han entrenado y se han conocido. El Kyubi accederá a prestar parte o todo su poder si es necesario.
Si bien todo suena extraordinario y muy increíble, tanto poder tiene una contra parte. Cuando la bestia espiritual solo comparte una pequeña parte de poder, la defensa, ataques y energía del portador crecen, pero no se hacen eternas. Sin embargo, cuando la bestia le transfiere más de la mitad de su chackra (lo cuál se da en situaciones extremas o de guerra por ejemplo), la energía se concentra en la ofensa y deteriora ligeramente al heredero, bajando así su defensa, lo que significa que si llega alguna técnica con una potencia similar y toca al usuario, recibirá tres veces el daño. Aunque el daño se puede reducir solo al doble si ocupa su arma divina Cetro de Quimera.
Eso es lo que había oído hablar de el imperio Uzumaki.
Ahora, sobre Naruto muy poco o nada sabia de él. Lo habrá visto dos veces en su vida. Su prima lo había conocido en el Templo del Loto Ardiente, y le había contado que era un muchacho extrovertido, alegre, perseverante y amable. Pero ella misma dijo que no había hablado mucho con él.
Ahora, no era que le molestase que su prima hablara con él. Aunque tampoco tenía derecho a molestarse por algo así.
Sin embargo lo que le parecía raro era la insistencia del consejero en que esos dos interactúen. Es decir, el consejero nunca había interferido o forzado ninguna clase de interacción anteriormente. ¿Porqué lo haría ahora?
Miro a su alrededor, todos los nobles disfrutaban de la fiesta y él ya había dejado de ser el centro de atención hace ya varios minutos.
Miro hacia la entrada.
Su prima y el príncipe Naruto ya habían vuelto a entrar. Probablemente ya habían recorrido el jardín.
Se paró del trono, con intención de salir a tomar aire.
A mitad de camino, una voz conocida lo llamó.
—¿Neji?
Se volteó, y se dio una grata sorpresa.
—Hola Kohana —saludó —¿Hace cuanto que llegaste? No te había visto
—Acabo de llegar. Por cierto Neji, no pensé que los rumores fueran ciertos. Ahora tú eres el emperador
—¿Rumores? ¿Cuáles rumores?
—Acabo de hacer unas entregas a unos nobles. De camino a palacio, los nobles extrangeros y grandes mercaderes que se dirigían al palacio no dejaban de hablar de que no habría una emperatriz, sino que un emperador —explicó con simpleza
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Hyuga's Empire
Fanfiction" Lo asumiré" "Sabes que no" " Se lo prometo, Tío Hiashi" " La conozco, confie en mi" " Es realmente apuesto" " es muy fragil la heredera, en ese estado no lo soportara" " te conqui...