Capitulo 7

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Uno mis manos en forma de razar dejandolas planas y Volcancito une sus manos en un solo puño. Ella voltea a mi y me dice con la mirada: Detente. Yo continuo con las manos planas.

Digo mentalmente:

Señor Jesucristo, Verbo de Dios Padre,

Dios de toda criatura

que diste a tus santos Apóstoles la potestad

de someter a los demonios en tu nombre

y de aplastar todo poder del enemigo;

Dios santo,

que al realizar tus milagros

ordenaste: "huyan de los demonios";

Dios fuerte,

por cuyo poder

Satanás, derrotado,

cayó del cielo como un rayo;

ruego humildemente con temor y temblor

a tu santo nombre

para que fortalecido con tu poder,

pueda arremeter con seguridad contra el espíritu maligno

que atormenta a esta criatura tuya.

Tú que vendrás a juzgar al mundo por el fuego purificador

y en él a los vivos y los muertos.

Amén.

Dejo caer mis manos y ella igual. Saca el pequeño bote y empieza a vaciarlo sobre su rosario, que a diferencia del mío, es morado y una rosa está en el centro el crucifico. Yo no lo hago porque ya está bendito desde hace unos minutos. Nos colocamos en frente del chico, y las dos nos persignamos, lo cual hace que los otros también nos imiten.

─En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo ─ decimos al unísono.

Todos responden ─ Amén.

Ante esto, el chico abre los ojos de golpe, mirando rápidamente a nuestra dirección. Sus ojos cafés están rojos y miran con terror ─ Deténganse.

─Señor, pedimos la salvación de Mike Grey tu siervo omnipotente. También pedimos tu fuerza para desterrar a la entidad que habita en su cuerpo, que como el pan...─ seguimos hablando las dos juntas.

─ ¡CALLENSEN!─ grita el chico.

Lo siguiente que sabemos es que una de sus manos se libera y el trata de levantarse pero es sujetado por su padre y por Carim. Sigue buscando la forma de librarse de sus agarres pero ninguno muestra señal de dejarse.

─ ¡No tienen idea de lo que están haciendo! ¡No puedo detenerlo durante mucho ti... ─ entonces sucede lo mismo que otras veces. Se calla al igual que se queda paralitico semi-sentado. Puedo sentir un escalofrió por mi espina dorsal y por mis brazos, sin mencionar el calor que esta emanando de mi cabeza.

Cuidadosa, sigo hablando pero empiezo a ponerme en posición de defensa.

Y entonces, cada quien habla por su lado.

Volcancito dice ─ En verdad os digo que si dos aquí en la tierra se ponen de acuerdo sobre cualquier petición, así será hecho por mi Padre en el Cielo. Porque donde hay dos o mas reunidos en mi nombre, allí estoy yo entre ellos.

Y yo digo ─ Contra mí han surgido arrogantes, rabiosos buscan mi muerte, sin tener presente a Dios.

la luz de la habitación parpadea y unos libro se dirigen a Volcancito. Yo tomo su brazo y la jalo a mi derecha. No percibió el golpe porque venía de atrás pero empieza a ponerse más atenta. Y lo sé, acaba de activar su mecanismo de defensa.

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