Capitulo 8

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- Ah... voy a morir- digo con una voz de borracha, lo cual es curioso ya que no estoy borracha. Estoy mareada.

-¿¡Como te atreves a decir eso, mientras soy yo el que esta en el borde del abismo!?- grita un Carim boca abajo.

- Eres niño, no seas dramático, solo las niñas podemos hacer alboroto- argumentó.

Bueno en realidalidad sus manos están el suelo y sus pies en el aire, pero que no cunda el pánico, esta recargado (levemente) en la pared. Así que no se caerá tan fácilmente. Aunque yo creo que lo que le preocupa son las jarras de agua caliente que están encima de sus pies. Por lo que si llega a perder el equilibrio... bueno... el resultado no sera lindo.

-Becky... ya no siento mis piernas... pero si la sangre en mi cara...

Miro el reloj de mi mano mientras doblo el ceño - No seas absurdo, todavía te quedan unos buenos 10 minutos. Solo llevas 20 minutos. Mínimo alcanza la cuota mínima.

-Pero Becky... estoy herido...- dice con una voz casi chillona.

Yo levanto la ceja, me acerco a el y le bajo un poco mas la camiseta para ver la supuesta "herida" del exorcismo de los Grey. Pero como imagine, no hay nada. Toco sus costillas donde siento un poco mas de carne por el entrenamiento, y provocó unas pequeñas risas, yo sonrío con satisfacción de comprobar la mentira -Buen intento novato, buen intento.

El hace un gemido de dolor.

Yo por otro lado, ya envié 13 cartas de disculpa al consejo y recibí mi castigo. Esta vez Jones se a pasado.

Al principio creí que estaba en otra dimensión por el buen trato con el que fui recibida luego de la verdadera versión de la historia contada por Volcancito (claro que fue entre nosotros cinco) Jones al igual que yo, cocordo que seria mejor no decir la verdad al vaticano, ya que todos tenían mucho que arriesgar, mientras que en mi es algo típico. Pude no recibir castigo. Pero dado que Carim salio herido en la sesión, tuve que aceptarlo.

- Lo siento, Becky, pero tu y yo tenemos un trato, donde específicas que los únicos lesionados serán tu y el "cliente"

- Lo se Jones, lo se.

El asiente - Mañana te quiero aquí a primera ahora para recibir tu castigo.

Hoy (en lo que supongo que era la mañana en las tierras profundas del vaticano) me fui directo a la oficina de Jones. El vestía su traje de negro como siempre, solo que sin su saco, y las mangas de su camiseta estaban enrolladas hasta los codos. Sus lentes estaban en el escritorio y justo cuando voy a avisar de mi presencia, el se voltea del mueble, gira en mi dirección, con un delantal... ¡Con galletas en una charola!

Puedo sentir como la baba amenaza en salir de mi boca - Jones... ¿Qué.?

- ¡Oh! ¡Becky! ¡Pero que sorpresa! ¿Quieres una?...

¡Es una maldita trampa! Grita mi subconsciente, el sabia que venia aquí hoy por el castigo, ¿Y ofrecerme galletas? Claramente algo perverso cruza su cabeza.

-¿Pero que ocurre con el castigo?

-Lo dejaremos para otro rato, vamos, tengo un lugar a donde llevarlas y estoy seguro que quieres una- dice con una sonrisa dulce.
Debe ser mi imaginación...

Tomo una de la orilla. Son chispas de chocolate. No puede ser nada malo. Meto el contenido en mi boca y... algo huele mal... no, al sabe MAL . Miro mi mano donde permanezco con la galleta en suspensión en el aire y trago el extraño sabor. No esta bien. La masa es salada, y... ¿Que es eso blanco adentro del chocolate?... - ¡NO MEDIGAS QUE ES VENENO!

La ExorcistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora