Hoy he vuelto a ser niña, a llorar por nada y reír por todo. He vuelto a creer en mi misma, he encontrado una cama más grande a la que subir cuando tengo miedo de la oscuridad que hay dentro de mi y me he ocultado en tu pecho esperando a que me encuentres.
Hoy he recuperado todo lo que pensaba que había perdido pero nunca dejó de estar a mi lado. Y he matado a mi yo maligno con un guiño. Ni siquiera me arrepiento un poquito.