Margo

188 26 0
                                    

Margo tenía razón. Ella sabía que para ser capaces de vernos, de realmente vernos, primero teníamos que agrietarnos.

Decepcionarnos.
Fallarnos.
Perdernos.
Y rompernos.

Pero lo que ella no nos dijo fue que una vez que has dejado que te vean, y has sido capaz de ver, no hay marcha atrás.
Y entonces te pasas el resto de tu vida viendo a los demás como lo que realmente son: simples personas.
Y ellos dejan de verte como esa compleja idea de chica imposible a la que nunca nadie le han roto el corazón,
porque se dan cuenta de que yo siempre lo he tenido hecho pedazos.

No dejeis que Margo os engañe.

10 de JulioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora