Capítulo 5

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POV Poché.

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Estoy tan molesta con la directora Cáceres, que le costaba dejarme hacer el trabajo con Amalia, o por lo menos sola.. pero no, tengo que hacerlo con esa niña Daniela que no me cae mal, pero no me gusta hacer nuevos amigos, porque hacerlos implica tener que dejarlos que me conozcan, que conozcan mi vida y apesta porque luego andan viéndome con lástima, tratándome diferente sólo porque estoy enferma.. lo único bueno es que nos toca hacer el trabajo en un centro de adopciones, estoy feliz por eso, me encantan esos sitios. Tengo que llegar a casa y hablar con mamá para que me ayude con los horarios para que no coincidan con mis citas médicas, y así poder avisarle a Daniela.... no sé que me pasa con ella, cuando rozamos manos sentí un cosquilleo que supongo ella también sintió, es muy extraño, creo que la vida se está empeñando de meterla en mi vida.

••••

- Mamá, tenemos que hacer un trabajo comunitario, es en parejas. - Le digo a mamá mientras como mi almuerzo.

- Es genial cariño, en un rato el doctor me va a entregar el horario de tus próximas citas médicas, y luego de eso organizamos tus días y le dices a Amalia. - Gracias mamá por recordarme que no haré el trabajo con ella.

- Mamá... no lo haré con Amalia, la directora Cáceres nos asignó una pareja, y te lo juro que traté de decirle que me dejara con ella pero no quiso, tampoco me dejo hacerlo sola y... - Me interrumpe.

- Poché, no importa que no lo hagas con tu amiga, de hecho me parece genial que lo hagas con otro compañero, dime como se llama.

- Se llama Daniela. - Digo y me viene a la mente cuando rozamos manos... Me pierdo en mis pensamientos y noto que mi mamá me observa detenidamente. - ¿Qué pasa mamá?

- Nada... pero tu mirada se puso diferente cuando mencionaste a la chica, me alegra tanto que tengas que hacer el trabajo con ella, estoy segura que llegarán a ser grandes amigas. - Mi mamá siempre intentando que tenga más amigos, y yo que simplemente no quiero tenerlos... - Anda a descansar un poco a tu habitación, te aviso cuando el doctor se comunique conmigo para organizar tus horarios. - Se levanta y me da un beso en la mejilla. - Te amo mucho mi niña.

- Y yo a ti mamá. - Me dirijo a mi habitación.

••••••

Luna
No me abandones más
Que tiendo a recuperarme
En la cuna de tus cráteres
Silencio
Se abre la tierra
Y se alzan los mares
Al compás del volcán.

Termina de cantarme Daniela mientras estoy acostada en su regazo, me mira con tanto amor y yo estoy segura que la veo de la misma manera, la amo tanto que si el mundo lo supiera, le daría vergüenza ser tan pequeño.. Me levanto y le doy un beso y nos abraza....

- Poché, Poché despiértate... ya tengo el horario listo. - Me dice mi mamá al otro lado de la puerta, maldición.. que clase de sueño fue ese? Lo peor es no quería despertar, me sentía tan bien, tan relajada, tan... feliz, hace tanto tiempo que no tenía esas sensaciones.. pero no puede ser ni será, yo con Daniela no tendré nada, ella será mi compañera de trabajo y ya... sólo eso.

- Ya voy mamá. - Me dirijo a la puerta y mi mamá me da la hoja con los horarios específicos y me dice.

- Hija, creo que es mejor si invitas a Daniela a la casa, así pueden conversar mejor sobre los horarios y le explicas bien toda la dinámica, y así la conozco también. - Me dice sonriendo.

- Mamá no quiero que Daniela se entere de mi condición, no quiero que me tenga lástima, no quiero.. - Le digo y bajo la cabeza, aguantando las ganas de llorar.

- Mi vida, tu eres una persona como cualquier otra, nadie puede hacerte sentir ni más ni menos que ellas, si es cierto que tienes una condición que no te permite ser igual a los demás, pero dime... quién quiere ser igual a los demás? Todos tenemos cualidades distintas los unos de los otros, y eso mi amor, es lo que nos vuelve especiales, y créeme que tu lo eres, eres especial y un rayito de luz en nuestras vidas. - Termina y la abrazo, no puedo contener las lágrimas y lloro mientras mi mamá me abraza y me da tiernos besos en la cabeza, definitivamente no hay nada mejor que las palabras de mamá. - Ahora, basta de lágrimas, llama a Daniela mientras yo voy a la cocina mientras les preparo unos sándwiches con mermelada sí? - Asiento y se va a la cocina.

Agarro mi teléfono y busco el número de Daniela, le marco.

- Hola?

- Daniela, es María José... me preguntaba si podrías venir a mi casa para que organicemos el horario del trabajo comunitario...

- Hola María José! Si, claro.. pásame tu dirección y enseguida le digo a mi chófer que me deje en tu casa.

- Vale, ya te lo paso, nos vemos. - Cuelgo y no permito que me responda.. Es un hecho, Daniela viene a mi casa.

Nunca digas nunca.. recuerda que el mundo da mil vueltas.

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