- ¡Riley, espera! -gritó Esteban.
- ¡No, lo siento! Es una carrera -le gritó Riley
Bueno, al fin y al cabo terminé ganando. Llegamos cansados.
- Vez.... te... dije... que iba a ganar -le dijo Riley agitada.
- Si... lo se... siempre me ganas en .... estas cosas. -le respondió Esteban, de igual manera agitado.
- Bueno chicos. Vengan, las hamburguesas están listas.
Hamburguesas dijo. Dios, amo las hamburguesas. Salí corriendo, directo a sentarme. ¡Jamás! me perdería comer hamburguesa.
- Provecho chicos -dijo la mamá de Esteban.
*Al día siguiente*
- A levantarse mis amores. Vamos para el río -gritó Tía Kelly
Esteban es uno de los que cuesta levantar, así que se me ocurrió hacerle una pequeña broma.
- Esteban, Esteban...
- Que.... Cinco minutos más -dijo Esteban soñoliento.
-..... Corre, vamos al río
- No me interesa, vayan ustedes.
Esteban, como bien saben, el ama los cerditos.
- Ah ok, entonces iré solita a ver los cerditos. Pasaremos por una granja a ver unos cerditos.
- A que si perdón. ¿Ya te bañaste? ¿A que hora nos vamos? Necesito mirarlo.
Lo sabía, jaja se levantó. Aplausos, gracias gracias. Lo se, soy una genio.
- Nos vamos en este instante. Así que, apúrate a bañarte y alistarte.
- Ok -se levantó como rayo veloz.
*a los minutos mas tarde*
- Bueno, ya estoy listo familia. Ya nos podemos ir - dijo Esteban muy entusiasmado.
- ¿Que? Aún no nos vamos. Falta media hora para irnos. -le dijo Damian
Esteban volvió a ver a Riley con una cara de enojo. Osea, Riley, corre por tu vida.
- Perdón, perdón. A mi me hicieron lo mismo. -dijo Riley quitándose el tiro.
- Mas te vale, señorita Adams.
Aún no termina la broma, no vamos a pasar por una granja. Ya quiero ver su cara.
- Ya niños, vamos.
Nosotros vamos caminando al río, en realidad no queda tal lejos. Tal vez a unos 5 minutos.
Íbamos caminando y Esteban preguntó- ¿Cuando llegamos a la granja? Ya me estoy cansando -con una voz de cansado
- ¿Cual granja? ¿De que hablas hijo? -muy confusa Tía Lisa
- A la granja que Riley...... -en ese instante me volvió a ver, se estaba poniendo rojo como un tomate de la furia que tenía
- Hola... je. -dije muy nerviosa, y aguantandome la risa.
- ¡Riley! ¿¡Porque con los cerditos!? -me dijo muy furioso
- Emmm.... si. Adiós -salí corriendo y Esteban venía detrás mío. Jamás lo vi correr tan rápido.
Después de tanto correr, llegamos al río.
ESTÁS LEYENDO
Loca historia
Genç KurguRiley Adams, una chica loca, feliz, divertida, bipolar, bueno no... o si? A través de la historia, se darán cuenta de su vida. De sus situaciones amorosas y eso. Mientras pasan los días, le pasarán cosas muy extrañas, cosas que nadie se imaginaría...