✽Capítulo 02✽

128 22 2
                                    

-¿Me estás escuchando JiMin?- pregunta el chico a su costado.

JiMin lo mira distraído, desde el transcurso de su casa hasta la Universidad había sentido como alguien lo seguía, una mirada constante en su nuca que lo hacía erizar pero al darse vuelta no había nadie lo que le daba más miedo aún.

-Perdón... ¿Qué?- dijo al darse cuenta de que le dirigían la palabra.

-Qué si irás a la fiesta de Jinyoung esta noche?- repite nuevamente el castaño.

-¿Ese no es el matón de tu clase?- le pregunta Hwiyoung al peli-rosa.

-¿No es el que te atormentó por años con sus bromas sin gracia no?- se une al cuestionario Jinwoo mirando a los tres chicos.

-Sí es él... aún me dan ganas de darle una buena golpiza por lo que le hizo a JiMin- dice el chico más fuerte de los cuatro, Seunghoon.

-Ya olviden el pasado, si yo pude ustedes igual- dijo calmadamente JiMin sonriendo leve- no puedo ir aunque quisiera, mis padres quieren que vaya a rezarles a los Dioses cada fin de año para agradecerles el estar saludable y ser agradecido- finaliza con tono aburrido.

Él no creía en esas cosas, aún así sus padres sí lo hacían hasta tal punto de arrastrarlo con él en sus rezas y en "Debes tener algún Dios que te guíe" no creía en aquellos Dioses que te protegían y guiaban, aunque no estaba en contra de las personas que sí creían en ellos, JiMin era bastante amable y gentil como para ir contra las reglas de sus padres, aunque ya tuviese 23 años, aún seguía haciéndoles caso y hacía todo lo que les pidiesen aquellos ancianos.

-¡Eso es una mierda!- se queja Seunghoon.

-¡Sh! Son las creencias de otras personas, no de JiMin- le dice Jinwoo dándole un suave golpe al castaño.

-Sí, pero es una mierda que arrastren a JiMin a sus creencias- ataca sin una pizca de suavidad o delicadeza en sus palabras.

Pero estaba bien, eran ciertas aquellas palabras y JiMin ya conocía a sus amigos. El timbre al fin suena dando entrada a su última clase del día, los cuatro chicos se dirigieron a sus clases correspondientes y al terminar estas se despidieron entre sí y el peli-rosa maneja en su auto hasta su hogar.
Al llegar a su hogar entra a esta y saca la mochila que había preparado en la mañana, con su ropa, cosas de aseo y demás y se encamina al metro. La ida hacia la casa de sus padres era algo lejos por lo que prefería tomar un tren a Busan que ir en su auto, en todo el camino al metro sentía como alguien lo seguía y lo miraba penetrante. Repetidas veces había mirado detrás suyo, pero nada ni nadie estaba allí, ese miedo de que lo seguían permaneció hasta llegar a la casa de sus padres.

El Sr. y la Sr. Park saludan con felicidad la llegada de su único hijo, le habían preparado su antigua habitación y una cena espectacular. Pasaron un pequeño pero lindo momento cenando juntos hasta que llega la hora de la reza.
En el templo podían pasar una persona a la vez (por respetos a sus deseos y pedidos para el nuevo año) por lo que cuando llega el turno de JiMin éste entra y se arrodilla frente a las imágenes de todos los dioses. Apoya su cabeza en el piso poniéndose en una pose de tortuga, deja sus manos a los costados de su cabeza y cierra los ojos. Empieza a pensar en su mente deseos, metas y pedidos para el próximo año, luego les agradece por protegerlo de todo mal.

Al enderezarse observa una figura gigante entre las sombras, la piel de JiMin se eriza al observar que aquel ser tan grande y gordo no era de allí, entonces... ¿Qué era aquello?.

-¿Hola?¿Quién... Quién es usted?- pregunta sonando lo más tranquilo posible. La figura se acerca saliendo de las sombras y JiMin queda pasmado allí al verlo.

¿Qué carajos era aquello? Un ser gigante con solo un ojo tirando saliva de su boca y mirándolo como si fuera su futura comida, si JiMin no llamaba a sus padres o no corría seguramente sería la cena de esa cosa. El gigante ser se acerca a él con firmeza y JiMin aún en shock retrocede, intenta hacer algún sonido o llamar a sus padres por ayuda pero se había quedado sin habla, como si no supiera hablar o su garganta no expulsaba las ganas de gritar.

Ve que el ser con un ojo hace un puño con su mano derecha y ejerce fuerza hacia atrás para luego guiarlo a su dirección, el peli-rosa rápidamente se cubre con sus brazos aunque sabía que era en vano, la mano de ese gigante era diez mil veces más grandes que las suyas. Pero, en vez de sentir el fuerte dolor y la muerte segura, nota como la oscuridad de sus ojos cerrados se vuelve más clara ¿Alguien había encendido algo?

Lentamente abre sus ojos y saca el inútil escudo que había hecho con sus brazos, se sorprende al ver a un ser peli-rojo con una armadura de metal y abajo ropa de distintos tonos rojos, también llevaba una espada  larga y filosa con la cual despedaza a aquél gigante antes de que éste lo golpeara. Al dejarlo tirada en el piso, ya muerto, se da vuelta viendo a un Jimin en shock.

-¿Quién eres... Tú?- pregunta luego de un largo silencio, aquella persona mantenía una sonrisa amable y guardaba su espada antes de responderle.

-Enviaron a un Cíclope por ti, debes tener cuidado- le responde aquella persona esquivando su pregunta, aún el peli-rosa pasmado por lo que acababa de pasar, observa detenidamente al peli-rojo, era bastante guapo, y parecía joven, más joven que él.

Nuevamente se atreve, con todo su valor y con la altitud que su garganta le permitía y sobre todo sin flaquear o mostrar debilidad, pregunta:

-¿Quién eres tú?.

 ✽Dioses: Los Titanes y el gobierno de los cosmos✽Yoonmin✽Terminada✽  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora