✽Dioses: Los Titanes y el gobierno de los cosmos✽Yoonmin✽Terminada✽

✽Capítulo 29✽

Había pasado exactamente un mes desde que oficialmente Yoongi y JiMin habían comenzado a salir, habían visitado casi todo el Inframundo -descontemos el Tártaro y el Infierno, no son lugares para citas románticas- y luego de un mes Yoongi ya sentía la suficiente valentía para expresar sus sentimientos y todo lo que había hecho por JiMin.

Se encontraban caminando tranquilamente por el jardín del reino, no era como cualquier jardín, estaba lleno de ceniza y de césped quemado, no era en absoluto un lugar romántico, pero mientras las dos almas estén cómodos y felices, no importaba ni el lugar y el momento.

-Jimin, esta noche saldremos... debo comunicarte algo importante- le dice Yoongi sin una pizca de nervios.

-¿Qué deseas comunicarme?- pregunta JiMin mientras ve el jardín.

-Ya lo sabrás esta noche, ahora debo retirarme, debo hablar sobre algunos asuntos con Momo y TaeHyung- le dijo mientras soltaba su mano y le sonreía enamorado.

-Bien... si, ve es tu deber- le contesta el rubio algo desconforme, ya el nombre de Momo lo hacía sentir incómodo. Eso Yoongi lo notó pero prefería no arruinar su relación por el momento, al menos no hasta esa noche, luego de despedirse se va dejando a JiMin caminar solo.

Al llegar la noche JiMin ya había tomado una ducha y se había arreglado. Llevaba puesto unos jeans negros ajustados y una camisa blanca, no había mucho que elegir, pues todo allí era blanco o negro. Al salir del reino espera a Yoongi, pero en vez de que apareciera él, Yeonjun le saludaba desde lejos.

Sonríe leve cuando Yeonjun le entrega una carta y diciéndole: "No me permitió decir nada, sólo quiere que te acompañe en esta aventura y te diera esta carta", y sin más no habló durante el recorrido.

Al abrir la carta lee lo que según él era un acertijo:

"Donde siempre llega la luz y el color verde inunda. Donde fue la primera vez de muchas y la sorpresa de uno.

Detrás siempre se esconden cosas, disfrutarás lo maravilloso que es la naturaleza y los ricos manjares que te ofrece.

-Yoongi-"

Jimin enseguida captó el lugar, pidió a una de las Erinias que estaban allí un carruaje y se puso en marcha el viaje a los Campos Elíseos. En la entrada los esperaba Hyunsuk quien los guía a un ya conocido árbol, debajo de éste se encontraba un picnic con frutas y verduras.

Luego de comer junto a Yeonjun, JiMin busca la segunda pista.
Al final recorrió todo el Inframundo según los lugares que los acertijos le indicaban, algunos eran complicados, otros bastante faciles, hasta llegar al último acertijo.

-¡Lo encontré!- dice felizmente Jimin luego de buscar durante más de 30 minutos.
Abre la carta y comienza a leerla:

"El final se aproxima y la aventura no termina, te esperan tesoros y riquezas al final del camino.

Donde la Luz se encuentra y un pequeño campo aparece, viva quien viva un lugar agradable, primer encuentro en un lugar lindo.

El destino y el amor espera paciente, recuerda momentos allí y sabrás a donde ir.

-Yoongi-"

En definitiva no era bueno con los acertijos, sonriendo prosigue ir a su último destino, en el camino, Yeonjun se despide diciendo que allí seguiría solor.

Al llegar a su destino sonríe al ver a Yoongi esperandolo al frente de la puerta de una casa cual no se podía apreciar gracias a grandes árboles.

-El Campo de Momo- le dice al llegar.

Yoongi sonríe al verlo y entrelaza sus manos, sin decirle nada se adentran a la casa. JiMin ahoga un grito al ver su interior, se encontraba decorado con varias plantas, rosas, flores, lirios, girasoles, entre otras -alegrías, hojas de árboles, arbustos, cactus-.
En el centro del lugar se encontraba una mesa con un gran banquete, solo para ellos.

-Yoongi esto es...

-Ven, vayamos a comer- dijo viendo lo sorprendido que estaba su chico.

Luego de una rica cena se hallaban a punto de irse a dormir, pero antes, Yoongi sugiere ir a dar una caminata. Salen de la casa y el pálido cambia la luz del sol que había creado para Momo por una más tenue, la de la Luna.

Caminaban tranquilamente por el campo hasta que Yoongi detiene a JiMin poniéndose frente a frente, el pálido sentía como si la comida le hubiese caído mal, no sabía de que se trataba pero no le agradaba.

-Siento algo en el estómago, pero no voy a permitir que me detenga- le dijo el peli- negro-...no soy para nada bueno en dar discursos así que iré al punto; JiMin... me encantas y quiero que seas mío para siempre, hasta que tú muerte y mi destierro nos separe- dice sintiendo como un peso encima desapareciese.

JiMin, sin embargo no responde, sólo queda observando a su Señor pensativo, luego de unos minutos sonríe leve y asiente.

-Tú también me encantas Yoongi pero... yo aún no he dejado a Aisha... la última vez que la vi yo... no pude hablar con ella- dijo JiMin mientras bajaba la mirada apenado.

Yoongi gruñe mirando hacia otro lado, no le gustaba que le mencionaran los nombres de las ex novias o los pretendientes de JiMin, él era suyo y eso debía estar claro.

-Iras al mundo humano en poco tiempo con el solo fin de arreglar ese tema y que te despidas de tus seres queridos... serás el Dios del inframundo al casarte conmigo, serás poderoso JiMin, no te faltará nada, tú...

-¿Casamiento?- cuestiona confundido el rubio- ¿Quieres ya casarte conmigo?

-Pues... JiMin, con ser sólo... "novios" no significa nada aquí, tú debes tener un anillo en tu dedo al igual que yo, y debes tener una marca de mí en ti, así sabrán que no deben meterse contigo ya que serás un Dios y el esposo de un Dios poderosos- le explica algo nervioso y preocupado, todo esto era muy pronto seguro para el humano, pero debía hacerlo, quería hacerlo, no aguantaba más ver como Jungkook lo cortejaba y Yeonjun o otros de sus nuevos amigos aquí -como Taehyung- se abalanzaban a él si fuera de su pertenecia.

-Yo... debo pensarlo Yoongi... lo lamento- le contesta JiMin y si más suelta las manos del pálido y se retira de allí dejando al peli-negro con el corazón casi roto.

¿Se habrá arrepentido?¿No querrá casarse?¿Habrá dicho algo malo? Todas esas preguntas y más inundaban la mente de un triste Dios, suspira viendo la Luna falsa en el cielo. Se adentra a la casa de aquel campo y entra a la habitación la cual estaba llenade pétalos de rosas y verlas, las apaga a todas y se acuesta sin conciliar el sueño.