✽Capítulo 25✽

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Hoy el peli-negro, Dios de aquel mundo, se había levantado de mal humor, caminaba por los pasillo con su rostro de pocos amigos, todas las Erinias con las que se cruzaba se auto preguntaban "¿Qué lo tiene tan malhumorado a nuestro Señor?" Y la respuesta es una cierta visita, más bien, de una cierta persona.

-Hola mi Señor, tanto tiempo- dice el peli-negro menor cuando el pálido le abre las puertas de su reino.

-Sí, Jungkook, tanto tiempo- afirma el otro y deja entrar al Dios inferior.

-¿Y... Jiminie?

-No le digas así, Jungkook, estás aquí para visitar a Yeonjun no a Jimin- le recuerda el pálido viendo y analizando las intenciones del peli-negro.

-Lo que tú digas- y con su sonrisa arrogante se abre camino en las escaleras en busca del cuarto de su risitos de oro.

De inmediato va en busca de Yeonjun quien se encontraba cómodamente en el comedor.

-¡Yeonjun!- lo llama enojado esperando una respuesta a todas sus dudas.

-¿Si mi Señor?- pregunta Yeonjun parándose al frente de Yoongi.

-Jungkook vino a ver a Jimin, te dije bien en claro que no quiero que esté cerca de él- le dijo con enfado mientras lo miraba.

-Pues... yo le dije que JiMin era su conquista pero no quiso escuchar- se excusa el antiguo peli-azul.

-Mejor dile de nuevo o le diré yo mismo que hacia JiMin no mire... y tampoco insista- amenaza con ira.

-Pues ya no hace falta- aparece Jungkook sonriendo con orgullo- JiMin decidirá con quien quiere estar.

-No vengas a mi reino a amenazarme- ataca el pálido sin que su ira se desvanezca.

-No soy una amenaza... pero estoy listo para todo- contraataca el guerrero mientras pone sus manos en sus bolsillos y con eso se va nuevamente al cuarto de JiMin suponiendo que este ya se había acabado de duchar.

-Si supiera mi Señor que es usted quien tiene a Jimin a sus pies- le dice Yeonjun queriendo que con eso le diera ánimos.

-No molestes.

Con un suspiro, los dos esperan a que los otros dos jóvenes bajen. Cuando esto ocurre Yoongi rápidamente agarra a JiMin de la muñeca y lo atrae a su cuerpo.

-Realmente no te soporto Yoongi- le dice ya fastidiado el peli-negro.

-Otro para la lista que no me soporta- le escupe de malas.

-¿Qué sucede?- cuestiona JiMin confundido.

-Tranquilo JiMin, no pasa nada, pero si ese idiota se pasa la pasará mal- le dice al rubio mientras observa al guerrero.

-No me hagas reír Yoongi- observa Jungkook con una sonrisa sin poder creer las palabras que salían por la boca de ese Dios cobarde.

-Ya... basta, Jungkook vino a ver a Yeonjun mi Señor, no a mí- le dijo el rubio a su Señor mientras le acariciaba su mano.

-Deberías tenerme miedo y suplicar por tu vida Dios inútil- ataca Yoongi con ira.

-Al único que le temo es a Caos, ¿Pero a ti? Eres al último Dios al cuál le tendría algún tipo de sentimiento- contraataca el pelinegro mientras peligrosamente se acerca a Yoongi.

Las manos de JiMin en los pechos de los dos chicos detienen una horrible pelea sin razón.

-Basta... Jungkook, por favor si has venido en busca de Yeonjun te pido que no busques algún problema sin necesidad... mi Señor, vayamos a su cuarto, quiero hablar con usted- habla Jimin observando a los dos.

Jungkook y Yoongi asienten sin protestar, Jungkook se va con el peli-negro joven y Yoongi con el rubio.

Al llegar al cuarto del Dios, los dos se sientan en el borde de la cama.

-¿Qué quieres comunicarme Jimin?- le pregunta el pálido con algo de nervios aunque estos no se demostraban al exterior, en cambio tenía un rostro inexpresivo.

-¿Qué le sucede mi Señor? Pensé que estabamos bien que...

-Sí Jimin- lo interrumpe- pero no soporto que Jungkook esté cerca de tu presencia- admite el pálido dejando al rubio en un tímido silencio.

-¿Está... celoso?- pregunta luego de un pequeño tiempo de miradas.

-Sí- responde esperando con más nervios su respuesta.

Jimin sonríe leve y muerde su labio inferior nervioso.

-No debe estarlo mi Señor...

-Yoongi- le corrige cansado de que lo tratara con tanta educación.

-...Yoongi, porque Jungkook y yo no somo nada, sólo amigos- le aclara el rubio sonriendo y con un poco de rubor en sus mejillas.

-A él le gustas JiMin... lo sé, lo percibo y no lo voy a aceptar- le aclara haciendo reír a JiMin.

-Bien... debemos volver, seguro Jungkook ya se habrá ido- sugiere cuando escucha la voz de Jungkook en su mente.

"La próxima no te escapas risitos".

Yoongi y JiMin bajan al comedor y allí se encuentran con Yeonjun ya sentado esperandolos. Luego de sentarse con él comienzan a comer.

-Mi Señor, le hablé y aclare el asunto con Jungkook, creo que luego de esto no volverá a... meterse con su chico- le anuncia Yeonjun con una sonrisa.

"Mi chico... no suena mal" piensa Yoongi sacándose una sonrisa leve por su comentario.

-Gracias Yeonjun, te recompensare- agradece mirando unos minutos al chico.

-No es necesidad sólo... tratelo bien.

-¿Pueden dejar de excluirme del tema y hacer como si no estuviera aquí?- salta JiMin riendo mientras los observaba a los dos.

Los tres siguen comiendo entre risas hasta que acabaron, cada uno se fue a su respectiva habitación.
Jimin al llegar se cambia su rops con su pijama, se acuesta y cómodamente queda dormido enseguida.

Yoongi en cambio espera a que el chico se durmiese, se viste con una camisa blanca ligera y unos jeans negros, se despeina un poco y sonríe al observar su reflejo en la ventana.

-Es momento- dice al ver como el cielo del Inframundo se vuelve algo claro, agarra su casco y se lo coloca en la cabeza haciéndose así; invisible.

Sale de su habitación y camisa en silencio hasta el cuarto del rubio, al llegar entra y cierra la puerta, camina a la cama y se acuesta para luego abrazarlo, Jimin se da vuelta y adormilado lo observa, aunque realmente no veía nada.

Yoongi, con sus poderes comienza a meter a JiMin en un sueño, en uno que era realidad, pero eso no debía saberlo JiMin.

No debía saber que todos sus sueños con él eran ciertos, cada beso y cada toque, no podía.

 ✽Dioses: Los Titanes y el gobierno de los cosmos✽Yoonmin✽Terminada✽  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora