✽Dioses: Los Titanes y el gobierno de los cosmos✽Yoonmin✽Terminada✽

✽Capítulo 27✽

Al finalizar el día Jimin caminaba por el pasillo de las habitaciones con tranquilidad, entra a su cuarto y tranca esta ya dentro. Se cambia rápidamente su ropa por su pijama y se mete en la cama, pasan unos minutos imaginando y soñando situaciones que desearía que pasaran hasta quedar profundamente dormido;

Caminaba por un largo pasillo, no había nada, ni muebles, ni paredes, tampoco personal, nada, sólo un largo pasillo blanco.

A los lejos ve una puerta, rápidamente corre hacía esta y al abrirá se encuentra en una habitación, y allí se encontraba Jungkook, con la mirada puesta en una ventana viendo el más allá.

-¿Jungkook?

El nombrado se da media vuelta y sonríe leve.

-Jimin, que agradable encuentro- habla el peli-negro acercándose al chico.

El rubio asiente confundido, Qué hacían los dos juntos en ese lugar?

-¿Dónde estamos?-pregunta el humano con preocupación.

-Este JiMin, es tu sueño, estás dormido en estos momentos- le explica, JiMin lo mira sorprendido y asiente empezando a recorrer la habitación.

-¿Estoy... soñando contigo?

-Pues... sí algo así- Jungkook se acerca al rubio con peligro y le rodea la cintura- solos tú y yo, Jiminie.

-J-Jungkook ¿Qué pretendes hacer?-cuestiona con miedo el peli-rubio.

-Pues... es lo que tú quieres JiMin, es lo que tu cuerpo desea- le responde para luego acorralarlo en una pared.

Se acerca lentamente a su labios, aún con una de sus manos sujetando firmemente su cintura. Cuando sus labios al fin se tocan, Jungkook no espera ni un segundo más y comienza moviendo sus labios con lujuria y deseo, mientras tanto JiMin intentaba con todas sus fuerzas alejarlo, su intento fue conseguido, pero nuevamente Jungkook vuelve a acorralarlo y marcarlo, así Yoongi lo vería y sabría que JiMin era suyo.

-¡No basta basta!

-¿JiMin?¡Jimin despierta!- se escucha una voz de fondo y Jimin abre los ojos.

Al ver a su costado se encuentra a un Yoongi adormilado, con sus cabellos desordenados, con su piel sudorosa y con una mirada de preocupación.

-¿Estás bien?¿Tuviste una pesadilla?- pregunta el pálido, se escuchaba su preocupación.

"Seguro lo desperté" piensa JiMin sentándose en la cama y observando a su acompañante.

-No sólo... tuve un mal sueño- contesta con voz re seca.

Yoongi observa su cuello, había una marca, algo notable, con todos rosas y un poco de rojo.

-¿Con quién soñaste?- pregunta con seriedad, si era de quien se trataba, las pagaría.

-¿Cómo...?- un "responde" lo interrumpe- ... con Jungkook- le contesta con confusión.

Yoongi se mantiene callado con su mirada fija en un punto fijo.

-Bien, vuelve a dormir, nos vemos al amanecer- Yoongi cubre bien a Jimin con las mantas y se retira de la habitación sin dejar que el rubio le contestase.

En la madrugada, se suponía que no había nada más que silencio, o tal vez los insectos podían escucharse, pero nada más que eso, en cambio, unos fuertes gritos despertaron a JiMin.

Se despeja los ojos de las legañas y se sienta en la cama para luego bostezar, se acostumbra a la poca luz que venía desde su ventana y ve a su alrededor, todo estaba en orden, hace un poco de esfuerzo para escuchar correctamente la conversación:

-¿Por qué lo dejaste entrar a los sueños de JiMin?- grita, segun JiMin, Yoongi.

-Él me pidió asegurando que ese chico escondía algo contra ti- responde otra voz, bastante grave.

-Ese simple humano no va en contra.

"¿Simple humano?¿Hablaban de mí?" Se auto-cuestiona JiMin confundido.

Niega creyendo que era un error, se levanta de su cómoda cama y sale de la habitación para ir y decirle a esos dos que bajaran la voz.
Al llegar a la sala, antes de entrar a esta decide esconderse detrás del marco de la puerta y ver de quienes se trataban: Yoongi y otro chico pelo-azul.

¿Quién era ese?

-No puedes volver a dejar que nadie entre a la mente de ese chico- demanda el pálido viendo con enojo al otro Dios.

-Realmente lo lamento Yoongi, yo no...

-Señor, yo soy tu superior, que no se te olvidé- le aclara interrumpiendolo y observandolo con superioridad.

-Sí... mi Señor- contesta el peli-azul.

Los queda unos segundos observándose entre sí hasta que Yoongi suspira y mira hacía el marco de la puerta de la sala.

-Ya sal, sabemos que estás ahí Jimin- ordena Yoogni suavizando su tono.

Jimin, sorprendido sale de su escondite, dos pares de ojos se posan en él mientras caminaba hacia ellos.

-Hyunsuk, él es JiMin, Jiminie... él es Hyunsuk, Dios del sueño.

Los dos se saludaron cordialmente y Hyunsuk evita la mirada de JiMin.

-Bien, es hora de retirarme, que tengan dulces sueños... le diré a mi madre que les dé una agradable noche- se despide Hyunsuk y antes de que este retire, Yoongi le dice que saludase a su madre -Hwasa, Diosa de la noche- por él.

Al quedar sólo ellos dos, el pálido mira al menor y sonríe leve, era tan hermoso, con sus cabellos rubios despeinados y sus labios hinchados, sólo había algo en él que no le agradaba, esa horrible marca rosa, aparte de eso, le encantaría ver esa imagen todas las mañanas al despertar.

-Volvamos a nuestra cama- dijo el pálido sonriendo, hasta caer en lo dicho- digo... volvamos a nuestras camas, quiero decir... tú a la tuya y yo a la mía, no es que durmamos juntas, aunque si quieres pues ven a mi cama no tengo problema en ello aunque...-se detiene al escuchar la risa de JiMin, sonríe, al estar nervioso siempre decía justificaciones estúpidas.

-Ummm... me parece bien, andando- le toma la mano tímidamente y se van a la habitación del pálido.

Al llegar los dos se acomodan en la cama con algo de timidez y los dos se daban la espalda, queda un silencio incómodo, al fin Yoongi dormía con JiMin sin la necesidad de su casco, no podía desperdiciar la oportunidad.

Lentamente se da vuelta viendo la espalda del menor, con timidez y nerviosismo rodea la cintura de su acompañante y se acerca más a su cuerpo, sonríe al sentir como JiMin se acomodaba en su pecho y le agarra el brazo para pasarlo por debajo de su cabeza.

-Descanse mi Señor.

-Yoongi, ya te he dicho que me llames Yoongi- le dijo mientras entrelazaba sus piernas y se ocultaba con felicidad en su cuello oliendo el rico aroma que tenía.

-Descansa... Yoongi.

-Tú igual JiMin.