✽Capítulo 04✽

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-¿QUÉ FUISTE A DÓNDE?- exclama Jinwoo con un tono de preocupación y asusto.

-No te creo amigo ¿Ir al cielo? Ya eres mayorcito para bromear con esas cosas- dijo Seunghoon con una ceja alzada y su rostro serio. No le creían ni una palabra.

-No les estoy tomando una broma, en serio fui al cielo- dice el peli-rosa con un rostro exagerado.

-Pensé que no creías en Dioses.

-¿Y qué te llevó quién?- pregunta a continuación HwiYoung con una sonrisa burlona y sus brazos cruzados.

-¡Xiao! Quien le dio el fuego a los humanos y y y, también vi a Soobin, el Dios de la medicina ¡él mismo me curó con sus propias manos!- responde JiMin exaltado, sus amigos lo veían como si sólo fuera un juego.

"Nadie te creerá"

Esa voz otra vez, desde que JiMin había experimentado aquel viaje a ciegas (sí, Xiao se había encargado de haberle cubierto los ojos al peli-rosa con un trapo cualquiera) escuchaba una voz en su cabeza, una voz grave y rasposa, también escuchaba como cadenas eran forzadas de libertad de una persona.

-Se los digo en serio, fui al cielo- exclama JiMin con un poco de molestia y su ceño fruncido. ¿Por qué mentiría? Aunque fuese algo que muy pocos creerían, sabía que sus padres lo harían.

-Basta JiMin, no estamos para tus juegos- Dijo Seunghoon con el ceño fruncido, cuando suena el timbre sus tres amigos se van de mal humor.

JiMin suspira dándose por vencido, tal vez todo aquello fue un sueño y en verdad no conocía a esos Dioses.

"No fue un sueño."

Llega esa voz nuevamente a su mente, gruñe de malas y la ignora yendo a su clase.

Los días pasaron y la voz dentro de la cabeza de JiMin no paraba de molestarlo, no podía salir y no parecer un loco hablando con una voz imaginaria en la calle, tampoco podía ir a super mercados, al baño, ni siquiera podía dormir sin que la voz en su mente le dijera bromas sin sentido o anécdotas absurdas.

Cansado de ello, en el fin de semana va al hogar de su familia junto con su querida novia, Aisha. Al llegar a su hogar, luego de una animada charla y una deliciosa cena, JiMin se escapa de su familia para ir al templo. Al llega, se arrodilla al frente de los grandes dioses y los observa.

-Oh mis queridos dioses, no sé a qué juego estén jugando pero... les imploro que dejen mi mente en paz, no les he hecho nada malo para que me castiguen de esa forma.

"Parece estúpido hablándole a sólo unas imágenes"

JiMin frunce el ceño y suspira levantándose.

-¡Sabes que Dios infantil y estúpido me tienes harto vete ya!- grita a la nada con enojo.

"Deberías dejarlo"

"Pero es divertido~"

"No te ayudaré más"

JiMin mira a la nada confundido, eran dos voces, de una mujer y otra de un chico, el mismo de antes.

-¿Quiénes son?- pregunta al aire observando el templo.

Nadie había respondido, frunce el ceño y sale de éste con la duda.

¿Quiénes eran esas voces?¿Por qué había otra voz en su mente?¿Quién era aquella chica?¿Por qué lo molestaban?

Tantas preguntas le habían dado dolor de cabeza, regresa a su hogar y se da una ducha tranquila, se puso a pensar mientras, todo esto era muy raro, por qué de repente conocía a dioses que ni sabía que existían, por qué él cuando hay millones de creyentes.

Al salir de la ducha, se viste y se observa en el espejo, ve en su cuello un cetro de dos puntas de un color negro intenso con un rojo llamativo alrededor.

-¿Qué... qué es esto?- pronuncia en shock tocando aquel "tatuaje" el cual le ardía a mares.

"Ahora le perteneces"

Se escucha una voz completamente distinta a las otras.

¿De quién provenía esa voz?¿De dónde era?¿Qué era ese cetro? Debía investigar.

Se cubre aquel tatuaje y sale del baño, cena tranquilamente con su familia hasta que una pregunta llega a su mente.

-Madre... ¿A quién le pertenece el cetro de dos puntas?- pregunta tímidamente, sus padres lo miran sorprendidos.

-A nadie... y no investigues sobre ello- dice su padre serio y con el ceño fruncido.

-¿Y de quién es...

-¡Basta! No más preguntas- se exalta su padre levantándose de la mesa y yéndose al cuarto.

-Madre... ¿qué le pasa?- pregunta confundido JiMin viendo a su madre.

-Nada hijo, muy pronto lo entenderás- dice su madre y se va con su pareja.

Su novia lo abraza intentando tranquilizarlo, pero en vez de estar enojado estaba aún más confundido.

-Vayamos a dormir amor- le dice Aisha dejándole besos en su rostro.

-Basta- la detiene sintiendo sus besos desagradables de un momento a otro, se levanta y se va a su cuarto dejando a su novia triste y confundida.

El peli-rosa se saca su ropa quedando en boxers y se acuesta, Aisha, su novia, se desnuda quedando en ropa interior y acostándose con él, lo abraza al ver que le daba la espalda y JiMin siente su tatuaje arder, saca la mano de Aisha y se duerme ahora más calmado sintiendo como alguien lo acogía entre sus brazos pero con muchas preguntas en su mente.

Flashback

-¿Quién eres tú...?

-Soy a quien tu le perteneces.

Su rostro era borroso, el alrededor era humo y tiniebla, sombrío y siniestro.

-¿Dónde estamos?- pregunta asustado.

-En mi reino, donde perteneces -responde esa persona a la cual no le podía dar un rostro concreto.

JiMin observa su alrededor asustado, siente como su corazón se detenía pero aún vivía, como recuerdos de su niñez aparecían y un fuerte dolor de cabeza llenaba esta.

Fin del flashback

Se exalta en la cama despertando y sentándose en la cama asustado y sudando.

Observa a su costado, Aisha dormía cómodamente a su lado dándole la espalda.

-sólo fue una pesadilla- murmura suspirando tranquilo, limpia su sudor y se acuesta nuevamente con una nueva pregunta en su mente.

¿Quién era aquél hombre y por qué su voz era tan familiar?

 ✽Dioses: Los Titanes y el gobierno de los cosmos✽Yoonmin✽Terminada✽  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora