Una modesta celebración se vivía en la casa de los Webber.
Divertidas anécdotas se escuchaban por cada rincón del acogedor hogar, las personas reían, bailaban. En el patio los más pequeños jugaban a las escondidas y de vez en cuando causaban algún problema. Por la cocina transitaban más personas de las que debían estar, ocasionando un plato roto, un suave golpe en las costillas, una risa.
Fuera de la escena se encontraba Jonah ensimismado, sentado en silencio observando su galería de fotos.
Muchas eran de paisajes, de comida, de sus amigos de la facultad. Las más recientes eran de la vista del cielo desde el avión. Las más antiguas eran de Delilah y la puesta de sol en la playa.
No entendía la razón de su ausencia.
Por primera vez, después de tanto tiempo se encontraban cerca. Ya no existía ningún impedimento para su encuentro y aún así no había venido.
Se debatía internamente si llamarla o no, si dejarle un mensaje o ir a verla.
Tal vez se sentía enferma o no había podido llegar debido al mal clima. Quizás se encontraba fuera de la ciudad, pero de ser así ¿Por qué no le había avisado?, ¿por qué no decía nada?, ¿por qué lo estaba evitando?
«¿Por qué? ¿por qué? ¿por qué?»
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CÓMO CONSEGUÍ OLVIDARTE
RomanceJonah y Delilah eran eternos. Al menos eso creía el inseguro castaño, que se sentía en la cúspide del universo con cada caricia, cada beso. Una decisión lo cambia todo y en un ínfimo segundo, la eternidad se convirtió en pasado, el miedo reemplazó...
