Villain Bakugou •One Shots•

Mario Kart

Un fuerte gruñido resonó por  la sala de estar, seguido de leves maldiciones.

Mientras que Bakugou solo podía tratar de aguantar la risa al ver al mayor actuando tan infantil.

No todos los días podías ver a Shigaraki Tomura enfadado por perder una carrera de Mario kart.

-Esto está malo- Reclamó el villano.

-¡No es cierto! Es solo que tú eres demasiado idiota como para jugarlo, viejo- Se burló el rubio.

-¿Ah? Será mejor que te calles mocoso- Advirtió el peliceleste.

Bakugou frunció el ceño, comenzando a enfadarse, odiaba que lo llamaran así.

-Obligame VIEJO- Recalcó con fuerza, solo para molestarlo.

Tomura chasqueo la lengua con irritación y se lanzó encima de su compañero.

Gracias a los guantes que le había diseñado Bakugou ya no tenía problemas con tocar a sus aliados, no tenía que preocuparse por utilizar su Quirk sin querer.

Se daban manotazos y patadas, luchando por ver quién dominaría al otro, dejándo en el olvido el aparato electrónico.

-Eres un viejo amargado e infantil- Comentó Katsuki.

-Y tú eres un mocoso arrogante y testarudo- Respondió Tomura.

La tensión entre ellos era cada vez más evidente y cuando estaban a punto de lanzarse a pelear en serio, la puerta se abrió.

-¡Ya estamos en casa!- Exclamó Toga- ¿Ara ara, Katsu-chan y Tomu-chan se estan peleando? -Preguntó con inocencia.

-No de nuevo- Murmuró Dabi, entrando detrás de la chica.

Los causantes del disturbio retomaron la compostura y se acomodaron como si nada en el sofá.

-¿Qué hacían? -Preguntó con curiosidad la chica.

-Jugabamos Mario Kart- Una sonrisa malvada apareció en su rostro- Oh bueno, yo jugaba y el viejo intentaba avanzar- Dijo con burla.

Shigaraki llevó las manos hasta su cuello, comenzando a rascarse frenéticamente, lastimando su piel.

-¡Ah! Yo te puedo enseñar Tomu-chan- Habló emocionada- Y así le ganarás a Suki- Trató de convencerlo.

Tomura suspiró con resignación, pero terminó asintiendo con derrota. No pensaba dejar que ese mocoso lo siguiera humillando.

Mientras Toga le enseñaba al líder a jugar, Bakugou se fue a la cocina a ayudarle al azabache a guardar la despensa.

-¿Qué tan malo es? -Preguntó el mayor.

-Horrible, deberías haberlo visto... tuve que explicarle como usar los controles- Se río por lo bajo.

Dabi lo acompañó en sus burlas y siguieron así por lo que quedaba que guardar.

Cuando salieron de la cocina, vieron al peliceleste sumamente concentrado en la pantalla y a Toga gritándole con nerviosismo.

-¡Eso es! Derecha, derecha- La chica parecía estar entrando en desesperación- ¡No, la otra derecha! Vamos, tu puedes- Era raro ver a Himiko tan estresada por algo.

Así que se acercaron por detrás del sofá, viendo como Shigaraki iba en el último lugar, chocando contra todos los objetos y en sentido contrario.

Dabi no pudo aguantar sus carcajadas, llegando a llorar de la risa que le provocaba la inutilidad del peliceleste.

Y finalmente Tomura alcanzó su limite, arrojó el aparato contra la alfombra y se levantó enfadado, listo para marcharse.

Los rubios se miraron con preocupación, sabiéndo que si lo dejaban irse de esa forma, sufrirían mucho en las próximas misiones.

Así que corrieron hasta el mayor y se lanzaron a su espalda, abrazandolo con fuerza, sin dejar que se fuera.

-Perdón anciano, no debí burlarme de ti- Se disculpó el rubio.

-Vamos Tomu-chan no puedes rendirte, solo necesitas practicar más- Habló dulcemente.

-Sueltenme, mocosos idiotas- Trató de separarse de ellos, pero sin querer lastimarlos.

-Por favor- Rogó Himiko, haciendo ojitos de cachorro.

-No te vayas- Siguió Bakugou, colocando un puchero.

-Vamos Shigaraki, aún tienes mucho que aprender- Murmuró el pelinegro, dandole ligeras palmadas en la cabeza.

Generalmente Dabi no era partícipe de esas escenas, pero no pensaba tener otra misión en las montañas. No señor.

-Son tan fastidiosos- Murmuró el líder de la liga, rindiéndose ante ellos.

Los rubios lo arrastraron de vuelta al sofá, dedicándose toda la tarde a enseñarle a jugar, con Dabi riéndose a sus espaldas.

-¿¡Pero que carajos!? -Exclamó Twice, entrando a la casa.

La sala estaba hecha un desorden, habían cojines por todas partes y los gritos se escuchaban desde el jardín.

En el medio del sofá estaba Shigaraki, con los rubios a sus costados, gritándole indicaciones y sacudiendolo en diferentes direcciones. Detrás de ellos estaba Dabi, grabando todo con su celular.

Se acercó a sus compañeros para averiguar que estaban haciendo y al ver los pequeños monitos en movimiento en la pantalla, logró reconocer el juego. Entendiendo ahora porque hacían tanto alboroto.

Podía irse a su habitación luego de un agotador día en una misión o quedarse en la sala a ver como Tomura era torturado por los mocosos...

Definitivamente prefería la segunda opción, así que fue a la cocina por un refresco y se preparó para ver la divertida escena frente a sus ojos.

Sin duda alguna, está era la mejor manera de ser recibido al llegar a casa.